Capítulo 6

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Me senté en uno de los sillones individuales mientras Mauro estaba sentado en el piso jugando con Dylan.

–Mamá, ¿nos traes coca?. – Mauro sonrió al escucharlo, yo levanté una ceja y asentí.

Me fuí a la cocina y le serví gaseosa a Dylan en un vaso de plástico y a Mauro en uno de vidrio.

Frijo tenía razón cuando me dijo "Acá Dylan y Mauro se van a ver de por ley", que incómoda que estoy.

Dejé de hacerme la cabeza y les llevé la gaseosa.

–Gracias. – dijo Mauro cuándo le di el vaso, yo sonreí sin mostrar los dientes.

–Mami, ¿Él también es mi tío?. – dijo Dylan mirándome.

–Dy.. – Mi celular empezó a sonar, gracias por tanto al que me llamó.

Agarré el teléfono que estaba en la mesita ratonera y atendí.

Llamada telefónica☎

–¿Hola?. –

–Hola hermosa, ¿como están?. –

Es Paulo, sonreí al escucharlo y me alejé de ellos.

–Bien Pau, ¿vos? .–

–Joya, como siempre. – río. – ¿Segura que vos estás bien?. –

¿Por qué se tiene que dar cuenta de todo?

–Si, ¿por? –

–Por qué te noto la voz triste, contame Zo. –

Me fuí para el patio para que nadie pueda escucharme.

–Está Mauro en casa. – dije con la voz entrecortada.

–¿Qué? ¿Qué mierda hace ahí?. – dijo gritando.

–Para Pau, por favor te pido. – suspiré. – Quería hablar conmigo y no quise. Pero Dylan lo vió y lo hizo pasar, lo conoció en el cumple de Matías. – confesé.

–Que cagada mi amor, bueno vos quedate tranqui eu. –

–Si... –

–Te extraño. – soltó, yo sonreí.

–Yo también te extraño rubia.– el rió, no le gusta que le diga así.

–Ya la cagaste. – reímos. – Te dejo, cualquier cosa me llamas. –

–Dale, nos vemos. – corté.

Fin de la llamada☎

Volví al living y me quedé inmóvil al ver a Dylan dormido en los brazos de Mauro mientras éste le acariciaba el pelo.

Salí de mi trance cuando Mauro me miró, me acerqué a él y hablé.

–Pasamelo así lo acuesto. – miré a Dylan.

–Ya te lo acuesto yo, decime dónde. – se levantó, yo asentí y caminé en dirección a mi habitación.

Lo acostó en la cama, lo miró por última vez y sonrió.

Le saqué las zapatillas al bebé y lo tapé.

Salió Mauro primero y salí atrás de el.

–¿Ahora si podemos hablar?. – preguntó.

–No hace falta, posta. – mire el piso.

–Sí que hace falta. –

Yo asentí e hice que se sentara.

–No me va a alcanzar la vida para pedirte perdón Zoe. – agachó la cabeza. – Fui un tarado, un inmaduro de mierda y seguro lo sigo siendo. –

–Me dejaste por Sofía, no por que no querías un bebé. – susurré. – Mi mejor amiga, Mauro. – Lo miré.

–Sí, pero me arrepiento, te juro que me arrepiento. –

–No se nota, seguís con ella. – miré mis manos.

–Eso no significa nada, no para mí. – suspiró. – ¿Cuántos años tiene el bebé?. –

–Dos. –

–¿Dos y cuanto?. –

–Dos, Mauro. – Mentí, tiene dos y medio.

–Sos una mamá con todas las letras.–

–Gracias. – Sonreí.

–Tendría que ser yo, ¿sabés?. – lágrimas recorrían sus mejillas.

–¿Eh? .– pregunté con mis ojos cristalizados.

–Tendría que ser yo el que estuvo con vos cuando tenías antojos, el que te agarró de la mano cuando Dylan estaba a punto de nacer, tendría que ser yo el que te bese todas las noches. – me miró unos segundos y volvió a hablar. – Tendría que ser yo el papá de Dylan, no Paulo. Conmigo tendrías que tener una família, no con el. – Se tapó la cara con ambas manos mientras lloraba. –

Me sequé las lágrimas y hablé.

–Ya está Mauro, no llores más, por favor. – Puse mi mano en su espalda.

Ya se que él me hizo mierda, me cagó y me dejo sola embarazada, pero no puedo ver a nadie llorar, menos a el.

Me miró, sus ojos estaban rojos por tanto llorar, me acarició la mejilla y habló.

–Te necesito Zo, y no sólo tu cuerpo. Necesito que me hables, que me digas que todo va a estar bien, que me des la tranquilidad que sólo vos sabés darme. –Lágrimas caían de mis ojos. – Que hagas las mismas boludeces que yo, que salgamos a caminar de la mano como antes, que nos amanezcamos hablando toda la noche de cualquier estupidez. – El me miraba con tristeza.

–Basta. – susurré.

–No te das una idea de lo arrepentido que estoy Zoe, por la mierda de persona que fuí con vos, me diste todo y te pagué de la peor forma. – se secó las lágrimas.– Fuí un pendejo calentón y te perdí cómo un gil.–

–Ya fue Mauro. – Sonreí falsamente. – Yo encontré a Paulo y me ayudo a superar toda ésta mierda y me dió un hijo hermoso.– Volví a mentir.

El asintió con los ojos llorosos y se levantó, yo imité su acción.

–Zo, vos no te merecías nada de lo que te hice y espero que algún día puedas perdonarme. Te amé y te amo, como el primer día. – Me dió un beso en la comisura de los labios y se fue.

Me agarré la cabeza y me tiré en el sillón.

Lloré y lloré todo lo que tenía que llorar, tenía que desahogarme.

Tendría que haberle dicho que Dylan es su hijo, pero no. Es lo mejor para los tres.

Que sad todo esto xd
Espero que lloren malditas perras ahre las amo
Espero que les guste, y si les gusta ya saben que hacer★ ahre

Dylan - Lit KillahDonde viven las historias. Descúbrelo ahora