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Estaba en la puerta del cuarto de Sasuke, ¿Qué hacia ahí? Le dieron el día libre y él puede hacer lo que se le antoje, pero... ¿Por qué temblaba? ¿Por qué no podía abrir la puerta, siendo que esta estaba abierta? Además de que el guardia a cargo fue a tomar un poco de agua.

"Muévete"

"Quiero verlo"

"Sasuke"

-Etto... ¿Naruto-san?- pregunto una de las enfermeras, después de tanto tiempo ya era conocido. Naruto dio un respingo del susto

-Ah, lo siento, es que estaba pensando- se disculpo con una sonrisa boba, demasiado boba

-Lleva 10 minutos pensando- se burló -¿Va a entrar? Sasuke-san debe tomar sus medicamentos en unos minutos-

-Sí, lo siento- La enfermera solo se despidió con una reverencia para luego irse

Miró de nuevo la puerta, respiro hondo y es que, no quería abrir y que Charasuke estuviera, necesitaba ver a Sasuke, hablar con él, solo eso le bastaría para seguir con el caso... Porque honestamente, estaba al límite

"Un paso más Naruto, uno y ya"

La voz del sabio pervertido de su padrino lee dio fuerzas, de una manera extraña pero lo hizo. Abrió la puerta lentamente, como si no quisiera y ahí lo vio...

Las miradas conectaron de inmediato...
Azul contra negro...
La hermosa oscuridad que lo enamoro...
Había vuelto...

-Sas...Sasu- logró pronunciar. Sus sentidos se activaron al verlo llorar

-Naruto-

-¡Sasuke!- dijo emocionado.

Pronto los dos se encontraban abrazados, llorando de felicidad, sintiéndose completos, al fin.

-Sasuke, mi Sasu... como te extrañe- lo apretó tan fuerte como pudo, no quería soltarlo, nunca más

-Naruto...-

A Sasuke solo eso necesito para sentirse a salvo, estar con él, verlo de nuevo, aunque se sintiera sucio, con Naruto... Ya nada importaba.

-Como lo siento... lo siento, lo siento...- gemía Naruto mientras lloraba desconsolado –Es mi culpa, lo siento...-

-No, Naru- lo separo para poder mirarse –Esto no es tu culpa-

Al sostener su rostro se permitió acariciar sus mejillas, esos ojos azules, le transmitía paz, una paz que en esos 7 meses necesito tanto, tanto.

-Sí tan solo te hubiera escuchado- hipaba -¡Soy de lo peor!-

-¡Basta Naruto!!No es tu culpa!- lo abrazo de nuevo -¡No es tu culpa!-

-¡Lo siento, perdón! ¡Lo siento, lo siento!- Sasuke no lo soporto más, lloro con él.

[...]

Kankuro estaba emocionado, las cuentas concordaban, al parecer Taikiga Kakuzu no había salido del país como lo presumía el acta que le entrego a su jefe, sino que se había hospedado en un pequeño motel y comprado comida en restaurantes cerca de donde encontraron a las víctimas y a Sasuke.

-Ahora, ¿Dónde estás bastardo?- siguió tecleando. Su teléfono sonó –Si eres Naruto te cuelgo de los pies- contesto fastidiado

-¿Resentido porque gano en la apuesta del futbol?- pregunto con un tono de burla

-¿Qué pasa Tenten?-

-Necesito que busques información de Hidan Kozuki- bastaron unos segundos en el teclado para encontrarlo.

Desesperación (Narusasu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora