c u a t r o

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esta vez si que la había cagado.

ya se encontraba en el equipo de atletismo, con la ropa adecuada y su grupo.

todos eran mucho más grandes y altos que él, no había ni uno que sea un desnutrido debilucho como él.

se sentía algo incómodo, ya que hasta el conjunto deportivo que le entregaron le quedaba algo grande.

y lo peor es que el entrenador los había mandado a hacer cinco vueltas al gimnasio sin parar, como calentamiento.

si a la primera y media vuelta ya estaba cansado, no quería imaginarse cuando lleguen a correr de verdad.

respiró un poco mientras se quejaba en voz baja y lloraba en sus interiores por el dolor que le generaba para después continuar corriendo como podía.

oía como cuando algunos del grupo pasaban a su lado hablaban entre ellos sobre él, riéndose un poco por lo ridículo que se veía intentando hacer la tercera vuelta sin cansarse.

obviamente lo hizo sentir algo mal, no era para nada divertido hacer eso y que tord no le dirija ni la mirada.

la clase continuó.

una hora más tarde era hora de ir a las duchas, lo cual el británico no había pensado antes.

creía que iba a morir de vergüenza, tenía ganas de llorar e irse corriendo.

solo quedó callado y copió los pasos de sus compañeros, pero haciéndolo de forma rápida para irse rápido.

cuando ya estuvo listo, tomó sus cosas y se fue a un paso rápido mientras que mordía su labio.

no pudo evitar que algunas lágrimas caigan por sus mejillas.

pero cuando ya estaba en la puerta del colegio, alguien lo tomó del hombro, lo dio vuelta y luego lo empujó contra el piso.

—hey, ¿a donde te vas?— dijo uno de los chicos mayores que era de atletismo, viendo como otros dos se ponían a su lado, acorralándolo completamente.— ¿acaso no te explicaron que este grupo no es para princesitas como tu?—

el de cuentas solo no sabía que decir o hacer y eso molestaba a los mayores.

—sabes, necesito practicar los golpes con alguien y al parecer tu eres el indicado.— continuó hablando, sonando sus manos mientras sentía como los otros dos lo tomaban los brazos y el mayor se acercaba para golpearlo.

cerró los ojos con fuerza mientras sentía como las lágrimas volvían a salir, pero en vez de sentir el golpe, escuchó como este se quejaba al parecer por dolor.

de un momento a otro dejó de sentir presión en sus brazos, así que abrió los ojos para ver lo que pasaba.

era tord, con las manos algo ensangrentadas por golpearles el rostro a los tres chicos.

cuando acabó de golpearlos, ayudó a thomas a pararse y levantar sus cosas.

—no llores chico lindo, esos idiotas ya saben que no deben meterse contigo.— le dijo el noruego mientras secaba las lágrimas del menor con cuidado.

—g-gracias.— contestó, desviando la mirada a la vez que un leve rubor aparecía en su rostro.— s-soy thomas.—

—yo soy tord, un gusto conocerte, pequeño.— le sonrió de manera coqueta, tomando la mochila del menor.— te acompaño hasta la puerta de tu casa, solo para asegurarme de que nadie te más siga.

—e-está bien.— así es como ambos comenzaron a caminar mientras platicaban hasta la casa del más bajo.

tal vez no le había ido tan mal en atletismo.

"banana brain" - tordtomWhere stories live. Discover now