Capítulo 2

32.7K 1.7K 1.4K
                                    

2018, Córdoba - Argentina

–Dylan dale mi amor, se nos hace tarde. – le insistí a mi hijo que no se quería cambiar.

–No quiero. – se cruzó de brazos. Tan chiquito y tan contestador.

Estaba por hablar pero entró Paulo a ayudarme.

–Dale gordo, o querés que la mamá se vaya solita?. – Dylan negó. – Bueno dale bebé, vestite.

Cuando Dylan nació a los tres días me vine para Córdoba a la casa de papá.
Conocí a Paulo por que me perdí en la Plaza España (si re pelotuda) y el me acompañó hasta mi casa, de ahí nos hicimos re unidos.
No teníamos nada serio, chapabamos y garchabamos cuando queriamos, sin compromiso ahre.

De Mauro supe que tiene novia, mi ex mejor amiga, si es una wacha atorranta de mierda, para mi me cagaba con ella.

Mauro y mi hermana tenían los mismos amigos, pero le pedí por favor que le diga que había abortado, el le creyó.

Hoy volvía a Buenos Aires por que extrañaba mucho, aca solo eramos Dylan, papá, Paulo y yo.
Extrañaba a mamá y a Peque (mi hermana) y a toda mi família.

Ya habiamos llegado al aeropuerto, el avión salía en cinco minutos.

Me despedí de papá, estaba llorando, ama mucho a Dylan.

–¿Estás segura de esto? – preguntó Paulo con los ojos brillosos, mi amoooooor.

–Si Pau. – lo agarré del cuello – Vamos a volver pronto, te lo prometo. – lo besé.

–Te quiero un poquito. – me abrazó.

Nos separamos y él levantó a mi hijo.

– Te amo mi gringo, anda y enséñales a los porteños lo que es tener facha.– Sonrió y Dylan reía.

–¿No vas a venir? – preguntó en sus brazos.

–No chiquito. – hizo una mueca de tristeza. – Pero te voy a ir a visitar. – se abrazaron.

Paulo es lo más cercano que Dylan tiene de "papá" .

Él le enseñó a jugar al fútbol, a jugar a la play, se vestían igual, también me ayudo a que aprenda a ir al baño solito. El se portó muy bien conmigo, pero más con mi hijo, lo ama. Ojala hubiese conocido antes a Paulo.

Saludamos a papá y a Paulo y subimos al avión, rumbo a Buenos Aires.

El viaje no duraba tanto, una hora y veinte minutos, nada.

–¿Mami? – Dylan me sacó de mis pensamientos.

–¿Qué pasa? –

–¿Por que Paulo no vino con nosotros? ¿No nos quiere?. –

Reí al escuchar su pregunta tan inocente.

–Obvio que nos quiere, Dy. Pero Pau tiene que trabajar, no se puede ir asi nomas. El nos va a visitar pronto. – solté, el asintió y se acomodó mirando por la ventana.

Aterrizamos bien, tengo que admitir que estaba cagada.

En Ezeiza estaban esperandonos mamá, Diego (su marido) y mi hermana.

Mamá y Peque lloraron cuando vieron a Dylan, solo lo vieron tres veces desde que nació.

Subimos al auto y fuimos para casa, estaba feliz por volver, aunque un pedacito de mi cora se quedó en Córdoba con papá y Paulo.

Habíamos terminado de comer, y mi mamá habló.

–Dylan, ¿querés que vayamos a comprar con el abuelo? – preguntó

Dylan - Lit KillahDonde viven las historias. Descúbrelo ahora