Capítulo quince.

8 4 1
                                    

"Anika está loca." Su hermano me decía cuando me encontraba en la cocina de su casa haciendo limonada. "Y tú le permites todo."

Luca Polo. Su cabeza negando mientras en su cara había una sonrisa, eso me enloquecía. Amaba que no juzgara a Anika, ni mucho menos a mí. No había una pizca de burla ni de resentimiento ante el mes que yo había pasado metida en la habitación de Anika, solo besándonos y perdiendo el tiempo.

"¿Qué es lo peor que puede pasar?"

Mi inocente pregunta. No fue hasta después de mucho tiempo que por fin entendí a lo que él se refería. Aún me causa cierta risa saber que él lo predijo todo, y que no me incomoda en lo más mínimo, porque aunque no le conociese mucho, sabía que él era quien le había enseñado a Anika a moverse por lo que ella quería. Fuese de un segundo o de un año.

"Te puedes enamorar."

Número tres.  [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora