-Hola mamá- contesté mi celular, el cual hace unos segundos estaba sonando.
-Hola Ema, ¿cómo estas?
-Bien, ¿y tú?. ¿A qué se debe tu llamada?.
-Escucha hija, ¿te acuerdas que este fin de semana es el cumpleaños del abuelo Robert?
-Si, ¿qué pasa con eso?
-Bueno, tú sabes que el abuelo cumple 90 años, y...
-¿Y?
-Vamos a festejarlo y va a venir toda la familia.
-¿Qué?- pregunté. No es que no me gustara mi familia, ni reunirme con ellos, solo que mis parientes de parte de mi mamá son, ¿como decirlo?, raros. Y además mi mamá es de Argentina, por esa razón yo sé hablar español, y muchos de mis parientes vienen de allí.
-Oh vamos Ema, el abuelo solo cumple 90 años una vez, hazlo por él. Si quieres puedes invitar a tus amigos.
-Está bien- dije por fin. Haría cualquier cosa por mi abuelo.
-Gracias hija, te mandaré un mensaje con el lugar, la fecha y hora. Te quiero mucho Ema, nos vemos.
-Adiós ma- respondí para luego cortar la llamada.
Iba a ser un interesante fin de semana
(...)
-No puedo evitar decir que tengo curiosidad por tu familia, pero ¿por qué venimos nosotros?- me pregunto Nick, mientras bajamos las valijas del auto.
-Porque son mis amigos, y además las chicas no pudieron venir, salvo Oli.
-¿Y somos tu segunda opción?- dijo Daniel indignado.
-Claro- ellos me miraron mal- saben que los quiero. Bueno, primero aclaremos algunas cosas, mi familia es bastante "particular", así que si no entienden algo o alguien les hace algo no me pregunten, se arreglan solitos.
-¿Si nos quieren hacer algo?
-Ya verán.
Toqué el timbre de la casa de mi abuela, y pronto me abrió ella con una radiante sonrisa.
-Ema- exclamó y me abrazó.
-Hola abuela- estaba muy feliz de verla por fin- ¿y el abuelo?
-Esta adentro, pasen por favor.
Entramos a la casa de mis abuelos, con tan solo verla un montón de recuerdos se venían a mi cabeza, amaba esta sensación. La verdad, mi familia era bastante rara, pero los amaba como eran. La cantidad de anécdotas que tengo con mis hermanos y primos nunca me las iba a olvidar, aquí, en la casa de mi abuela, me sentía como en mi hogar, ya que este siempre fue el punto de reunión de la familia.
Caminé por el pasillo en dirección a la sala de estar, donde seguramente estaría me abuelo.
-Abuelo- grité y lo fui a abrazar.
-Ema, ¡hola!.
-Te extrañe muchísimo
-Yo también mi niña- me contesto y nos separamos.
-Abue, estos son mis amigos- dije y los presenté uno por uno.
-Mucho gusto chicos, espero que se sientan cómodos aquí. Pueden dejar sus cosas arriba en las habitaciones, Ema les mostrará el camino.
-Si, vamos. Y abuelo- dije y me miró- feliz cumpleaños- lo volví a abrazar con todas mis fuerzas.
-Gracias linda- me correspondió- bueno vayan.
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Una chica en Delta
Teen FictionQuién diría que una chica terminaría viviendo en Delta, una fraternidad exclusivamente para chicos, o eso era antes. En su primer año en la universidad Cornell, Ema, teniendo que elegir una fraternidad donde habitar, entre tantas de estas, se decide...