05.2| Esperanza

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Algo aquí no cuadraba. ¿Por qué el idiota de mi hermano se encontraba sobre aquel sapo?. Mis conocimientos nunca llegaron a registrar tal poder de mi hermano, siempre fue un inútil sin la capacidad de realizar un simple jutsu. El no podía invocar algo tan gigantesco que requería un pergamino especial.

Tal vez el de alguna manera había logrado finalmente algo por su cuenta.

Sacudí mi cabeza y dejé de prestarle atención a las cosas absurdas, debía canalizar toda mi atención para acabar con esto de una vez por todas. El fin de la invasión era más importante que resolver mis dudas sobre el.

―¿Hermana? ―susurro mirando a la gran invocación y a su hermana con el asombro reflejado en sus ojos― ¿Qué es...?.

lo ignore para hablar con el pelirrojo―. Déjalo a él de lado, tu y yo tenemos algo pendiente.

Me miro inexpresivo y le regrese la mirada.

En lugar de pensar en mi propuesta... creo que me está analizando detenidamente. pensé frunciendo en ceño.

Después de unos segundos de haber hablado, su bestia se dirigió en mi dirección para atacar a la mía, esta se movió con agilidad y se enrollo en el cuerpo de la otra bestia, mientras esta gruñía cosas inentendibles para mí.

¡Ena asquerosa! ―gruño enfurecido― ¡Nunca podrás derrotarme, nunca pertenecerás a nosotros!.

Sinceramente no comprendía el porqué de aquellas palabras, la vida de Ena no era de mi interés y mi vida tampoco era mucho de su interés. Desde el día de su aparición acordamos que ella tendría que darme todo el chakra que necesitara para cumplir mis objetivos y los de ella. Sin prestarle atención a los gruñidos del biju del pelirrojo, intente encontrar la forma de regresar a aquella bestia a su contenedor. Aproveche que mi bestia se encontraba ocupada en retener al Shukaku, para saltar de su cuerpo y comenzar a escalar por la espalda de este intentando llegar a su cabeza donde se encontraba el pelirrojo. Sin embargo antes de poder llegar a el me intercepto con su arena.

Di un salto hacia atrás antes de que pudiera atraparme, si lo hacía, estaría más que muerta. Y no está en mis planes correr la misma suerte que aquellos ninjas del bosque.

El sapo gigante comenzó a ayudarnos abalanzándose contra la otra bestia. La pelea se había convertido en una clara desventaja para el biju de una cola, una invocación y el biju de cero colas peleaban en su contra.

Tenía que usar la distracción de ambos para poder crear un plan, el cual se me dificultaba al no tener conocimiento sobre como el biju había logrado salir de su contenedor. Existen varias maneras de sacarlas, una de ellas es por voluntad de ambos, otra por la fuerza y otra por un trance.

Si salió por voluntad de ambos, no podré hacer que regrese.

Si salió por la fuerza, será difícil hacer que regrese. Su cuerpo puede quedar dañado o bien la bestia puede ser más fuerte que el contenedor y ya no hay vuelta atrás.

Si salió por un trance, será fácil hacer que regrese. Solo hay que despertarlo, así la bestia no tendrá más control sobre su cuerpo y regresará.

―Ena. ¿De qué situación estamos hablando?.

Trance.

Asentí mentalmente mientras formulaba en mi cabeza una estrategia precisa.

Mi hermano, el sapo, el Shukau y el pelirrojo estaban tan ocupados peleando que no se daban cuenta de mi presencia. Usare esa distracción para crear tantos clones como me sea posible y así distraerlo, cuando llegue a su cabeza tendré que liberar una pelea con su arena de cerca, ahí entrara un clon con la transformación de mi hermano y lo atacara, usare un jutsu para colarme dentro de su escudo y así golpearlo con todas mis fuerzas para sacarlo del trance.

Ataúd Del Desierto ⸻ 𝗴𝗮𝗮𝗿𝗮Where stories live. Discover now