Capítulo XXXVI: Debe despertar

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MULTIMEDIA : LIGHT/SLEEPING AT LAST


Camilo llevaba en sus brazos al pelinegro ya todo el peligro había pasado ya nadie podía arremeter con sus vidas, no supo cómo llegó al carro en el que su novio llegó unas luces azules y rojas comenzaban a llegar al lugar donde estaba, era Lancelot con su equipo aunque ya era un poco tarde para ayudar prácticamente ellos fueron los que detuvieron a Sabine. Enseguida un paramédico vio a Alan y le comunicó que debían ir de inmediato al hospital porque el desangrado cada vez era mayor. No dio tiempo para preguntar sobre lo acontecido por ningún motivo dejaría su novio solo, le explicó a un agente que él daría su declaración cuando estuviese en el hospital.

La ambulancia iba a toda velocidad ya que por orden del paramédico tuvo que aumentarla, Camilo comenzaba a notar las luces de la ciudad por la ventana trasera de esta aquello le estaba dando un poco de alivio porque quería olvidar lo que vivió el tiempo que estuvo con Sabine, un fuerte dolor en el brazo hizo recordarle que estaba herido y se quejó llamando la atención del hombre que estaba atendiendo a Alan, le pregunto que le sucedió en su brazo y le explico que le dispararon pero fue con entrada y salida.

—Apenas llegues debes tratarte esa herida, si esto que le está pasando a tu novio no fuera tan grande te atendiera—expresó mientras le seguía dando presión a la herida.

—Esto no tiene tanta importancia.

Llegaron al hospital tras veinte minutos de camino al entrar estaban un grupo de doctores y enfermeras esperando, la angustia de Camilo lo tenía al borde del colapso por no saber que hablaban sobre su novio, al pasar urgencias no lo dejaron avanzar más le dijeron que debía esperar un poco porque posiblemente habría que operarlo de inmediato. Una enfermera lo toma del brazo indicando que deben curar su herida del brazo porque podría infectarse debido a que estuvo expuesto en el bosque, no paraba de decir que lo dejaran ir con su novio la mujer lo agarró del rostro y le habló para calmarlo le explicaba que todo iba a estar bien que lo importante era él porque debía estar fuerte para cuando Alan despertara. Se logró tranquilizar un poco, mientras ella le limpiaba la herida el castaño no dejaba de pensarlo, rogaba que todo saliera bien aunque estaba molesto por la situación que Sabine dejó después de su trágica muerte.

—Esta pastilla te quitará un poco el dolor de tu brazo, debes descansar un poco, te servirá dormir un poco en esta sala especial.

—Yo no dormiré hasta que sepa las buenas noticias que me den, solo me tomare la pastilla. Muchas gracias por atenderme—declaró Camilo. 



Transcurrió al menos una hora y Camilo se quedó dormido en el sillón aunque estaba en mala posición no pudo aguantar tanto, a los lejos se podía escuchar unos pasos muy apresurados casi corriendo por el nerviosismo que sentía aquella persona, era Alexander con ojos irritados al igual que su nariz logró visualizar a camino en el mueble se detuvo y con un suave toque en la cabeza le hablo para despertarlo.

—Señor Alexander, todo esto es mi culpa—expresó cabizbajo.

—Camilo, no digas eso muchacho. Mi hijo es fuerte, y tengo mucha fé de que saldrá de esto.

Se abrazaron para darse el apoyo que ambos necesitaban por la difícil situación que estaban afrontando, el doctor mientras caminaba hacia ellos se quitó el tapabocas para dar su diagnóstico finalmente, le informa que la operación fue un éxito estaba en un estado estable que lo importante era dejarlo descansar aquello le devolvió el alma a los dos. Camilo le pregunta que si es buena idea verlo, se quedó pensativo el doctor para luego aceptar que viera a su novio. Alexander entendió que él se moría por verlo por decidió no decir nada y esperar su turno tranquilamente, tomó su celular y se sentó para informarle a su hermano que ya todo estaba fuera de peligro.

Antes de entrar la enfermera le informa a Camilo que solo puede estar con él sólo cinco minutos, al estar adentro camino hasta la cama y le acarició el rostro suavemente como solía hacerlo cuando le demostraba el amor que sentía por el pelinegro, le comenzó hablar de que debía despertar pronto porque muchas cosas le esperaban en el futuro que tenía planeado. No obtuvo lo que quería, se acercó a su rostro para besarlo en sus labios como acto de despedida, solo tenía que ser paciente y esperar al día siguiente porque la operación fue sumamente complicada, se retiró de la habitación con un poco de melancolía en su corazón.

Al encontrarse con Alexander le explicó que todo estaba bien, solo que se debía esperar a que despertara por sí solo debido a la cantidad de anestesia que tenía su cuerpo, se quedaron sentados esperando que el sol saliera sin duda ninguno lograra conciliar el sueño solo para escuchar que alguien les diga que ya despertó y que quería verlos. 



Siete de la mañana y Alexander estaba en la cafetería del hospital comprando un café bien cargado para tener un poco más de energía, Camilo tampoco quería dormir pero su suegro insistió que durmiera un poco para que tuviera la suficiente fuerza no fue fácil convencerlo pero terminó cediendo, mientras pedía su cafe ordenó algo más quería llevarle el desayuno al castaño para que probara algún bocado. Recibió todo y se marchó, mientras caminaba por el solitario y largo pasillo escucha que alguien lo llama se dio vuelta y era Edgar su rostro mostraba preocupación, lo saluda y le pregunta cuál era la situación de Alan.

—Señor Alexander buen día, me enteré todo lo que pasó—expresó con preocupación.

—Edgar, pues todo esta bien, solo estamos esperando que despierte—le manifiesta Alexander con una sonrisa un poco fingida.

—¿Dónde está Camilo?—pregunta interesado.

—Él debe estar dormido, fue algo traumático pero se encuentra bien. Incluso le compre algo de comer, el pobre no ha comido nada desde anoche supongo.

Comenzaron a caminara para dirigirse a la sala de espera y poder hablar un poco más del tema, para sorpresa de ambos allí estaba Camilo despierto frente a la ventana que daba hacía el bosque no decía alguna palabra solo estaba viendo la nada como si no hubiese un mañana, aquello logró preocupar un poco a Alexander fue caminando hasta él para sacarlo de sus pensamientos más profundos.

—¿Camilo está todo bien?—le pregunta Alexander tocando su hombro.

—Vaya disculpa, estaba en otro mundo. Son tantas cosas que han pasado—le responde mientras se pasaba las manos por el rostro.

—Te traje algo de comida, y también Edgar vino a saber como estabas al igual que la salud de mi hijo—manifestó Alexander.

Edgar se acercó y lo saludó mostrando compasión por lo que sucedió con sus abuelos, tuvieron una conversación larga para olvidar todo lo negativo de la noche anterior, sin duda aquel desayuno fue lo mejor que pudo probar la boca del castaño cuando se dio cuenta de lo que era sus ojos se cristalizaron un poco, lo que estaba comiendo era un bagel con queso crema se limpio un poco los ojos sin que se dieran cuenta y continuó comiendo tranquilamente sin duda aquello le recordó cuando ordenó por primera vez la comida a Alan cuando estuvo cuidándolo.

—Agradezco que hayas venido Edgar, sin duda este muestra lo importante que es la amistad que tienes con mi hijo—comentó Alexander.

—No hay de que, la verdad tener amistad con él es muy valioso y quise apoyarlos en este duro momento.

—Gracias nuevamente, Alan estará agradecido cuando sepas que estuviste aquí—agregó Camilo.

Se levantó de la silla y les informó que debía irse porque tenía que estar de vuelta a la clínica, les indicó que en cuanto se desocupara volvería ambos asintieron ante su acción, se dio la vuelta y desapareció entre los pasillos de la clínica. De nuevo eran ellos dos, nuevamente esperando una noticia de que ya había despertado pero nadie llegaba a darle la grata noticia solo estaban en aquel silencio que daba el lugar. Una enfermera aparece y les dice:—Ya el paciente despertó, está pidiendo ver a un muchacho llamado Camilo—Enseguida se levantó, antes de irse miró a Alexander, este solo sonrió indicando que no había problema que lo fuera ver. Se fue con la mujer para llegar en cuestión de segundos a la habitación, al verlo en la cama aún con los ojos semiabiertos causando ternura en él.

—Camilo—habló en voz un poco baja.

—Alan—expresó el castaño dándole un beso en la frente. 

ALAN© [COMPLETA] (Libro 1)Where stories live. Discover now