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~llegaré tarde~

Aquellas palabras aún sonaban en la cabeza del menor, angustiado, llevo sus manitos hasta sus ojos para limpiar el rastro de lagrimas que habían sido derramadas hace apenas unos minutos, no se esperaba que aquel plan que tanto valor le costo armar, se fuese esfumado así de rápido.

Estaba confundido, lloraba porque no entendía la extraña actitud de Jeon, se preguntaba si el habría hecho algo malo, pero entonces no encontraba respuestas a sus insistentes pensamientos.

Las 04:00 am marcaban ya, y Jeon Jungkook aún no había llegado a casa.

Jimin comenzó a preocuparse temprano, pero luego de aquel extraño mensaje prefirió ir a la cama e intentar conciliar el sueño, algo que claramente no consiguió. Pero ahi se encontraba, secando algunas pequeñas lagrimas de sus ojos y mirando fijamente el reloj de su teléfono móvil, esperando por que Jungkook cruce la puerta en cualquier momento.

05:30, se rindió, cerró sus ojos y suspiró fuertemente logrando por primera vez en la noche sumergirse en el sueño, su mente no paraba de idear posibles situaciones en las que Jeon estuviese involucrado para explicar su ausencia esa noche, pero finalmente su mente se apagó, sumergiéndose en los brazos de Morfeo.

✨💫

-Amor...- escuchó una voz a lo lejos mientras abría lentamente sus ojos observando la figura frente a el, Jungkook estaba ahí - Lo siento bebé...- como si aquellas palabras fueran un clic, se levantó rápidamente sentándose en la cama y observo a la figura frente a él.

-¿Donde estabas? -habló rápidamente, esperando expectante la respuesta del mayor.

-Un problema en el trabajo...-susurró dudando unos segundos, pero finalmente asintió y continuó- Lo siento bebé, no volverá a pasar.

Jimin asintió suavemente, no haría mas preguntas al respecto.

~Después de todo, ya no estaba muy seguro de decirle mi enfermedad~

Pensó el menor.

-Ven, vayamos a desayunar- le comentó Jeon, a lo que el estomago de Jimin rugió haciendo soltar una carcajada al mayor.

Y con un asentimiento, ambos salieron de la habitación hasta llegar a la cocina, donde algunas empleadas aún se encontraban terminando de preparar todo su desayuno.

Comieron en silencio, después de todo, Jimin aún se sentía cansado ya que apenas habría dormido unas horas. Jeon parecía no querer comentar nada, simplemente no había palabras, era un silencio algo abrumador.

-Jungkook...- susurró Jimin temiendo molestarlo, el contrarío levantó la mirada de su plato, observando al pequeño algo confundido.

-¿Que sucede, amor? -Preguntó desconcertado, generalmente su novio le daba lindos apodos, el que le dijera Jungkook le estaba abrumando, de seguro su pequeño estaba enojado.

-D-debo ir con Mamá hoy, pasaré la noche con ella...¿t-te molestaría...-Jeon no dejó que el menor terminase de hablar.

-Claro que no, Minnie...puedes ir cuando quieras, yo te llevaré si quieres - le dió una de sus características sonrisas de conejo a lo que Jimin suspiro aliviado y rió al ver la expresión de su novio.

-Gracias Kookie...- se levantó de su silla luego de terminar su comida y caminó hasta Jeon para luego depositar un beso en la comisura de sus labios, a lo que el mayor correspondió tomándolo por la cintura y atrayéndolo hacia el, profundizando el beso.

💫🌸

-Bien, llámame si sucede algo o me necesitas -indica el más alto, cerrando la puerta de su coche mientras acompaña a Jimin hasta la entrada de su humilde casa, se queda unos segundos pensando y luego agrega - O si simplemente me extrañas, igual llámame -suelta una pequeña risa que contagia al menor.

-Lo haré - admite el de baja estatura sonriendo, para luego depositar un corto beso en los labios de su mayor.

-eso espero, bebé, te amo -susurra en su oído para luego comenzar a caminar nuevamente hasta su coche, subiéndose en el nombrado y esperando a que su novio ingrese a la casa, al percatarse que así había sido, comenzó a conducir hasta su mansión nuevamente.

Jimin ingresó a su casa, encontrándose con su madre a primera, por lo que recibió un fuerte abrazo y muchas preguntas de su parte, además de no parar de repetir un "gracias" a su hijo por esforzarse en pagar el tratamiento de su madre.

-Ven, ven! Hice tu comida favorita! -Exclamaba la mujer, totalmente feliz por su ya mejoría en su salud, además de tener a su hijo ahi le hacia sentir completa.

-Omma...no tenías porqué hacer todo esto -una risita escapó de los labios del pequeño al ver a su madre tan emocionada, el brillo en sus ojos volvió después de tanto tiempo, estaba tan agradecido de haber podido llegar a salvarla y que ahora se encontrará en ese estado.

-Claro que debía hacerlo! Eres mi bebé y gracias a ti y a tu noviecito -Jimin se sonrojó ante el tono complice de su madre- Es que puedo estar aquí haciendo la cena.

-Lo sé - sonrió el pequeño - Sabes que haría lo que fuera por ti, Omma.

-Mi pequeño...-susurra la mujer para luego acariciar los cabellos de su hijo- y dime...¿Porqué él no esta aquí con nosotros? -preguntó con cierto deje de curiosidad ya que esperaba que el novio de Jimin también cenara con ellos, dijo mientras colocaba la cena en los platos acompañados de los palillos, antes de comenzar a comer.

-Es porque quería hablar contigo de algo importante...-añade Jimin con algunos rastros de comida en su boca, mientras disfruta de la comida, aún que se encontrara algo nervioso.

-Oh...ya veo- su madre estaba algo preocupada, nunca había escuchado ese tono de voz tan apagado en su hijo.

Al terminar la cena, Park fue a ver a su adorable hermana a su habitación y luego de jugar con ella por unos minutos, le contó algunas historias para finalmente dejarla descansar ya que la pequeña se encontraba agotada.

Luego de caminar hasta el pequeño living de la casa, su madre lo esperaba con una taza de café para poder hablar a solas de es tema que tenia tan preocupada a la mujer, y tan inquieto a Jimin.

-Mama...por favor solo escúchame y no te alteres...¿esta bien? -El pequeño tomó las manos de su madre entrelazándolas, dejando algunas caricias en ellas. Lo que terminó por preocupar más a su madre si eso era posible.

-Está bien mi vida, solo dime- los ojos de Jimin se estaban cristalizando por lo que su madre lo tomó por las mejillas, limpiando sus lagrimas como cuando era un niño.

-Y-yo...comencé a sentirme mal hace un tiempo- comenzó intentando controlar sus lagrimas, respirando fuertemente para no perder el control- Y...cuando fui al doctor..y-yo...- su voz se quebró y fue entonces cuando la mujer lo abrazo como si dependiera de ello, como si fuese un cristal muy frágil al que debía cuidar con su vida.

Y es que Jimin ciertamente era muy Fragil.

-Chimchim...-Habló su madre, separándose lentamente para mirarlo a los ojos- ¿que sucedió, mi pequeño? -los ojos de la mujer ya se encontraban derramando lagrimas al igual que el menor.

-M-mama...- Las palabras no parecían salir por mas que lo intentara, y un grito ahogado se instaló en el.

-Solo dímelo cariño...-posó sus manos en el cabello de su hijo, acariciando lentamente y brindándole tranquilidad y apoyo.

-Y-yo...T-tengo...Cancer, Mama.

Millionaire ~✨ Kookmin ✨Wo Geschichten leben. Entdecke jetzt