Capítulo V: La Realidad De Alan.

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MULTIMEDIA: JAYMES YOUNG//MOONDUST.


Era lunes por la tarde y ya todo estaba listo para que ambos chicos fueran a casa, por suerte Alan logró llamar a Clarisa para que fuera por ambos. Su teléfono no resultó dañado y logró comunicarse con ella. Al enterarse que Camilo iría en el mismo auto no paraba de hacer mini gritos cosa que no le causaba gracia a él, quedaron que iría por los dos a las dos de la tarde solo faltaban unos minutos.

—Creo que era mejor irnos en taxi—sugirió Camilo.

—Clarisa no tardará mucho, aunque a veces me provoque ahorcarla a ella no es impuntual.

—Bueno yo solo decía, para no incomodarla—respondió.

Tras varios minutos sin decir nada el silencio es interrumpido por la chillona voz de Clarisa, abraza a su amigo y le acaricia el cabello de manera cariñosa. Le expresa con cierta molestia no haber recibido alguna llamada, Camilo saluda a la chica y esta responde muy coquetamente para luego hacerle un guiño a su mejor amigo dando entender que lo aprobaba. Alan solo se limitó a respirar sin pronunciar palabra alguna, aunque en realidad aquello decía mucho.

Clarisa hablaba con Camilo mientras se dirigían al departamento, prácticamente ella estaba ignorando a Alan. Parecía un interrogatorio incómodo, sus preguntas eran tontas pero con intención de responderlas de una manera u otra ella solo lo analizaba buscaba algo que no cuadrara, sin duda no hubo algo malo todas sus respuestas fueron acertadas.

—No era necesario lo que acabas de hacer—hablo Alan desde el asiento trasero.

—No empieces, solo quiero conocerlo, además podríamos ser tres de ahora en adelante—respondió Clarisa muy sonriente.

—Eso sería genial, bueno mi círculo de amistad no es tan grande, lo genial es que los tres estudiamos en el mismo lugar.

Finalmente llegaron al departamento, Camilo se bajó del auto para ayudar al chico ya que aún no se acostumbraba a caminar bien con el yeso. Mientras tanto Clarisa se estacionaba bien y rápidamente abrió la puerta principal, solo tomó unos minutos llegar al alojamiento ambos se encargaron de llevarlo a su habitación para que estuviera un poco cómodo. Lo primero en revisar Clarissa fue la nevera, enseguida se quejó de que estuviese vacía, expresaba que era inaudito que Alan tuviese su nevera así que le impresionaba que no estuviese al borde de la desnutrición.

—¿Y si ordenamos algo de comer?—propuso Camilo.

—Excelente idea, Alan ama el bagel con queso crema, le das eso y te amará por siempre—dijo en voz baja.

—¡Clarisa!—Gritaba Alan desde la habitación.

—¿Que? Es la verdad, además ya Camilo se ofreció, ya los está ordenando. Por mi parte yo pedí una pizza margarita para los dos.

Aquello le molestó mucho porque Clarisa estaba abusando de ciertas cosas personales, le llamó desde la habitación. Ella cerró la puerta y se sentó en la cama junto a él, Alan reflejaba en su rostro molestia. Enseguida su amiga lo noto, intentó convencerlo de que no estaba en mal plan lo que hizo sino para que Camilo conociera un poco de sus gustos. Suspiro y no respondió solo se ahorró lo que iba a decirle, le comunica que iba a dormir un poco que lo despertara cuando llegara la comida.

—Al, no te enojes por favor—suplico Clarisa.

—No estoy molesto, estoy muy feliz, déjame solo por favor—respondió con voz gélida.

Ella salió de la habitación algo cabizbaja causando cierta curiosidad en Camilo, una parte de él quería preguntar que sucedía y la otra solo permanecer en silencio para no incomodarla. Hasta que ella habló por sí sola, le explicaba que Alan se había molestado por lo que ella le dijo que no era mala intención de su parte solo lo hizo para alegrarle su tarde pero obtuvo lo contrario. El castaño aconsejaba que no lo tomara mal que quizás solo fuera el momento, lo importante era que no le diera tanta importancia a lo que sucedió anteriormente.

ALAN© [COMPLETA] (Libro 1)Where stories live. Discover now