La Familia Potter

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Habían perdido la esperanza de tener un hijo o hija cuando, para su asombro y sorpresa, Euphemia descubrió que estaba embarazada y nació su amado niño, James.

Biografía de Euphemia y Fleamont Potter pottermore.com


La Familia Potter

—¿Pasarás el verano en la casa de Potter? —preguntó la pelirroja.

 Doblaba cuidadosamente su corbata escarlata con franjas doradas y enseguida la acomodó cuidadosamente en un organizado baúl.

—No el verano entero—aclaré —, sólo un par de días —dije mientras flameaba la túnica para extenderla y doblarla apropiadamente—. Llegaré a su casa, al día siguiente iremos a Dublín, dónde se celebrará el partido, y posteriormente, de vuelta a Londres.

—¿Y tu madre está de acuerdo? —cuestionó suspicaz. —Quiero decir... es un chico.

— Bueno, aquí entre nos... no le dije que iría a la casa de un chico—confesé en un susurró.

Marlene había entrado a la habitación. Mi ánimo alegre y entusiasta se había difuminado de golpe. Desvié el cuello hacia la pared opuesta a ella y crucé los brazos.

—Mary, ¿Podrías devolverme mi recordadora?—pidió Marlene en modo desganado.

—Lily ¿Puedes decirle a Marlene que he dejado todos los artículos que me ha prestado en su baúl?—pedí a la pelirroja con el mismo tono distante y frío.

—Mary, esto es absurdo...—opinó una impaciente Lily. Pero cerró la boca en cuanto advirtió mi fulminante gesto hosco.

—Echa un vistazo en tu baúl, Marlene—suspiró la pelirroja. Una vez se encogió de hombros, sin intentar intervenir en la tensa situación, continuó:—Bueno, espero que te diviertas en Dublín.

Sonrió con amabilidad mientras cerraba los broches de su baúl.

—Así lo haré—procuré decirlo claro y fuerte advirtiendo que Marlene lo escuchara.

Llegamos a la estación de Hogsmade arrastrando cada una el baúl de viaje y cargando con nuestras respectivas mascotas. Yo la jaula de una mini lechuza grisácea llamada Elvendork, Lily a su manso y gordo gato que se asomaba desde su hombro.  Marlene se mantenía distante junto con Abbott, notaba con pesar que nos evitaban la mirada con incomodidad. Imagino que durante ese viaje a Londres se tuvo que apretujar en el abarrotado compartimiento de las tejonas.

  Los cuatro Gryffindors habían abordado antes que la mayoría de los alumnos, seguramente con el fin de alcanzar un oportuno y cómodo compartimiento privado, como era su costumbre. Esos chicos siempre con sus secretismos. Era algo incómodo puesto que tendría que desbordar el tren junto a James. Lo acordamos de esa manera cuando le dije que no tenía forma de viajar a Dublín desde los suburbios muggles en Manchester (donde se ubicaba el apartamento en el que vivía entonces).  Aquél propuso una idea más practica: Quedarme en su casa para viajar juntos a Irlanda por medio de la Red flu. Desde luego no puse objeción. Conocer la casa de James, y estar cerca de él, era demasiado perfecto como para proponer otro plan.  

  Ahora bien, una vez en el Expreso estaba obligada a elegir un asiento y me parecía algo extraño tenerle tan ajeno hasta llegar a Londres, siendo que estaba por ser huésped en su hogar; sentía que debíamos por lo menos charlar un tanto y no tratarle como si aún fuéramos solo compañeros de curso. Sin embargo tampoco tenía intenciones de pedirle un espacio en su compartimiento sabiéndome una intrusa entre aquél circulo de amigos.  Además estaba Lily que no le hacía ninguna gracia pasar las siguientes ocho horas de camino junto con James. 

Amiga de James PotterUnde poveștirile trăiesc. Descoperă acum