Capítulo 30. Una decisión de nueva vida.

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Capítulo 30. Una decisión de nueva vida.

Por más que rebusque en mi memoria lo que ha pasado, no logro encontrar el momento en el que vi a alguien herido. Pero ellas dicen la verdad, un sentimiento me asegura que no me están engañando. La sola idea de ser una asesina me llena de pánico.

— ¿Maté a Kile? —pregunto con la voz aguda, sofoco un grito—. ¡Lo maté! ¡Le lancé un rayo encima! Merlín, lo he matado...

Bajo mis piernas y recuesto mis codos en ellas mientras presiono mi cabeza. He matado a Kile, y por más hijo de la mierda que era, no debía hacerlo así. Qué hice, qué hice. Sólo quería evitar que lastime a Nico... Y yo había visto eso en una alucinación. Que estúpida.

¡Estúpida impulsiva, Marlee! ¡Eso eres!

—No mataste a Kile —niega una de las mujeres.

—Fue a una chica.

—De Salem.

— ¡Ah! ¡Eso no me tranquiliza! —escondo mi rostro entre mis manos—. Debería ir a Azkaban, pudrirme en una celda. Soy tan estúpida...

—Te lo dije —le mascullo una a la que estaba a su lado.

— ¿Quiénes son ustedes? —les pregunto mientras respiro hondo.

Murmuran entre ellas y luego caminan hacia la luz, donde podría verlas. Jadeo cuando veo que las tres carecían de ojos. Una de ellas levanta la mano y la extiende hacia mí, un sólo ojo estaba ahí y me miraba fijo. La situación no podía ser más asquerosa.

—Pareces estar a punto del colapso —comenta y la que estaba a su lado le arrebata el ojo.

—Muy pálida, sí... Como un muerto —suelta una risita y a sus lados las otras la codean—. Mal chiste, bueno.

—Somos las Moiras —dice una.

—Diosas del destino —corean y caminan hacia mí.

—Soy Cloto.

—Yo Láquesis.

—Y yo Átropos —culmina la que tenía el ojo, una sonrisita pasa por sus labios—. Y voy a cortar el hilo de tu vida en algún momento.

— ¡¿Qué?! —mi voz sonó más aguda de lo esperado.

Ellas ríen y se codean nuevamente, eso debe de encantarles.

—No te sientas especial —dice Cloto.

—Lo hace con todos —habla Láquesis.

Átropos asiente dándoles la razón. Pero claro, ¿cómo me atrevo a pensar que sólo quiere matarme a mí? Ella debe ser una gran diosa y tiene a más semidioses y humanos que matar.

—No será hoy —intenta calmarme—. Aún seguirás sufriendo, no te preocupes.

—Ustedes no saben tranquilizar a alguien —murmuro poniendo una mano sobre mi corazón, latía tan rápido y fuerte que ya me dolía.

—Bueno —Láquesis palmea el hombro de Cloto.

—Tal vez podríamos intentar tranquilizarte —dice ella y palmea a Átropos.

Esto es una jodida reacción en cadena, seguro terminará muy mal.

—La chica debía morir de todas formas —ay dioses, lo dije—. No es que si no se le caía un rayo a un lado y le daba un infarto iba a vivir por siempre.

Me quedo mirándola con la boca abierta. Ella hace una mueca—Tienes razón, no sabemos calmar a alguien.

—Soy una asesina —miro mis manos.

Solo soy una Greengrass. (SSG)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora