Capítulo III: Accidente.

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Era sábado por la mañana y todo indicaba que habría una tormenta en la tarde, nuevamente el silencio era un acompañante más para Alan. Se encontraba en su cama acostado sin ánimo alguno, su cambio emocional repentino se debía a la muerte de su madre Alicia se decía a sí mismo que una parte de él murió también aquel día. La muerte le arrancó de sus brazos la persona más importante que tenía en su vida, cada vez su tristeza se tornaba más profunda era obvio que Clarisa no lo notaba porque él no era muy abierto con sus emociones.

Se levanta y se dirige a la sala para encender el televisor quería distraerse, si seguía recordando cada vez lo que sucedió en el pasado sería peor y eso no le devolvería a su madre. El aparato transmite la serie popular de los noventa "Friends", le parecía un poco gracioso aquel episodio al menos estaba algo entretenido con el programa. Su celular sonó y vio de quien se trataba aquella llamada lo sorprendió jamás pensó que su padre estuviera llamándolo, una parte de él no quería atenderlo y por otro le preocupaba si pasó algo malo.

—¿Diga?—musito Alan con tono serio.

—Alan, hijo, soy yo tu padre. He estado buscándote por todos lados, no sabes la incertidumbre que tuve todo este tiempo sin saber en donde te encontrabas.

—¿No puedes decirlo por aquí Alexander? Tienes conocimiento de nuestra situación actual, es mejor que vayas al grano.

—Hijo entiéndeme, he cambiado, ya deje de un lado la bebida.

—¿Entenderte? Eso es mucho cinismo de tu parte, no he olvidado todas las peleas que tuvimos, incluso los ofensas aun siguen en mi mente, también cuando me abofeteaste.

—He perdido mi tiempo, por lo que veo no quieres arreglar las cosas.

—Correcto, por el momento no vuelvas a llamarme Alexander—alegó colgando su celular.

La relación con su padre se vio muy afectada ya que Alexander se entregó al alcohol, lo vio como una vía de escape sin pensar que su hijo saldría lastimado por todas malas acciones que tuvo con él. En ese momento Alan lo necesitaba y solo obtuvo un padre ausente por eso le era difícil perdonar y olvidar lo que sucedió en ese año, en realidad sus llamadas eran constantes y nunca hubo una respuesta alguna. Seguía molesto por aquella llamada, buscó sus zapatos y se los coloco por suerte cargaba un mono y franela cómoda para correr un poco para poder tranquilizarse.

Le tomó minutos llegar al parque ya no quería correr por la calle dando a pensar que podría ser un asalto u otra cosa, en su reproductor estaba puesto "Faded" del británico dj Alan Walker mientras corría se dejaba llevar por la melodía de la canción. Al terminar la tonada paro de correr, su frente estaba llena de sudor bajo sus brazos a sus piernas estaba algo encorvado nuevamente tomó una posición correcta y fue por un poco de agua su garganta estaba seca.

Un gran árbol con frondosas ramas llamó su atención quería estar debajo de este, la mayoría de las personas dicen que si abrazas un árbol tu energía cambia. Él no quería abrazarlo solo estar bajo su sombra y descansar, olvidó que necesitaba hidratarse y justamente a pocos pasos estaba una tienda donde vendían jugos de naranja y agua. Camino hasta allá y compró una botella de agua fría, al momento de hacer contacto el agua con sus labios sintió un alivio. Se va alejando del local y percibió la voz de Camilo, lentamente bajo su botella e intentó huir la verdad no quería ser visto por él.

—Cualquiera diría que estás huyendo—enunció Camilo con tono chistoso.

—¿Yo? Para nada, es una coincidencia que te vea por estos rumbos nuevamente—respondió con una risa nerviosa.

—Por lo que veo estuviste ejercitándote un poco, yo igual hago lo mismo para mantenerme saludable.

—La verdad si, es bueno que lo hagas, en ocasiones también vengo para olvidar que tuve un mal día—le comenta Alan viendo hacia otro lado.

La conversación se hizo más agradable, por una parte Alan pensaba que el muchacho era engreído por lo que dijo una semana atrás tras encontrarse en la misma universidad. Incluso le estaba agradando su presencia, cada vez que se acercaban a la salida del parque justo al momento de despedirse se podía visualizar que un auto no marchaba bien y comenzó crear disturbios en lugares públicos el sonido alertó a los chicos, ya que algunas personas gritaban que un auto se aproximaba sin control. Todo pasó muy rápido y el vehículo iba directamente a impactar a Camilo, el instinto de Alan le decía a gritos que lo empujara y así ambos podrían salvarse de ser atropellados. Fue así, él lo empujó sin percatarse que era muy tarde para saltar para otro lado, Alan fue arrollado por esa persona que no controlaba su automóvil.

Todo fue tan rápido que se escuchó cuando el cuerpo de Alan hizo contacto con el suelo, fue seco y grave. Camilo grito y corrió hacía donde estaba, su pierna estaba sangrando y su rostro mostraba algunos moretones. Alguien gritaba que llamaran la ambulancia de inmediato, por la gravedad del asunto era importante que llegase de inmediato, Camilo tenía la cabeza de Alan en sus piernas sirviendo como de apoyo en caso de sangrara por la boca.

Su cuerpo le dolía, se quejaba aunque no eran gritos de dolor solo lo hizo por lo bajo. Las palabras que expresaba el chico para mantenerlo despierto eran inútiles, sus ojos poco a poco se iban cerrando hasta finalmente perder el conocimiento por completo causando un gran miedo a su nuevo amigo. 

ALAN© [COMPLETA] (Libro 1)Where stories live. Discover now