Unión

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Sus manos se entrelazaron de manera inmediata, instintivamente. Se formó un nuevo silencio entre ambos, permitiéndoles apreciar los sonidos de la propia naturaleza que les rodeaba de cabo a rabo que tan desapercibidos solían pasar. Los dos se mantenían cabizbajos, con cierta timidez y un toque de nerviosismo.
Gladio se acercó nuevamente, despacio y con sumo cuidado, como si le preocupara dar un paso en falso. Sun se mantenía inmóvil, sin siquiera plantearse detener su aproximación.
Si bien podían oírse perfectamente las olas del mar y los cantos de los Pokémon costeros, lo único que sus mentes eran capaces de procesar era el propio latido de sus corazones, cada vez más rápido y fuerte. Por suerte para ambos, sintieron cierta tranquilidad tras verse sumergidos en un delicado beso que se había formado entre sus labios. Las manos se separaron y fueron esta vez los brazos quiénes decidieron rodear el cuerpo del otro, apoyándose cada uno en el hombro del opuesto. Y así permanecieron indefinidamente.

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