Capítulo 13

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Sentí que se estaban subiendo al sillón y que me agarraban de los pies, me desperté re cagado y cuando pude abrir bien los ojos lo vi a Dylan.

Lo ayudé a subir y lo acosté al lado mío.

–Casí me matas enano. – dije acomodándome el pelo, el rió.

–Mamá no se despierta. – dijo refregándose los ojitos.

–Debe estar cansada. – le sonreí y estire mi mano a la mesita ratonera buscando el celular.

Vi la hora, LAS 6:30 DE LA MAÑANA.

–¿Vos tenés idea de la hora que es?. – le pregunté a mi hijo, el negó confundido. – No, cómo vas a saberlo si sos un bebé. – me contesté yo sólo.

–Mamá dice que soy un bebé grande. –

–Obvio que si, sos el bebé de paaaaalta, palta es una fruta, ¿sabías?. – pregunté nervioso, casí la cago.

–Nop, no sabía. – dijo sonriendo.

–Ehhmm, bueno ¿querés que te haga la leche?. –

–No. – dijo serio.

–¿Te cam..bio él pañal?. – pregunté dudoso.

–Tonto. –rió, lo miré confundido.– Yo no uso más pañal. – sonrió, reí.

Necesito que alguién me ayude, soy un padre primerizo que no entiende un choto de bebés. Pero voy a aprender como sea.

–¿Vemos dibujitos?. – dije como último recurso.

–Siiiii. – gritó emocionado.

–Shhh. – puse mi dedo en su boquita. – Mamá está durmiendo, gordo. – el hizo una cara rara y yo reí bajito.

Puse Disney Junior y estaban dando Jake y Los Piratas del país de nunca jamás.

Supongo que a Dylan le gusta por que me cantó todas las cancioncitas en el oido, creo que ya me las se.

Después de unos treinta minutos no cantó más, me senté un poquito para verlo y se había dormido.

Lo acosté a mi lado, apagué el tele e iba a intentar dormir, total son las siete de la mañana ahre

Zoe Silva

Me desperté por que me daba el sol en la cara, me fije en la hora, las doce del mediodía, ¿por qué tan morza así?

Me dí vuelta y no estaba Dylan acostado, me levanté automáticamente.

Fuí al living y lo que vi me lo quise tatuar en medio de la frente.

Mauro y Dylan durmiendo abrazados, no saben las veces que soñé eso lpm.

–Nenes, levantándose que son las doce. – dije gritando.

Mauro se despertó al instante, Dylan lloriqueo un poco pero se despertó.

–¿Que hace acá usted mosito?. – le pregunté a mi hijo que estaba acostado en el sillón.

–Y durmiendo con Lit, mamá. – dijo obvio, Mauro rió. – Te hable cómo ocho vece'.– dijo levantando dos deditos, Mauro y yo nos tentamos. –

–¿Como ocho vece'? .– pregunté riendo, el asintió.

–¿Que nos vas a cocinar?. – preguntó Lit.

–¿Disculpame?. – pregunté haciéndome la ofendida.

–No, no te disculpo por que vos dormiste en la cama y nosotros dos acá solitos. – dije Mauro abrazando a Dylan.

–Si mamá. – mi hijo le dió la razón.

–Bueno, bueno. ¿Unas pizzas van?.–

–Re van. – dijo Mauro.

No salimos a comprar por que Mauro, cómo nunca, tenía todo.

Cociné y nos sentamos a comer.

–Dylan te estás manchando todo corazón. – dije limpiandole la boca, el rodó los ojos. – Dale que nos tenemos que ir a casa. –

–¿Podemos ir a la casa del tío Nacho?. –

–Si, hijo. Si podemos. –

Lit Killah

Otra vez con el Ecko, harto estoy ah re sacadito.

Levantamos los platos y le dije a Zoe que deje así nomas, pero cómo siempre, no me dió pelota.

Mientras ella lavaba los platos Dylan y yo veíamos tele.

–¿Vamos?. – dijo Zoe poniendose al frente del televisor.

–Mamáaaaa, permiso. – dijo mi hijo haciéndole señas con las manos.

–Dale gordo. – dijo Zoe poniéndole las zapatillas.

–Yo los llevo. – acoté poniéndome la campera.

–No te hagas problema eu. –

–Zoe, yo los llevo. – afirmé, ella asintió.

Subimos al auto y viajamos riéndonos de las cosas que decía Dylan.

–Llegamos. – dije mientras estacionaba en su casa.

Zoe me saludó con un beso en el cachete y se bajó. Dylan se cruzó para adelante y me abrazó.

Me tomó por sorpresa, no me imaginé que iba a hacer éso. Obviamente lo abracé yo también.

–¿Nos vamos a ver de nuevo?. – preguntó cuando se separó de mí.

–Obvio que sí bebé. – le sonreí.

–Dejé un autito en tu casa así le digo a mamá y me lleva de nuevo.– me susurró en el oído, reí.

Zoe buscó a Dylan y entraron a su casa. Arranqué el auto y me fui para la casa del Ecko.

[•••]

–Amigo, soy el papá de Dylan, ¿Entendes eso?. – dije emocionado.

–Si, ya lo sabía. – susurró, igual lo escuché.

–¿Qué? ¿Cómo que ya sabías?. – fruncí el ceño.

–Siempre lo supe amigo, si no te lo dije fue porque.. – Lo interrumpí.

–Vos sabías y nunca me lo dijiste, me perdí dos años y médio de mi hijo y vos no fuiste capaz de decirme nada Matías. – dije enojado. – Encima tenes el tupé de mirarme a los ojos y de decirme amigo, chabón. –

–Boludo, no te lo podía decir, ella me iba a odiar. – dijo triste.

–Ah, y ¿preferiste que te odie yo? Decime. – grité.

–No, no quiero que me odies, ni vos ni Zoe. Quería que te lo diga ella por que es un tema de ustedes, Lit. –

–¿Qué tema? ¿QUÉ TEMA? pedazo de gil, no es ningún tema, es mi hijo, un bebé que desconocí por dos años y médio chabón. – dije quebrando.

–Perdóname amigo, perdóname.– me quiso abrazar, pero me separe.

–Salí bobo. Mentiroso. – dije y me fui para el auto.

Él me siguió.

–Para Mauro, euuu. – fue lo último que dijo, por que arranqué el auto y ya no lo escuché más.

voten perras ahre las amo. 💛

Dylan - Lit KillahDonde viven las historias. Descúbrelo ahora