Underpromise - Undertale Alternative Universe [EN PROCESO].

Capítulo 3: Delta Rune.

<<Frisk... Despierta.>>

<<Frisk...>>

-¡Frisk!- gritó Asgore. La humana despertó sobresaltada; estaba sudando y temblando. Miró hacia todos lados, y suspiró tranquila.

-¿Qué ocurre, p- Asgore?- preguntó, algo somnolienta, mientras restregaba sus ojos.

-Solo no despertabas. ¡Siento haber gritado! Pero tenía que levantarte de algún modo, mi niña.- se disculpó el rey.

-Luces algo asustada... ¿Qué ocurre?

-Oh, nada... Solo una pesadilla.

-Cuando era niño, solía tenerlas también. ¡Eran sobre un enorme humano verde que quería quitarme los dientes!- exclamó, haciendo mímica de algo parecido a un dinosaurio. Ambos rieron. -¿De qué trataba la tuya?

La niña mantuvo su vista en algún punto lejano, pensativa.

-Yo...

Sintió una fuerte punzada en la cabeza, pero intentó ignorarlo.

-No lo recuerdo.

-¡Oh, no te preocupes! Es mejor olvidar los malos sueños. ¿Por cierto, no se te olvida algo?

-Olvidar... ¿Qué se me olvida?

-¿Sabes que día es hoy?

La humana se sobresaltó. Casi olvidaba el viaje que esperaba hace tres semanas.

-¿¡QUÉ HORA ES!?- chilló.

-Nueve de la mañana. Hace quince minutos que te esperamos en el jardín de flores, pero creo que estabas cansada.

Frisk se levantó de un salto de la cama, se le había hecho tarde.

-¡Gracias papá, me cambio en dos minutos y voy con ustedes!- gritó la humana mientras lo empujaba fuera de la habitación. Asgore sonreía enternecido. Frisk cerró la puerta con fuerza, se quedó estática por unos segundos y se dejó recaer en esta, agarrándose la cabeza.

-¿Lo acabo de llamar "padre"?- se sacudió para volver en sí.- ¡No tengo tiempo para esto, tengo que cambiarme!

Con prisa se quitó el vestido blanco que solía usar como camisón, algo que le había dado Toriel y que a su fantasmagórica amiga por alguna razón le disgustaba. Lo dobló cuidadosamente y lo guardó en su ropero azul, del cual sacó su suéter morado y azul, una camiseta blanca y sus pantalones cortos y sueltos color azul. Luego, sacó de debajo de su cama sus botas rojas de lluvia que nunca se quitaba. Con todo puesto, tomó su mochila roja (que había preparado de antemano) y salió de su cuarto.

Atravesó los pasillos del castillo hasta, finalmente, dar con el jardín de flores. Bajó la cabeza; el pensamiento de que el chico tras la puerta podía ser su acompañante la inundó de nervios. Recorrió el jardín mirando al suelo, y al notar que estaba cerca de Toriel se colocó a su lado en silencio. La fantasma aún la acompañaba, pero sin su forma física.

-¡Oh, aquí estás pequeña!- voceó la reina. -Sans, ella es Frisk. Frisk, Sans.

Levantó la vista tímidamente; era un esqueleto unos cinco centímetros menos alto que ella. Vestía una sudadera cian con un motivo negro en la parte frontal igual al del vestido de Toriel, unos pantalones negros, gruesos guantes blancos y unas botas para nieve. De repente, extendió su brazo hacia Frisk. Ella simplemente estrechó su mano a forma de saludo, y en el acto sonó por todo el lugar un ruido de gases.

Pfffftttttffffttfftttftftfrtttftf.

-Pff, el viejo truco de el cojín ruidoso en la mano. ¡Siempre es divertido!- Exclamó el esqueleto.