Aquellas palabras habían dejado desconcertado al menor, ¿acaso Jeon Jungkook estaba diciéndole que lo ayudaría?. Parecía surreal y casi imposible, pero no lo era. Allí estaba el pelinegro esperando una respuesta, que luego de varios minutos de silencio se pudo oír un pequeño susurro.
- ¿Q-Que? - Era algo difícil de procesar, por lo tanto solo aquello había salido de sus regordetes labios.
-Si...yo, Lo siento- Jimin seguía en un trance , nunca pensó oír algo parecido viniendo de aquel multimillonario.- Se que tu Madre esta enferma, se que trabajas para costear su tratamiento pero este es realmente costoso y...-Una voz algo molesta interrumpió sus palabras.
-No necesito su lastima, señor- Un Jimin un tanto molesto, se dio la vuelta camino a seguir con sus labores, no podia creer que aquel pelinegro estuviera jugando así con el.
-No es eso, de verdad quiero ayudarte- Jungkook tomó del brazo al pequeño antes que este se alejara por completo- ¡Joder! Se que a ti te parece extraño, incluso yo aún no comprendo que es lo que me sucede, solo se que quiero ayudarte y que por alguna razón, me importas...
-Jungkook, yo...
-Shhh - el mayor lo estrechó en sus brazos con un cálido abrazo, ambos se sentían confundidos, especialmente Jimin quien no entendía aquel cambio de humor que presenciaba de su jefe, pero le daba igual.
Le daba igual porque ahora mismo era todo lo que necesitaba, necesitaba de un abrazo y aferrarse a ello.
Porque Jimin la estaba pasando mal realmente, y los brazos de Jeon se sentían tan seguros que el pequeño se aferró a ello. Y entonces lloró...lloró porque lo necesitaba. Porque habría un tiempo en que no lo hacia .
-Gra-Gracias...- Entre pequeños hipidos producto de las lagrimas, Jimin le agradeció a Jungkook mientras este luchaba por mantener a el menor entre sus brazos, se sentían una maravilla y eso a Jungkook le confundía.
💫✨
El día jueves por la tarde, Jimin y Jungkook salieron a dar una vuelta por el centro comercial, había pasado alrededor de tres semanas desde que el mayor ofreció su ayuda y desde ese entonces, todo marchaba bien. La madre del pequeño iba a ser tratada por la mejor medicina y eso a Jimin le emocionaba.
No tenia palabras para agradecerle al mayor sus acciones, incluso este ultimo había mejorado su relación con Jimin tratándolo con suma delicadeza y apoyándolo cuando este lo necesitaba.
Habían sido variadas las veces donde el pequeño necesito un soporte y Jungkook se encontraba allí, haciéndolo olvidar de todos sus problemas. Y eso hacia despertar un sentimiento nuevo en el menor, Jimin se estaba enamorando. Y Jungkook ciertamente ya lo estaba...o al menos eso el pensaba, por la forma en que se sentía cuando el menor estaba a su lado.
-Jeonggukie~ - susurró Jimin tomando el brazo del mayor, este lo miró esperando que continuara, amaba la ternura que emanaba el pelirubio - Me preguntaba si podríamos ir allí- Con un leve sonrojo, el menor señaló hasta una tienda de peluches y juguetes- Me gustaría llevarle algo a Hani...ahora que tengo algo de dinero, le comprare un peluche para que no se sienta sola. Ella ama los ositos! -exclamó un sonriente Jimin, y es que el pelinegro no podia mas con la ternura que este emanaba.
Se preguntaba como podia haberlo despreciado antes, si era un solcito para su aburrida vida.
-Claro que podemos, vamos - el alto le dedicó una sonrisa que muy pocos tenían el placer de observar, sus dientes de conejo se asomaron haciéndolo ver algo tierno. Y eso a Jimin le encantó, le gustaba saber que él era una de las personas que Jungkook dejaba apreciar aquel gesto.
Caminaron tomados de la mano hasta aquella tienda, a pesar de estar enamorados y de Jimin haber perdonado al mayor por su actitud tosca que había tenido en un principio, ninguno se sentía valiente de dar el primer paso, de avanzar en esa relación que llevaban de amistad hacia una mas intima.
-Este me gusta mucho- Jimin tomó a un pequeño peluche de osito en sus manos, sabia que su hermanita lo adoraría al tan solo verlo. Y eso a Jimin le ilusionó...
-Pues ese será- El mayor volvió a sonreír al ver a Jimin caminar hasta la caja donde una bonita chica atendía y cobraba aquel pequeño peluchito que tanta ilusión traía en Jimin. El menor se sentía muy feliz de poder hacerle un regalo a su hermana, con su trabajo y esfuerzo.
Y es que el pequeño ya comenzaba a fatigarse de que Jeon sea quien pagara absolutamente todo, desde hacia un tiempo que habría querido dejar de utilizar el dinero de Jeon pero ciertamente a este poco le importaba, Jungkook solo quería ayudar y eso hizo muy feliz Jimin, pero tampoco quería que el mayor pensara que abusaría de eso.
Por lo tal, ahora se sentía genial, no solo estaba al lado de la persona que hacia su estomago revolotear, si no que también las cosas iban bien y Jimin pronto se sentiría satisfecho cuando su madre se recuperara del todo.
-¿Te sientes bien?- Pero había olvidado un detalle y este era que la salud de Jimin no mejoraba, ciertamente a este no le importaba. Tampoco quería contarle a nadie sobre aquello y solo dejó que eso pasara, como si nunca hubiera pasado su descompensación . Pero todo tenia su precio, y ahora un mareado Jimin se encontraba aferrado a la chaqueta de Jungkook, quien lo miraba con su ceño fruncido, preocupado.
-Si! - Inmediatamente el rubio volvió a su postura, sin embargo su mano no se aparto de la del pelinegro.- No es nada - nuevamente mintió, dedicándole una gran sonrisa al alto, quien suspiró aliviado luego de ve la brillante sonrisa del menor.
-Esta bien Minnie~ iremos a comer algo, quiero decirte algo- Jimin se sonrojó al instante ante tal apodo, y se abrazó más al mayor, como si no pudiera por nada del mundo soltarlo.
La noche pasaba rápido, en unas horas mas tardes Jimin y Jungkook se encontraban en un lujoso restaurante donde cenarían y pasarían el rato .
Jimin estaba más que nervioso por lo que Jungkook tendría para decirle, en su mente negativa imaginaba uno y mil escenarios donde el pelinegro decía que todo había sido una farsa, que el no le importaba y miles de cosas mas.
Mientras en la mente de un nervioso Jungkook imaginaba una y mil formas de rechazo, porque ciertamente lo que quería decile al pequeño podría ser fácilmente rechazado y el no soportaría aquello.
Porque a pesar de su frialdad, Jungkook amaba a Jimin y lo destruiría el rechazo de menor. Por más que luchara por ser fuerte.
-Yo...quiero decirte algo, Minnie~ - El nombrado asintió en dirección al mayor, indicándole que siguiera con sus palabras, el lo escucharía. - Es...es complicado- Agregó, eso hizo crecer los nervios en el rubio quien ya por poco y sus pequeñas manitas comenzaban a temblar.
-Si es por el dinero, yo...-Quiso decir el menor, pero fue cortado rápidamente por el contrario.
-No! Claro que no Jimin, es que...- Rascó su nuca nervioso, había sido mucho mas complicado decirlo que ensayarlo en su mente, pensó.
-Entonces...-Park estaba confundido, no entendía porque de la actitud del mayor, creyó que este le pediría el dinero que había gastado en su madre pero parecía que el tema estaba totalmente alejado de aquello, y quiso volver a hablar...pero entonces el rubio fue nuevamente interrumpido por su mayor.
-Me gustas, me gustas Park Jimin- Los ojos del pelirubio estaban totalmente abiertos, impresionado. Lo que menos pensó fue que el diría aquello. -Y...Y de verdad no se que fue lo que me hiciste, Minnie... pero lo que tengo seguridad es que te amo, y no podría vivir sin ti.
-Park Jimin...¿Quisieras ser el novio de este viejo amargado?
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Millionaire ~✨ Kookmin ✨
FanfictionEl Joven de 22 años , Jeon Jungkook. Era alguien sin sentimiento alguno por la naturaleza, su arrogancia y egoísmo persistian aun ante la muerte de su querido padre , quedando asi al mando de una de las empresas mas grandes y asi millonaria de todo...
