||CANCELADA|| Detener a Lucifer (Crossover Supernatural/Shadowhunters) CANCELADA

Capítulo 7

Dedicado a mi hermosa parabatai:ACassledanduro

En las Vegas, Nevada en el casino más lujoso y dedicado a la élite de la ciudad, tales como mafiosos, criminales y estafadores, se encontraba el dueño y señor de los Infiernos. Lucifer con su nuevo recipiente se paseaba por el casino atrayendo todas las miradas, con una sonrisa de autosuficiencia en el rostro y un carísimo traje negro.

Se acerco a la mesa de la ruleta y tomó asiento, colocando sus fichas encima de esta.

-Todo al 6.-Sonrió.

Toda la mesa le miró y pudo oír perfectamente como las damas allí presente suspiraban por él. Siempre se había sentido poderoso, pero esto era nuevo.

-5 millones al 6.

La ruleta giró.

-Gana el 6.

Las damas le sonrieron mientras que el resto le miraba sin poder creerlo.

-Y eso es solo el principio señores.

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Crowley tembló al verlo. ¡¿Qué cojones hacía Lucifer allí?! ¿Y quién era su recipiente? Estaba rodeado de mujeres que le sobaban, y él las toqueteaba, jugaba, bebía y reía. Los jugadores apostaban dónde Lucifer lo hacía, y el encargado estaba a su lado peloteándolo.

Sintió un escalofrió cuando los ojos azules del recipiente de Lucifer le miró. Era un recipiente precioso y con un poder extraordinario, no era humano eso estaba más que claro, pero el solo pensar que ahora Lucifer tenía como recipiente a un cazador de sombras, y no uno cualquiera, sino que uno tan poderoso le aterrorizaba.

-Mira quién está aquí.-Sonrió. Se levantó y caminó hasta él. Crowley ni siquiera pudo moverse mientras Lucifer le rodeaba los brazos con un brazo y lo llevaba a la mesa de la ruleta. - Este es mi amigo Crowley. Tráele un trago.

-Claro señor Alexander.

Recogió todo lo que había ganado y se sentaron en una mesa en un bar exclusivo de lujo, dentro del propio casino. Las dos prostitutas estaban sentada encima de Lucifer, bebiendo champan.

-Estas temblando Crowley.

Rió nervioso.

-Bueno, todos te temen no soy menos que nadie.

-Pero sí más que muchos.-Sonrió.

Crowley bebió de su copa nervioso.

-¿Quién es?

-Alexander Gideon Lightwood. Héroe de guerra. Arquero experto. Líder nato. El hombre perfecto.

-Sin duda.-Sonrió un de las chicas.

-Estoy deseando acostarme contigo.-Dijo la otra besando su cuello.

Lucifer pareció no escucharlas.

-¿Qué hay del Alce?

Lucifer alzó una ceja.

-¿Sam?

Crowley asintió.

-Sí, Sam. ¿Ya no será tu recipiente?

-¿Para qué?-Sonrió.- Alexander es más fuerte y aunque los Winchester son los únicos que pueden mantener a un arcángel en su cuerpo, él es un semi-ángel. No sólo su cuerpo es perfecto, su mente no está rota. Sí un poco sucia, es muy calladito pero joder. -Silbó.- La de guarradas que ha hecho y quiere hacer, pero bueno, teniendo la anaconda que tiene entre las piernas quién no.

-Así que...

-Que tiene un pedazo de rabo que-

-¡No me refiero a eso!

Lucifer rió.

-¿Traer el apocalipsis con Alexander? No.

-¿Cómo que no?

-El apocalipsis es lo que desea que haga Dios. Quiere una guerra, quiere que mate a mi propio hermano... No pienso obedecer sus órdenes.

Crowley frunció el ceño y Lucifer sonrió. De repente las dos chicas se desmallaron con los ojos, la boca, la nariz y los oídos escurriendo sangre. Crowley pudo oír golpes en el casino y también vio como los dos camareros y el barban caían al suelo con los sismos síntomas que las chicas. No le costó saber que Lucifer había matado a todo el mundo en ese casino.

-¿Así que mataras a la humanidad pero sin apocalipsis?

-Mejor aún. - Se inclinó hacia delante, tomó la copa de Crowley y bebió lo que quedaba.- Destruiré a la humanidad que tanto ama y luego subiré con Alexander hasta el cielo y haré lo que tuve que hacer hace mucho tiempo. Y ni los Winchester, ni mi sobrino podrá detenerme.

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-¡¿Cómo le habéis dejado?!-Gritó Magnus con los ojos llenos de lágrimas. Izzy también lloraba, sentada y con las manos tapando su cara, Simon estaba a su lado intentando consolarla. Jace estaba abrazado a Clary gimoteando.

-Le traeremos de vuelta Mariconazo.-Le aseguró Dean.

-¡Cállate!-Rugió.- ¡Se lo habéis entregado a Lucifer! Mi Alexander...

Magnus se tambaleo y termino apoyado en la mesa.

Castiel se acercó a él y tomó sus manos, Magnus no le miró.

-Te lo traeré.

-¿Cómo? Es de Lucifer de quién estamos hablando.

-Hay una forma.

Magnus le miró.

-¿Cuál?

-Miguel.-Dijo Dean.

Castiel lo miró.

-No iba a decir eso.

-Miguel podría contra Lucifer, podríamos recuperar a Alec.

-A costa de ti, además Miguel destruirá a Alec.

-¿Qué ibas a decir Castiel?-Preguntó Simon.

El ángel lo miro y se relamió los labios algo inquieto.

-Asmodeo.