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"Te seguiré... porque te amo, por te has vuelto parte de mi alma, de mi cuerpo y de mi vida. No importa donde vallas, yo te seguiré... como un guardián que espera recompensa... y espera en su oscuridad que tú lo sigas.

Aunque queme la sal del tiempo mis heridas, aunque sangre el corazón en sangre viva... aún si el sol y las estrellas huyan y se acabe el día... mi corazón seguirá latiendo en agonía... porque se que es inevitable tu partida.... Te seguiré vida mía."

Cantaba su nana al oído, mientras Bella se acurrucaba en ovillo entre mis brazos, con sus manos en su vientre... al principio pensé que era porque sentía dolor, pero con las horas al verla dormir tan tranquila me di cuenta que sus manos sobre su barriga eran un signo de protección... ella protegía a esa cosa. Había dormido desde que despegamos del aeropuerto de Río de Janeiro, se movía intranquila algunas veces sobre mi regazo, murmurando varias veces algo incoherente sobre un bebé y uno hombres a los que debía alejar, yo solo atinaba desesperadamente a acariciarle la mejilla y mecerla sosteniéndola entre mis brazos, ella despertaba y me decía que estaba todo bien, que no me preocupara. Su barriga estaba más grande de lo que había estado antes de salir de la Isla Esme, ¿cómo era eso posible?... aparentaba llevar una gestación de al menos unos cuatro meses, una pequeña panza se asomaba de entre sus ropas evidenciando un embarazo ya maduro, su piel era más pálida que lo normal y ya se le podía ver unas suaves ojeras oscuras debajo de sus ojos. Bella no se estaba alimentando bien por el simple hecho que cuando ingería algo lo vomitaba minutos después, esa cosa que invadía su cuerpo la estaba dañando, estaba absorbiendo su vida, solo que ella no se daba cuenta... mientras yo, el culpable de todo esto, estaba a su lado viendo cómo esto sucedía.

_Edward... _ me dijo Bella con un suave susurro...

_Aquí estoy amor, dime..._ la abracé aún más fuerte, pero ella se revolvió incomoda entre mis brazos

_Estoy bien... solo tengo sed... _ me dijo mirándome a los ojos, llamé a la única aeromoza que había en el Jet, ella nos trajo un vaso de agua mientras miraba a Bella...

_ ¿necesita algo más?.... _ preguntó con una sonrisa de cortesía..._ dentro de unos minutos entregaremos el almuerzo_ dijo mientras sacaba una pequeña almohada del portaequipajes y se la entregaba a Bella.

_Gracias... pero no almorzaré, me siento un poco enferma del estomago..._ dijo mi esposa con una media sonrisa mientras tocaba con una mano su insipiente barriga. La aeromoza pareció comprender al verla,

_Oh... felicidades!. Cualquier cosa que necesite me lo hacen saber_ dijo mirándonos a ambos, para luego retirase. Escuche cómo Bella suspiraba mientras sonreía.

_¿Qué sucede?..._ le pregunté más por curiosidad que por preocupación, ella me miró diciendo,

_Es la primera persona que me felicita..._ dijo con melancolía para luego voltear la cabeza y recargase nuevamente sobre mi pecho. No pude evitar sentir remordimiento y pena por ella, este no era un embarazo feliz y me sentía culpable el que Bella no lo disfrutara, pronto eso quedaría atrás, solo esperaba que su predisposición para lo que nos esperaba en tierra fuera la mejor y ella no sufriera tanto, sabía que iba a ser una experiencia traumática para ella.... pero tenía la esperanza de que se recuperara rápido con la ayuda de mi familia y por sobre todo con mi apoyo y amor.

El resto del vuelo fue tal como había sido hasta ahora, Bella había dejado de vomitar, pero porque no comía y no tenía nada en su estomago para provocarlo.

Al aterrizar sonó mi celular y luego de ver que era mi padre me lo llevé al oído...

_Hijo, los estamos esperando en la sala de abordaje..._

Amanecer (por Edward Cullen)Where stories live. Discover now