Capítulo XXVI: Nervios.

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"Siempre seremos libres"

Franco se había sacrificado por la pareja y recibió el disparo justamente en el estómago, Sabine nuevamente iba a disparar cuando un agente de la policía hizo lo mismo hiriéndola en su brazo izquierdo provocando que su arma cayera al suelo, el hombre estaba decidido en seguir disparando pero ella ya había huido del hotel dejando algún rastro de la sangre de su brazo.

Por la radio el agente pedía de urgencia una ambulancia para Franco porque estaba sangrando mucho, Camilo estaba muy preocupado por lo que le pudiera pasar se tiró al suelo para estar a su lado para tomar su mano y darles ánimos que podía sobrevivir, su novio hizo lo mismo pero fue diferente ejerció presión en la herida le explicaba al castaño que lo ayudara para disminuir el sangrado.

—Franco no debiste hacer eso, expusiste tu vida por mi y ahora estás en peligro por mi culpa—manifestó angustiado.

—Camilo...no te preocupes, lo hice porque yo perdí a un hijo parecido a ti, y no pude protegerlo cuando él me necesitaba—expresó con voz débil.

Ya la ambulancia llegó enseguida se apartaron para se lo llevaran, la maldad de Sabine no tenía límites a ella no le importaba a quien matar si esa persona se le atravesaba en el camino y no estaba de acuerdo con lo que pensaba simplemente acaba con su vida, se tomaron de las manos y con gran tristeza vieron cómo se llevaban a Franco en la ambulancia.

—Hasta cuando no perseguirá—alegó Alan con preocupación.

—Sin duda una persona sin escrúpulos, el problema es dónde encontrarla.

Mientras hablaban un hombre alto con barba ojos color café se acercó a ellos y comenzó hacerle una serie de preguntas, la pareja le contó con detalles todo lo que Sabine cometió e incluso el secuestro de ambos.

—Mi nombre es Lancelot Abela y de ahora en adelante los estaré protegiendo de Sabine, es mejor que no estén aquí los llevaré a mi casa por esta noche y luego partiremos de aquí, ella no puede dar con ustedes.

—¿Será buena idea?—le pregunta Alan.

—Sí, estoy entrenado para lidiar con este tipo de personas, por eso es importante que vengan conmigo.

Alan fue a la habitación y fue por sus pertenencias en cuestión de minutos ya estaban saliendo del hotel, Lancelot les informo que ya había hablado con el comandante encargado y aceptó que fueran protegidos mientras tanto, era importante que estuvieran lejos de Sabine porque ya se dieron cuenta de lo que puede hacer cuando no obtiene lo que quiere, al montarse al auto ninguno hablaba solo estaban en silencio hasta que Camilo decidió hablarle a Lancelot preguntándole que desde cuando era policía.

—Ocho años exactamente, aunque estuve ausente por un tiempo por el fallecimiento de mi pareja—respondió.

—¿Puedo saber que le pasó?—preguntó Camilo.

—Camilo, no creo que sea apropiado preguntar eso—interrumpió Alan tocando su brazo.

Les cuenta que su hermana murió en un enfrentamiento y él no logró hacer algo por salvarla, fueron tiempos difíciles donde el estuvo perdido, desanimado y sin ganas de seguir su trabajo, hasta que un día pensó en salir de eso estado tan deprimente y decidió buscar al criminal que acabó con la vida de su hermana gemela.

La casa de Lancelot estaba algo retirada de la ciudad decía que le gustaba tener tranquilidad al momento de dormir, en quince minutos ya estaban llegando, entraron a la casa y les indicó en donde estaba la habitación que usarían. Pensó en darle una habitación a Camilo por separado pero no aceptó, quería dormir en la misma habitación que su novio, Alan estaba algo apenado por abusar de la confianza de Lancelot y le pedía disculpas en varias ocasiones.

—No se preocupen, esto no será mucho tiempo, siéntanse cómodos—expresó con una sonrisa.

Quedaron solos en la habitación y Camilo lo besa causando cierta sorpresa, el pelinegro le corresponde para luego abrazarse finalmente pudieron estar juntos y tener un poco de tranquilidad. Nuevamente se vuelven a besar pero el beso se hizo más intenso, el castaño besaba el cuello de novio sutilmente provocando que su piel empezara a erizarse, comienzan a quitarse la ropa quedando en ropa interior poco a poco se iban dejando llevar por la pasión, Camilo comenzaba a retirarle el bóxer al pelinegro justo al momento de terminar de hacerlo Lancelot interrumpió el momento íntimo de ambos. Como pudieron se taparon, estaban completamente rojos por la pena al ser descubiertos de tal manera.

—Creo que llegue en mal momento—manifestó riendo.

—La verdad es que...discúlpanos—expresó Camilo mientras se subía el pantalón.

—Bueno solo quería decirles, que Franco está fuera de peligro. Pueden continuar lo que estaban haciendo, aquí nadie los detendrá.

—esto debe ser una broma—declaró Alan tapándose con la sábana hasta la cabeza. 

ALAN© [COMPLETA] (Libro 1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora