Capítulo 21

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La convivencia con Mauro iba bien/mal ahre

Ósea, digamos que con Dylan se fusionan y me sacan canas verdes y de todos los colores posibles.

Es así como tener dos bebés en la casa.

Dylan está re contestador, por qué sabe que si lo reto, ahora lo tiene al padre que lo salva.

Voy a hablar con Mauro sobre éso, estoy perdiendo autoridad sobre Dylan, y no es que quiera que el nene sea un soldado, pero antes cuando yo decía "Eso no se hace", no se hacía.

Ahora cuando yo no lo dejo hacer algo, Mauro lo deja y me revienta las venas que haga éso.

–Dylan, dice el tío Mauro si querés salir a pasear con él y con Lola. – dije sentándome en el living, los dos me miraron.

–Si ma, si quiero. – dijo levantándose.

–Bueno vamos así te bañas, o querés que Lola te sienta olor a chancho?. – el negó frenéticamente, reí.

Dylan fue corriendo para el baño, iba a seguirlo pero Mauro me frenó.

–Es tarde para que salga a ésta hora, Zoe. – soltó serio.

Ah bueno, lo único que me faltaba, la frutilla del postre.

–¿Vos te estás escuchando, Mauro? La pelotudez que acabas de decir, son las seis y media de la tarde. ¿Cuál es tu problema?. – dije enojada.

–Ninguno Zoe, pero...– lo interrumpí.

–¿Ninguno? Entonces cerra el orto. – dije yéndome para el baño.

Bañe a Dylan y cuando lo terminé de cambiar habló.

–Mamá, poneme el perfume que me regaló el tío Mati. – dijo acomodandose el pelo, reí y asentí.

Le puse en el cuello y un poquito en la remera, lo estaba guardando y se quejó.

–¡Pero poneme más, mamá! – rodó los ojos.

Abrí los ojos, uní mis labios intentando no reír, y le puse más.

–Eeeeh a dónde te vas tan fachero enano?. – Preguntó Mauro riendo.

–A pasear con Lola, pa. – sonrió.

–Y con Mauro, Dylan. – Me metí.

–Ah y con Duki. – dijo restandole importancia.

–Lola es muy grande para vos, hijo. – acotó Mauro riendo, rodé los ojos y me fui a buscar la mochila del enano.

Medía hora más tarde Duki y Lola vinieron a buscar a Dylan para llevarlo a pasear.

Me acosté y me puse a boludear con el celular, estaba enojada con Mauro y no quería estar con él.

Me aseguré que Dylan estuviera bien mandandome mensajes con Lola, busqué mis auriculares e intenté dormir un rato.

Sentí que me movían del pie, abrí los ojos y lo vi a Lit.

–¿Por qué estás así?. – preguntó sentándose en la cama.

–¿Así cómo, Mauro?. –

–Así, indiferente y enojada.

–Por qué estoy harta. – Confesé sentándome.

❌❌❌

Estoy re gede con ésta novela, perdón.

Dylan - Lit KillahDonde viven las historias. Descúbrelo ahora