Una chica en Delta

Mala Suerte y Venganzas

Si me hubieran advertido, esa misma mañana, que terminaría en un patrullero en dirección a la comisaría con mis mejores amigas y los chicos, podría haber hecho: 1) reírme en su cara por esa idea tan absurda o 2) pensar que con estas personas que tengo como amigos se esperaba cualquier cosa. Así que pónganse cómodos y lean atentamente, porque ahora les voy a contar uno de los días más locos, horribles, y otros adjetivos, de mi vida. Y, seguramente, no querrán perderse esta historia:

La mañana de ese día:

Me levante normal y, raramente, sin ningún inconveniente. Hice todo lo que se hace por las mañanas y baje junto con Oli, para luego de desayunar, irnos a la escuela junto con los chicos.

Al llegar, vimos a las chicas en uno de los bancos de afuera y nos acercamos a ellas.

-Hola- dijimos toda al mismo tiempo.

-¿Trajeron el trabajo de historia?- preguntó Becka.

-Me olvide, no puede ser- dijo Oli- ¿quién me lo pasa?

-Historia es a la primera hora- dijo Wendy.

-Si, ya se. Pero lo copio en clase- justo en ese momento sonó el timbre y todas nos dirigimos a nuestra primera clase.

Me senté con Oli en nuestro lugar de siempre, al lado de la ventana en el fondo. Seguimos conversando un poco con las chicas, hasta que la profesora entró. La señorita Johnson, la profesora más temida y odiada de toda la universidad, o eso me habían contado. Si no traías lo que te pedía en el día que había que entregarlo, a llorar a la iglesia, como decía. Con sus gafas enormes y la verruga en su rostro intimidaba a todos los alumnos.

-Buenos días estudiantes. Quiero que me dejen los trabajos encima de mi escritorio- agarré mi mochila y comencé a buscarlo. La noche anterior me había quedado hasta tarde para terminarlo, esperaba que me ponga un diez. Creo que casi me dio un paro cuando no lo encontré en mi mochila. No estaba. Seguramente me lo olvide encima de la mesa. Me levanté de mi asiento y fui hasta el escritorio de la profesora.

-Profesora, me olvidé el trabajo- le dije cabizbaja.

-Espero que esa no sea una excusa para no entregarlo señorita. Le sugiero que busque una solución o si no me veré obligada a ponerle una calificación baja. Tiene hasta el final de la hora para entregármelo o, a más tardar hasta el final del primer recreo.

-Si profesora- le conteste bufando.-¿puedo llamar a alguien para que me lo traiga?- me miro por unos largos segundo para luego asentir.

Salí afuera del salón al mismo tiempo que sacaba mi celular y llamaba a la residencia. Uno, dos, tres pitidos y al fin alguien contesto.

-Hola- me parece que era Nick.

-Nick, necesito un favor.

-¿Qué pasa Ema?

-¿Tu a qué hora entras?.

-Ahora en unos minutos. La profesora de química nos aviso que no va a asistir hoy, entonces entramos en el primero recreo. Pero yo tengo que ir a las practicas de fútbol, ¿por qué?.

-Necesito que me traigas mi trabajo de historia, esta encima de la mesa.

-Esta bien, ahora te lo llevo.

-Gracias, enserio.

-No es nada- luego de que diga eso colgó. Guardé mi celular y volví a entrar al salón.

Luego de lo que fueron unos diez minutos, divise a Nick fuera del salón. Pedí permiso para salir y me dirige hacia donde estaba.

-¡Gracias!- dije abrazándolo.