Locatis lunático Lupin

4.9K 508 133
                                    

Locatis lunático Lupin

Oops! Ang larawang ito ay hindi sumusunod sa aming mga alituntunin sa nilalaman. Upang magpatuloy sa pag-publish, subukan itong alisin o mag-upload ng bago.

—Buenos días Lanzadora— Saludó James desde el balcón de la escalera en la sala común.

—Macdonald—secundó Sirius con su peculiar saludo a dos dedos en la sien.

—Hola Mary—Chilló el pequeño Peter.

Estaba sumergida entre una montaña de Libros de transformaciones, tomando apuntes ahí donde hubiera espacio en un pergamino que parecía más tinta que papel. Intentaba encantar el agua para transformarla en fuego, un hechizo complejo que involucraba cambiar temperatura, cuerpo físico y densidad al mismo tiempo, pero lo poco que conseguía  era sacarle un hilo de vapor al vaso de agua que tenía enfrente.

—Buenos días chicos— respondí con un bostezo. No había dormido bien y estaba tan desanimada que mi saludo era más quejido que voz.

Seguía al pie de la letra el encantamiento "Acuapyro" del manual, y repetía el conjuro como mantra frente a un vaso sin que los resultados mejoraran.

Sentí que James había saltado al asiento contiguo del sillón desde la parte trasera del mismo. Sirius le había imitado, sentándose a un costado mío. Habían hecho volar varios pergaminos fuera de su sitio y derramar el pomo de tinta sobre uno de mis libros. Estaba tan cansada y frustrada que no tenía cabeza ni para reprenderlos. Peter fue a sentarse al mueble individual, le concedía la cordialidad de por lo menos respetar mi espacio. 

Tenían el ánimo vivo y las energías al tope, como si se hubiesen empinado cuatro tazas de café expreso. Sirius tomó uno de mis apuntes y se puso a examinarlo mientras Potter acomodaba el vaso de agua frente a él, sacaba la varita de su chaqueta y la agitaba en el aire.

—Presta atención —me pidió. —"Acuapyro"—.

 De un coletazo simple y ligero había hecho aparecer una llamarada blanca y brillante donde había agua. Me guiñó el ojo con esa chulería tan propia de él.

—¡¿Cómo lo haces?!— pregunté frunciendo el entrecejo. Había tomado el vaso examinando de cerca la flamante llama blanca en su interior, incluso sentía que emitía calor.

—¡Ja! —Sirius soltó esa habitual risa que semejaba a un ladrido, había dejado de leer mis apuntes para concentrarse en mi cara de frustración y asombro. —Eres muy impresionable Mcdonald —opinó. Propinó un golpe al cristal con la punta de su varita. La flama de James se había extinto cuando un chorro de agua comenzó a brotar desde el fondo del vaso. Y enseguida imitó la llama de James, pero con la variedad de añadirle destellos plateados —. Hasta Colagusano domina este encantamiento.

—Si, hasta yo lo sé hacer —corroboró el rubio desde su asiento, añadiéndole sal a mi herida.

—Pues bien, genios, ilústrenme —pedí con desgano.

Amiga de James PotterTahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon