Capítulo 57. Y solo la luz los podrá salvar.

Magsimula sa umpisa
                                    

—Espero que esta sea la última vez que intenten matarte con veneno —ríe. A pesar de todo, su risa sigue siendo como lava que se cuela en mi corazón.

Mi cuerpo está bañado en sudor, y mis venas arden, no precisamente por el efecto de Attis en mí. Me odio a mí misma cuando mis ojos se llenan de lágrimas, al intentar soportar el dolor de sentir el veneno paseándose dentro de mí. Y no solo quería llorar por eso, sino también porque tenerlo tan cerca después de enterarme de todo era un martirio.

—¿Por qué no lo dijiste antes?

Un suave suspiro sale de sus labios, los cuales humedece con su lengua antes de hablar.

—Ya lo escuchaste... No quería que me odiaras, ya había pasado mucho tiempo desde que nos conocíamos —Cierra los ojos con una expresión afligida que atentaba a mi corazón—. Ibas a decepcionarte.

—Estoy decepcionada ahora mismo —balbuceo, acalorada y moviendome apenas para mirar hacia otra dirección—. Más decepcionada de lo que habría estado antes, y además también me siento medio muerta. Así que esto es una completa mierda.

Gimo con dolor cuando el ardor vuelve.

—Marly —me dice con seriedad, regañándome—, no digas eso.

Una risita cínica se me escapa, mi vista se tornaba borrosa de vez en vez. A lo lejos podía divisar a Tánatos merodeando a mi alrededor, sonriendo con una tranquilidad que no llegaba a mí. Por momentos quería llamarlo y tomar su mano de una vez, pero el miedo volvía a invadirme y sin pensarlo intentaba pegarme aún más a Attis.

—No vas a morir, vamos a salir de esto —El rubio vuelve a captar mi atención con esas palabras, acompañadas de su mano posándose en mi barbilla para que gire mi rostro hacia él—. No voy a dejar que te lleve.

Lo observo desconfiada, aunque una pequeña parte de mí quería dejarse tranquilizar completamente por sus palabras y la determinación en su mirada, no podía hacerlo.

—Sé que hice mal al no contarte la verdad, pero ahora permíteme decirte mi verdad más reciente, Marlee —Ante mi cansancio e incapacidad para hablar, solo muevo ligeramente la cabeza para invitarlo a seguir—. No podría soportarlo si mueres en mis brazos, no podría soportar seguir existiendo por la eternidad mientras tú estás fuera de mi alcance.

A la par que su voz se quiebra, mi corazón también lo hace. Lo odio tanto por hacerme llorar, porque ahora mismo me duele el alma al verlo tan desesperado. Lo odio porque lo amo tanto y no quiero que sufra.

—Nunca había odiado tanto ser inmortal —solloza, ahora él ha perdido la compostura y se abraza a mí mientras deja que las lágrimas caigan—. Perdón porque no puedo hacer mucho, Marlee. Solo te ruego, en mi egoísmo, que sigas luchando y no te dejes ir antes de que encontremos la forma de ayudarte.

Muerdo mi labio mientras las lágrimas caen a los costados de mi cabeza, mojando aún más mi cabello y goteando por mis orejas. Tengo deseos de abrazarlo y decirle que voy a estar bien. Al parecer, a pesar de todo, no puedo odiarlo por completo.

—Bien —es lo único que sale de mis labios, como si estuviese perdiendo el aire, mientras mi cuerpo tiembla.

El tiempo pasa, y yo lo siento cada segundo como una eternidad. El frío se ha colado en mí, y a pesar de todos los abrigos que Attis podía ponerme encima, sigo temblando en sus brazos, e incluso mis dientes castañean. Sé que todo empeora cuando mi barriga duele como el infierno y el sabor metálico de la sangre se aparece en mi boca. Pero aun así lucho por mantenerme despierta e ignorar al deambulante Tánatos que me tienta, acercándose cada vez más.

Naabot mo na ang dulo ng mga na-publish na parte.

⏰ Huling update: Jul 12, 2018 ⏰

Idagdag ang kuwentong ito sa iyong Library para ma-notify tungkol sa mga bagong parte!

Solo soy una Greengrass. (SSG)Tahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon