Errores [Harry Styles]

Capítulo 8

Entonces no espero ni un momento más y poso mis labios sobre los de ella. Los envuelvo y ella entreabre sus labios dándole paso a los míos, permitiendo que los acaricie con dulzura. Es una sensación nueva para mí, me está haciendo estremecer, es como si nunca antes hubiera besado. Suavemente acaricia mis labios, disfrutando cada roce, como si lo llevara esperándolo por mucho tiempo. La amo, me ama, siempre ha sido así, ¿Cómo pude ser tan ciego? La tenía frente a mis ojos y nunca me di cuenta, solo por pensar en las peores cosas de mí.

Con una última presión en sus finos labios me separo de ella, suspira y abre sus ojos lentamente. Me mira fijamente y luego se deja caer en el sillón. Me siento a su lado y la tomo de las manos.

-¿Enserio me amas? – pregunta sin apartar su mirada de mí.

-Sí – contesto sin vacilar – No me había dado cuenta pero siempre fue así. Dejé que todo lo malo que existía a mí alrededor me comiera y me destruyera, quisiste rescatarme y te ignoré. Una persona como yo no merece ser amado, Avril.  Y ahora me dices que me amas… me siento tan culpable por hacerte daño… pero te necesito, necesito de tu amor y de ti. Suena egoísta pero… quiero que te quedes a mi lado. 

No sé porque pero ella sigue llorando. ¿He dicho algo mal?, le estoy siendo completamente sincero, le estoy diciendo todo lo que siento. Se pasa una mano por su rostro.

-Me duele amarte – susurra ella – pero no tienes una idea de cuánto te amo.

-Y yo a ti – le digo posando mis manos en sus mejillas.

Ella toma una bocanada de aire, se acerca más a mí, me roza los labios con los suyos y siento como arden de deseo. Quiero besarla de nuevo y tenerla en mis brazos.

-Entonces ámame Harry, ámame.

No necesita repetirlo otra vez. La amo y la amaré. Acorto la distancia y vuelvo a besarla. Atrapo sus labios y les doy tiernas caricias, que poco a poco se van convirtiendo en más intensas, más pasionales. Ella enreda sus manos en mi cuello y yo la tomo por la cintura, pegándola a mi cuerpo, sintiéndola. Con su lengua ella delinea mis labios pero entonces abro mi boca y dejo que entre para que se encuentre con la mía. Sin dejar de besarla la aprieto más a mi cuerpo, la tomo en mis brazos y ella enreda sus piernas en mi cintura. Me levanto del sillón cargándola y comienzo a caminar llevándola en dirección a la habitación. La pego a la pared  y me separo de ella solo un poco y beso tiernamente su mejilla, ella sonríe pero mantiene sus ojos cerrados, disfrutando de aquel tacto. Mis labios bajan por su mentón y luego a su cuello. Ella ladea su cabeza  y se estremece en mis brazos. Se aprieta más a mí y yo la separo de la pared, vuelvo a besarla en los labios, cada vez que la beso es con mucho más entusiasmo.

Entramos en la habitación. La recuesto en la cama, la acorralo entre mis brazos, quedando yo sobre ella. Trato de no aplastarla. Me acerco a ella, abre sus ojos y me mira fijamente.

-¿Me amas? – pregunta.

-Muchísimo – respondo.

Ella sonríe complacida, me acerco más a ella y con mis labios rozo su rostro. Ella vuelve a cerrar sus ojos, dejándose llevar por las sensaciones. Vuelvo a poner mis labios sobre los suyos, ella me muerde mi labio inferior muy levemente pero eso es suficiente para que me estremezca de placer. Siento una de sus manos debajo de mi camisa, se pasea juguetonamente por mi abdomen, me llena de caricias. Me está volviendo loco. Me quito el abrigo que llevo encima y luego ella me ayuda a quitarme la camisa, dejando al descubierto mi torso. Ella me toma de la nuca y me atrae obligándome a que la bese de nuevo. Comienzo a levantar su blusa, quiero arrancársela, pero prefiero controlarme, ir lento y disfrutar de cada momento, sin prisas. Nos seguimos besando mientras voy despojándola poco a poco de sus prendas, de vez en cuando suelta gemidos y suspiros. Yo también estoy disfrutando de besarla, de tocarla y de acariciarla.