Perfect Love - G.C.F - ☆KOOKMIN☆

16. Primer día.

Seúl - Corea del Sur
Año 2017

— Ya bájame idiota, ¿Qué demonios crees que estás haciendo? — removiéndose nervioso, Jimin luchó por escapar del agarre posesivo de Jungkook.

— ¡Heey!, ¿dónde estás tocando?

— Tu culo.

— ¡Jeon Jungkook te voy a demandar por acoso! ¡No! ¡Secuestro! ¡Esto es un secuestro!

Agudizando el oído, Jungkook le escuchó al detenerse en la puerta de su habitación, deleitándose en una amplia sonrisa.

— ¿Secuestro? — enarcó una ceja —, no es secuestro si en el fondo quieres quedarte conmigo.

— ¡Me cargaste hasta aquí a la fuerza! — exclamó con emoción en su tono de voz. — ¡No quiero quedarme contigo!

— ¿No quieres? — le dio una nalgada— entonces deberías dejar de aferrarte a mí con tanta fuerza—, lo bajó sobre su cama.

— Idiota — murmuró, desviando la vista hacia la ventana de la habitación, no podía salir corriendo y el aleteo de las mariposas en su estómago tiñeron sus mejillas carmesí.

— Te quedarás aquí — dijo poniéndose de rodillas frente a él.

Jimin contuvo su respiración cuando el menor tomó su pie y lo inspeccionó. Siseó un poco ante el suave toque de sus manos, tenía razón, se sentían tan bien, siempre se imaginó que fuera así por como sujetaba su cámara. Con amor, dedicación y extremo cuidado, como si fuera a romperse. No lograba comprender por qué su cuerpo se rehusaba a seguir sus órdenes de apartarlo lejos de él.

— Tienes el tobillo hinchado, pero sólo es un golpe leve, creo — bajó la cabeza buscando establecer contacto visual - por eso te cargué.

Oh, se dio cuenta, a pesar de que lo oculté.

Jimin se había lastimado el pie al caer cuando rompió la llave de paso en su cocina.

—Bueno, en realidad te cargué porque quise. — sonrió y le guiñó el ojo.

— Eres un idiota Jeon — tieso sobre el colchón, apretó las sábanas en un puño.

— Igual llamaré a Jin para que te dé un vistazo.

— Déjame ir, me quedaré con ese chico que me ofreció su casa.

— De ninguna manera lo permitiré — gruñó levantándose — dije que te quedarás aquí.

Jimin tragó saliva raudamente mirando alrededor antes de clavar sus ojos en el rostro de él, incluso aunque quiso resistirse su lengua lo traicionó.

— A ver, permíteme reformular — suspirando se rascó la cabeza — no es una orden, es una invitación, puedes quedarte aquí mientras tu departamento sea reparado.

— Yo... — Jimin le observó pasmado, buscaba las palabras para contestarle, le costaba asimilar el errático y nebuloso comportamiento de Jeon, primero mandón y luego amable. Lo tenía tan confundido, pero las coloridas emociones que le producía lo tenían totalmente cautivo, algo había que lo llamaba a confiar. Pero tenía miedo. Tenía miedo de...

— Prometo no tocar ni un pelo de tu cuerpo mientras te quedes aquí — aseguró mirándole directo a los ojos.

Por favor no hagas eso, tócame.

Jimin negó con la cabeza espantando ese vulgar pensamiento de su cabeza y quedó en silencio mientras intentaba procesar lo que acababa de escuchar.