Aumento.

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Las gotas de sudor caían lentamente por las sienes y cuello del moreno. Su negro cabello pegado a su frente, y sus labios algo hinchados por el exceso de calor en su cuerpo. Tomó una bocanada de aire en un intento fallido de calmar su agitada respiración. Su pecho subiendo y bajando con velocidad mientras terminaba por apoyarse en el marco de aquella puerta, mirando fijamente al brujo que estaba frente a él con su característico humo color rosa envolviéndolo.


—¿Cuántas quedan? No podrás soportar mucho más, JongIn...


El brujo frunció sus cejas. La expresión de preocupación era de lo más palpable, pero su espalda seguía recta y sus manos bien firmes al báculo que proyectaba una intensa luz.

JongIn le sonrió, alzando uno de sus dedos. "Sólo una" Y antes de que el brujo pudiese decir algo más, el moreno chasqueó los dedos y desapareció.

...

El viento golpeaba con fuerza en la azotea de aquel hospital abandonado, pero de todos modos, JongIn caminó tranquilamente. Sus pisadas apenas haciendo ruido contra el cemento, en aquel momento sólo se escuchaba el silbar de la próxima lluvia, el agitar de unas cadenas.

Las gárgolas.

JongIn amplió su sonrisa una vez que se detuvo frente a la gárgola más grande. La bestia le miró fijamente, desplegando sus alas.

Hubo un momento de silencio. Nada parecía moverse a su alrededor.


—Apenas te libere, las diriges a todas hacia la mansión de la abuela. ¿Si, preciosa?


El moreno extendió una de sus manos hasta la cabeza de la bestia, acariciando la mejilla de la gárgola con tanta suavidad que aquel enorme ser cerró sus ojos con algo que parecía ser satisfacción, entregado a las manos de JongIn.


—Es hora...


La gárgola abrió sus ojos y le miró con intensidad. JongIn asintió, agachándose a un lado de las enormes garras de la bestia mientras sacaba una llave del bolsillo de su chaqueta. Una llave dorada con el diseño de un trébol en la parte superior. JongIn apretó los labios y acercó aquel pequeño objeto hasta el grillete que mantenía presa a su amada gárgola. Sólo un giro, y la bestia quedó libre.

JongIn suspiró. Estaban todas libres.

Todas las gárgolas pasaron por su lado una vez que se puso de pie, todas dándole una mirada de agradecimiento, de fidelidad, y JongIn no podía hacer más que sonreír. Volvían a volar. La última, y más pequeña gárgola, se detuvo frente a él antes de seguir a las demás. JongIn le miró con atención, y no fue necesario más.

Soltó una carcajada, asintiendo un par de veces.


—Sí. ChanYeol también está allá.


Y alzó una de sus manos, sonriendo de medio lado a la bestia antes de chasquear los dedos y volver a desaparecer, alcanzando a escuchar las pisadas de alguien acercándose.

El rastro de humo negro quedó ondeando en el lugar donde estuvo, la pequeña gárgola emprendiendo por fin el vuelo para seguir a la suyas.

La puerta de la azotea se abrió repentinamente. LuHan dio un paso atrás cuando la fuerte brisa le golpeó, las gárgolas ya volando lejos de aquel lugar. No le quedó de otra más que hacer una mueca de insatisfacción, encogiéndose de hombros. Claramente poco interesado.

Demons (2° y 3° temporada)  [ChanKai/KaiYeol]Where stories live. Discover now