Capitulo 1

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Llueve en la ciudad de Londres. ¡Qué raro!, me digo a mi mismo. Me estoy empapando y la verdad es que no me importa mucho. Camino tambaleante por la banqueta, no me encuentro en todos mis sentidos, la cabeza me da vueltas, apenas puedo caminar, la vista la tengo nublada.

Hace unos momentos me encontraba en una fiesta, bebí hasta que no pude más, creo que me acosté con alguien, ni siquiera recuerdo a la chica. El último recuerdo que tengo, en donde todo estaba bien, aun sobrio, fue cuando me pasaron mi primera cerveza; después de eso lo único que hay en mi memoria es… música, alcohol, chicas; todo en una mancha borrosa.

Suelto un quejido y me agarro la cabeza, me siento muy mal. Estoy tratando de llegar a casa, tal vez ni pueda llegar. A lo mejor estoy perdido y por eso me estoy tardando tanto. ¿Voy en la dirección correcta? Ni idea, aun así sigo en línea recta.

Seguramente cuando llegue Avril  me pondrá una buena regañada, no va estar muy contenta con esta pinta que me cargo. Y menos si llego a estas horas de la noche, interrumpiendo su hora de dormir.

Avril es mi mejor amiga, somos amigos desde la secundaria y siempre me ha cuidado como si fuera su hermano. Ahora estoy viviendo con ella en su pequeño departamento. Hace ya un tiempo que me ofreció vivir con ella, no tenía a donde ir después de salirme de mi casa y ella quería compañía, además podríamos compartir gastos, pero debo admitir que esa última parte no salió tan bien como se lo esperaba. No había nadie más que se preocupara tanto por mí como lo hacía Avril, ni mi familia. A veces me siento mal por hacerla sufrir tanto conmigo, siento que soy una carga para ella, no entiendo porque no me deja solo, como los demás lo han hecho. Si yo fuera ella también me apartara de mí. Digamos que no me considero una buena influencia.

Reconozco el coche de nuestra vecina, un pequeño coche de color rojo que siempre estaciona en el mismo lugar. Entonces si tomé la dirección correcta, ya estoy ahí. Me giro a mi derecha y me encuentro con el callejón que llevan hasta el edificio. No es un edificio lujoso y elegante, es muy sencillo pero es perfecto para los dos. Gracias al cielo vivimos en la primera planta, solo hay unas escaleritas que llevan a la puerta del departamento; enseguida están las verdaderas escaleras que sirven para todo el edificio. Llego hasta las escaleras, tropiezo con mis propios pies y me caigo sobre estas.

-Au – digo con un tono extraño, ni si quiera dolió pero mi boca se abrió y exclamó el quejido. Suelto una carcajada, quien sea que me estuviera viendo en esos momentos pensaría que estoy haciendo el ridículo. Como si me importara.

Me pongo de pie nuevamente y sigo avanzando. La puerta está delante de mí  y la toco con desesperación, no creo poder encontrar las llaves en mi bolsillo. Ya no quiero estar bajo la lluvia, me empieza a molestar.

Entonces la puerta se abre y la chica que está adentro se deja ver. Solo lleva unos shorts blancos y una camisa que le queda demasiado grande, de color lila.

-¡Harry! – grita, no sé si es de sorpresa o de desaprobación -¿Ahora qué hiciste?

No es necesario contestar. Agacho la cabeza y miro el suelo, tratando de parecer avergonzado. Avril me toma de un brazo y me jala para que entre en la casa.

-Perdón, Avril - digo agachándome frente a ella – perdóname – ahora estoy en el piso, de rodillas  y con la cabeza hacia abajo. Escucho que cierra la puerta detrás de mí, el sonido de la lluvia es menos.

-Estas muy ebrio – dice con desaprobación y me vuelve a tomar del brazo para levantarme.

-Perdóname, Avril. Lo siento – mi tono de voz es horrible, se nota que estoy muy borracho – yo…

-Ahórrate las disculpas, Harry – dice mientras trata de que me quede parado, sin mucho éxito porque las piernas me flaquean.

Me abalanzo sobre ella, quiero abrazarla y decirle muchas veces más que lo siento, pues me da pena mi comportamiento. Todo mi peso se va contra ella y casi se cae.

-¡Harry! – se queja – Párate bien – me ordena. Me da un empujoncito hasta que me pone bien de pie. Me agarro a la pared y sigo con la cabeza hacia abajo.

Estoy demasiado aturdido, la cabeza sigue dándome vueltas y todo en la habitación se mueve.  Entonces no puedo aguantarme más, abro la boca y vomito. Saco todo lo que me bebí esa noche. Doy arcadas y el estomago me duele por el esfuerzo que estoy haciendo. Siento que ______ me toma la cabeza y me sostiene con fuerza. Me detengo unos momentos, pero sigo sintiendo asco.

-¿Eso es todo? – me pregunta ella.

Doy otra arcada y más vomito sale de mi boca. Ella sigue sosteniéndome de la cabeza, seguramente se está ensuciando de mi cochinada, pobrecilla. Por fin levanto la cabeza y respiro profundo. Mi garganta se siente rasposa.

-¿Ya? ¿O necesitas que te meta el dedo en la boca para que de una vez te saques todo? – me pregunta ella.

-Qué asco, Avril - le digo con voz adormilada.

- Métetelo tu, entonces – dice pero noto que no está enfadada, más bien está preocupada –Será mejor así, Harry.

Niego con la cabeza, y eso me marea. Me llevo una mano a la cara y me la restriego. Siento de nuevo el brazo de Avril enredándose en el mío. Comenzamos a caminar por el pasillo, no sé a dónde me lleva.

-Necesito bajarte la borrachera y si no vomitas todo no sirve de nada – dice mientras caminamos.

Estoy muy aturdido como para contestarle, siento que si abro la boca de nuevo volverá a salirse todo el vomito. Aunque ella esté diciendo que es bueno que vomite.

Me doy cuenta que me trajo al baño, comienza a quitarme la ropa empapada que traigo encima. No sé ni cómo me estoy manteniendo en pie.

-Te quieres aprovechar de mí – le digo riéndome.

Ella suelta una risita, de esas que suelta cuando la situación es seria pero el comentario le causa mucha gracia. Luce adorable cuando se ríe así.

-Que tonto eres, Harry – dice mientras me desabotona la camisa blanca – Nomás te emborrachas y crees que eres deseable para todas. Yo no soy tus groupies.

Le lanzo una sonrisa. “Groupies” me causa risa ese apodo.

-Lo siento – digo otra vez y ella niega con la cabeza pero no responde.

Ya no tengo camisa y ahora Avril me desabrocha el pantalón. Antes de bajármelo me quita los zapatos y los calcetines, luego tira con fuerza y me baja el pantalón de mezclilla que esta tan pesado por toda el agua que ha absorbido. Me quedo en bóxers, frente a ella. Avril se aparta y tira la ropa a una esquina del baño, luego va hacia la regadera y la abre. Me toma de nuevo del brazo y me mete en la regadera, el agua está caliente a comparación del agua de lluvia, se siente bien.

-Quédate ahí, si quieres vomitar hazlo ahora – me dice, creo que esta casi adentro de la regadera junto conmigo.

Como no puedo mantenerme en pie me agacho y me siento en el piso de la regadera con el agua cayendo sobre mí. Me abrazo a mis piernas y pongo la barbilla en las rodillas. Así me quedo durante un buen rato.

Ya estoy en la cama cuando vuelvo a abrir los ojos, el malestar no se ha ido y la cabeza me sigue dando vueltas como si me hubiera subido por horas al juego de las tacitas locas. Ya estoy completamente seco. Alguien me está acariciando el cabello. Seguro que es Avril. Sus dedos se enredan en mi cabello y ella habilidosamente deshace los nudos que se me forman sin que me duela. Me pasa sus manos también por mi frente y por mis mejillas. Creo que me encuentro apoyado en una de sus piernas. Suspiro con pesadez y ella se mueve un poco. No tengo fuerzas para moverme, ni siquiera para hablar y decirle que estoy mejor gracias a ella. Así que vuelvo a cerrar los ojos y dejo que mis sueños me envuelvan y me lleven a un lugar donde el malestar que siento no sea tanto. 

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Me gustaría saber que es lo que piensan del primer capitulo, ¿quieren más? Dejen comentarios, y no se olviden de votar y compartir ;D. Besos. 

Mi twitter @ilse8a  

Errores [Harry Styles]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora