Una chica en Delta

El Evento Benéfico

Camino por las tiendas mientras observo los vestidos que están expuestos en las vidrieras, buscando uno simple pero elegante y que no cueste tanto, algo un poco difícil hoy en día. Veo de lejos a Olive subiendo por las escaleras mecánicas y a Becka entrando a una tienda.
Hoy nuestra Universidad realizará el conocido y anual evento benéfico, cuyo dinero recaudado es para un hogar de niños. Además, todos los años un grupo de estudiantes realiza una visita a este hogar, y este año lo haremos nosotros. Estoy muy ansiosa, hemos recaudado muchas cosas para los niños y ya quiero ver sus caras cuando se las demos.
Observo un vestido en una de las vidrieras y sin pensarmelo dos veces entro esperanzada, pero cinco minutos después salgo con una expresión de enojo.

-Como si ese vestido fuera de oro- ruedo los ojos- ni lo quería de todos modos.

Continuo mi búsqueda, encontrandome con otro vestido que llama mi atención.
Se lo pido a la chica que me atiende y al probarmelo suelto un largo suspiro.

-Que decepción- digo mirándome al espejo- al maniquí le quedaba perfecto, pero claro mi cuerpo no es el mismo. Qué se creen, que todas somos super delgadas, por favor. Apenas respiro- seguro parezco loca hablando sola, pero que importa.

Luego de una hora por fin puedo encontrar un vestido decente y con el que me siento conforme.
Me encuentro con mis amigas en el lugar donde acordamos y volvemos a la Universidad.

(...)

Repito el video una vez más sin poder parar de reírme. No fue tan malo como esperaba. Ahora puedo decir que fui porrista por una noche, aunque no hice mucho, solo alentar, sonreír y una coreografía. Las verdaderas porristas hicieron todas las acrobacias, ya que a ninguna de nosotras nos salían, lo que es lógico.
Dejo mi celular sobre la mesa y continuo arreglando mi habitación, moviendo las caderas al ritmo de la canción que suena en el parlante. Las chicas no tardarán en venir para arreglarnos para hoy a la noche.

Estoy juntando una media del suelo cuando escucho el timbre.

-Los chicos abrirán- me encojo de hombros y un minutos después vuelve a sonar, a lo que grito- Steve, abre la puerta.

-Ábrela tú- me grita de nuevo.

-Tú estás más cerca.

-Tu habitación está en frente de la mía- el timbre ya ha sonado como unas tres veces.

-Las chicas están abajo y me matarán si las hago esperar.

-¿Becka?- dice y escucho unos pasos rápidos bajando por las escaleras. Hubiera empezado diciendo eso.

-Hasta que alguien abre- escucho y termino de ordenar al oír pasos en las escaleras.- hola.

Entran mis amigas y las saludo a todas con un abrazo.

-Hola chicas, ¿trajeron todo?- ellas asienten y comenzamos a prepararnos.

-Tengo noticias- dice una hora más tarde Jenna- ya está todo organizado, nos iremos la semana que viene, el viernes, y podremos quedarnos una semana.

Todas festejamos y nos la pasamos hablando de lo que podríamos hacer. Un viaje con mis amigas, van a ser las mejores vacaciones del mundo.

-Ahora entiendo porque estabas tan rara y desaparecías de la nada- digo, a lo que Jenna sonríe.

-¡Sorpresa! Costo pero lo conseguí.

Seguimos arreglandonos al ritmo de Bruno Mars y cuando terminamos bajamos las escaleras, donde al final de estas están los chicos. Ellos nos miran y sonríen.

-Están hermosas- dice Steve agarrando a Becka de la mano- me voy a poner celoso en el evento, todos te mirarán.

-No seas bobo- rie Becka.