7.

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-¡Suéltame! -grité-. ¡Déjame en el suelo!

Kevin comenzó a subir las escaleras conmigo en brazos y no me soltó por mucho que yo me removí e intenté bajarme. Finalmente resoplé, derrotada. Yo había recibido entrenamiento; podía vencer a hombres dos veces más altos que yo en una pelea, y aun así, me era imposible librarme de los fuertes brazos de ese delincuente.

Golpeé con furia su pecho, en un arrebato de ira, pero él aprovechó para apretarme aún más junto a él y se rió entre dientes.

Llegamos hasta nuestra habitación y cerró la puerta con el pie, llevándome a la cama y depositándome en ella bruscamente.

Sentí mi cabeza dar aún más vueltas al encontrar estabilidad. Joder, además estaba borracha.

-¿Qué pasa, agente? -se mofó, despeinándose su cabello rubio con una mano-. ¿Te pongo nerviosa?

Yo bufé.

-Odio que me sujeten, no soporto que me agarren.

Irónicamente intenté levantarme de la cama y me tambaleé peligrosamente, pero por suerte Kevin me sujetó antes de que cayera.

-¿Por qué estás así? -preguntó-. Casi no has bebido nada.

Mi mente lanzó una exclamación; ¿cómo que nada? Había bebido unas tres o cuatro copas de ron. ¡Nessie parecía tener la misión de emborracharme!

Por un segundo me planteé que eso pudiera ser cierto. Quizás querían comprobar de qué material estaba hecha.

-No estoy acostumbrada a beber.

-¿Os lo prohíben en la academia de policía?

Por fin conseguí levantarme sin necesitar su ayuda para mantenerme derecha.

-No lo prohíben, pero dudo que sea fácil reaccionar en un simulacro de tiroteo si tengo resaca.

Kevin me miró, extrañado.

-¿Simulacro? ¿No eres policía de verdad?

Me ruboricé al contestar, prefería no revelarle nada de mi vida a ese hombre. Al fin y al cabo sólo era un criminal.

-Acabo de salir de la academia -admití, molesta.

Di un par de pasos hacia el sofá, tambaleándome ligeramente.

-Quizás deberíamos tomar una ducha fría... -murmuró con voz sensual y yo no pude evitar reír, sarcástica.

-¿Ducharnos juntos? -pregunté con mi mejor tono neutral-. ¿Además quieres hacerme vomitar?

Sus ojos me recorrieron intensamente por todo mi cuerpo, deteniéndose finalmente en mis ojos. Durante un imperceptible momento se mordió los labios. Ese hombre era realmente atractivo, y lo sabía, por lo que estaba segura de que no dudaba en usarlo a su favor siempre que tuviera ocasión.

-Veo que no sabes disfrutar.

Abrí la boca para responderle, pero comprendí rápidamente que eso era lo que él quería, que participara en su juego.

En su lugar decidí guardar silencio y agarrar torpemente mi pijama en la mano derecha. Sin mirar a mi alrededor me dirigí hacia el baño, pero Kevin se adelantó y entró dentro.

-¡Voy a cambiarme! -exclamé.

-Ponte el pijama aquí fuera, te prometo que no miraré.

Diciendo esto, cerró la puerta del baño y yo, a regañadientes, volví al centro de la habitación. ¿Valdría la pena confiar en su palabra de que no miraría?

Me llamaron profundamente la atención las vistas que había desde la ventana: era de noche, por lo que la luna iluminaba suavemente los árboles que se encontraban alrededor del club. Estábamos a casi una hora de distancia de la ciudad más cercana, el club estaba a un par de kilómetros de un pequeño pueblo sureño.

Con torpeza me quité la camiseta, quedándome con un sujetador sencillo y negro. Tiré la camiseta al suelo, odiaba verme obligada a llevar esa ropa de stripper... Aunque, al fin y al cabo, eso es lo que era ahora.

Traté de bajarme los pantalones, pero mi cerebro, aún adormecido por el alcohol, me dijo que sería mejor quitarme esos estúpidos tacones primero.

Alcé la pierna y tiré de la bota con fuerza. En el instante siguiente sentí cómo el suelo me golpeaba con fuerza la espalda y el costado.

¡Mierda! Gemí, adolorida, y aún retorciéndome tirada en el suelo sin camiseta y con el pantalón corto medio bajado, traté de quitarme las botas desde allí mismo.

Pensaba que nada podía ser más patético en ese momento, pero comprendí que no podía estar más equivocada cuando alcé los ojos y me encontré con Kevin mirándome y riéndose en silencio, intentando pasar desapercibido.

Bufé con desesperación.

-Recuérdame que no vuelva a dejarte beber -dijo.

Peligro (#1 Trilogía MC)Where stories live. Discover now