11. Comienzo

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Seúl - Corea del Sur
Año 2017

Fue un extraño amanecer, despertó con una fuerte punzada en la cabeza, incapaz de describir el lugar donde se encontraba. La maldita luz solar sólo golpeaba sus pupilas con molestia, parpadeó un par de veces buscando acostumbrarse y pasó sus manos sobre su pecho, tratando de ubicarse, sintió su desnuda piel.

Se incorporó flemático sentado sobre la cama y vislumbró a su alrededor, aún con la vista borrosa. Llevó la mano a uno de sus ojos y lo frotó, obligando a arrancarse la somnolencia que lo acompañaba. Miró a su costado, a su lado, una negra cabellera lo saludaba por la espalda, suave, brillante y bien cuidada.

Diablos. No.

Suspiró cansino, en ese momento lo recordó, la punzada volvió fuerte azotandole la cabeza, advirtiéndole de nuevo sobre su malestar, estaba mareado y quería vomitar. Despertar en la cama de una mujer era inaudito, pero se le estaba haciendo costumbre después de una noche de tragos. Sólo rogaba que hubiera usado protección.

Esto debía parar.

Se levantó de la cama como si las sábanas le quemaran, mas aún guardando sigilo, no quería despertarla. Masajeó su dorado cabello tratando de recordar cómo fue que había ido a parar ahí, y como no hubo respuesta alguna en su cabeza, se vistió lo más rápido que pudo.

En un trote lento, bajó las escaleras hasta salir del edificio donde reposaba y se encontró con una concurrida calle a plena hora pico, maldita sea, los destellos del astro sol eran demasiado fuertes para su delicada vista, punteaban más agudo en su cabeza. Sacó sus gafas de sol y las llevó a sus ojos, mientras volteaba a ver del lugar de donde había salido. Era un lujoso hotel, al menos la mujer de ahí tenía buen gusto. Sonrió vanidoso, por supuesto que lo tenía, había tenido la dicha de pasar la noche con él.

Subió la vista hacia el paisaje a su alrededor, aceras impecables, restaurantes, cafés, tiendas y rascacielos impresionantes adornaban ese sitio, gente glamorosa, estudiantes, hombres con traje, mujeres con vestido, personas aisladas en su propio mundo se dirigían con apuro a sus brillantes y lujosas oficinas. Ignorando el paso del contratiempo que interfería en sus vidas.

Gangnam-gu, era un barrio ostentoso, donde la fama, el orgullo y la vida de lujo eran lo común. A veces demasiado bullicioso.

Apretó su cuello tronando sus músculos cuando divisó la hora en el reloj de su muñeca, estaba tarde para la cita con Taehyung, según recordaba le había dicho tenía una noticia importante.

Definitivamente se avecinaba otro sermón más en su vida. Como los tantos que había estado escuchando los últimos meses desde que llegaron de Estados Unidos. Bueno, de todas maneras estaba acostumbrado.

Mientras pensaba una excusa algo desorientado, una mujer se le acercó en medio de la calle - ¿Park Jimin? - cuestionó.

El rubio reaccionó inconsciente al escuchar su nombre y la mujer lanzó un grito de júbilo que lo sobresaltó.

- ¡ES PARK JIMIN! ¡TODOS! VOY A MORIR NO PUEDO CREERLO. ¡KYA KYA! - la mujer comenzaba a presentar casi como un ataque de la emoción.

Diablos. Era momento de largarse.

Lanzó una rápida sonrisa fingida y agitó la mano en señal de saludo mientras sacaba las llaves de su pantalón, apretó ansioso el botón de alarma de su auto, atento a escuchar el lugar donde sonaría, incluso había olvidado donde lo estacionó.

- Con permiso, ha sido un placer y me gustaría quedarme pero tengo que irme ahora - dijo sonriendo. Mientras subía rápidamente en su vehículo, casi huyendo.

Perfect Love - G.C.F - ☆KOOKMIN☆Opowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz