Capítulo 18

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La emoción era aún más que palpable en mi voz, mis manos comenzaron a temblar y todo aquello fué por la ternura y dulzura de la voz de mi novio al mencionar aquellas palabras. Sin embargo aceptar que no podía acompañarlo, tendría que estar con Vianey, era algo complicado elegir entre el amor y la familia.

- En verdad quisiera ir contigo. - ahogo un jadeo.

- ¿Porqué no puedes? O es que acaso, ¿no quieres acompañarme? -

- No pienses eso, que más quisiera yo, que ir contigo. Pero, mañana tengo un compromiso familiar, mi hermana, está embarazada y la ayudaré a dar esta noticia a la familia y a su novio. - escucho un leve suspiro a su parte.

- De acuerdo, trataré de regresar temprano, te quiero. Y felicidades a tu hermana y a toda la familia. -

- Gracias Chris, y mucha suerte. Te irá bien, te quiero. -

Eso es sufisciente para colgar el teléfono, evidentemente lo que yo más quisiera es ir con Mello, sin embargo Vianey me necesita.

Decidí dormir, descansar un poco para el gran dia que sería mañana.

(***)

La alarma me despierta, anunciando que el día tenía que comenzar. Eran cerca de las 8:00 am. Habíamos quedado de desayunar todos en un restaurant, en donde fuí ayer con Vianey para pedir una gran sorpresa.

Me bañé y arreglé para bajar a la sala, en ella ya estaban mis padres y Neferet esperandome.

- Buenos días hija, tú ¿Sabes donde está el restaurant en el que nos citó tu hermana? -

- Sí claro. Vamos - salimos de la casa unidos, como la feliz familia que hemos sido desde hace algunos pocos años.

- ¿Quieres conducir, hija? - preguntó mi padre dejándome sorprendida, casi nunca me dejaban manejar y el que hoy me lo propusieran hizo que mi sonrisa se hiciera más grande.

- De acuerdo. - tomé las llaves del auto, subiendo al asiento de conductor para comenzar a transitar por las calles de CDMX.

(***)

Bajamos del restaurant, noté a Vianey con Marcos sentados en una mesa al fondo.
Todos nos saludamos, para por fin tomar asiento y comenzar una agradable conversación de nuestras vidas.
Algunas de ellas acompañadas de graciosas anécdotas de Vianey y yo de pequeñas.
Hasta que por fin, llegó el momento.

- Mamá, papá, Neferet, Marcos... - habló Vianey. Todos prestaron atención, a Vianey. Mientras que yo, me acerqué al mesero.

- Nos podría traer el pastel que pedimos ayer en cuanto le haga la seña por favor. -

- Sí, por supuesto señorita. - volví a la mesa en la cual Vianey continúo hablando.

- No sé cual sea su reacción al saber esto, pero... a veces el destino nos impone motivos para seguir adelante o rendirnos, y tal parece que el destino decidió darme un motivo mas para seguir adelante. - posó tiernamente sus manos en su vientre, mientras voltee mi vista al mesero quien se acercó a la mesa dejando encima el pastel de chocolate. - Podrían todos leer lo que dice el pastel. - Marcos se levantó de la mesa, acercando su vista al pastel, su rostro fué serio hasta que terminó de leer la pequeña nota que estaba sobre el pastel. Mis padres hicieron lo mismo, leyeron con atención, ambos voltearon a mirarse, mirar a Marcos y a Vianey.

- ¿Seremos a-abuelos? - preguntó mi padre.

- Sí papá, serán abuelos y Marcos... serás padre, mi amor. -

Silencio.

Eso era lo unico que se escuchaba en la mesa, hasta que por fin todos abrazaron y apapacharon a Vianey, el primero en hacerlo evidentemente fué Marcos.

Todos estábamos felices.

- ¡¿Cuantos meses hija?! -mencionó mi madre.

- Muy poco mamá, apenas haré dos meses. - ahora tanto Vianey como toda la familia estaban más tranquilos y felices. Todos radiando sonrisas y felicidad en la mesa.

Bien podría decir que en ese momento la verdadera felicidad estaba siendo parte de mi, de mi familia, del mundo.

Mi teléfono comenzó a sonar, era un número que no conocía.

- Permítanme un momento. - digo a todos mientras me levanto del asiento para responder la llamada. - ¿Sí? -

- Buenos días, disculpe quisuera comunicarme con la señorita Evelyn. -

- Ella habla, ¿de parte de quién? -

- Un gusto señorita, bueno habla el señor Moe Shalizi, ¿le suena conocido mi nombre? - y pensándolo bien, si. Claro que me sonaba conocido, era el representante musical de Chris.

- Sí, por supuesto. ¿En que puedo ayudarte? -

- Bien, no sé si Chris, digo Marshmello le comentó del viaje que tenía a Cancún. -

- ¿Tenía? Sí, me lo comentó ayer. -

- Bien, señorita tengo por entendido que usted es la novia de Chris. -

- Sí, soy la novia de Chris. -

- Bien. Mire, tenemos una situación que nos preocupa y quisiera pues saber si Chris en efecto salió de México para Cancún. Tengo entendido que él, está radicando en CDMX por motivos personales. - mi corazón comenzó a latir frenéticamente.

- Sí, en efecto, Chris vino aquí a quedarse un par de meses. Pero, ¿Como que no llegó a Cancún? -

- Permítame, la pongo en espera, tengo una llamada entrante. -

- Claro. -

Nerviosa, estaba nerviosa, quizá Mello había tenido demoras, quizá me había engañado, no sabía que pensar. Mientras que mi cabeza ya estaba haciéndose nuevas y absurdas ideas. Los minutos continuaron avanzando y el manager de Chris no regresaba a la llamada.

- Estoy de vuelta señorita. Eh, mire. Quisiera pedirle que mantenga la calma, me acaban de llamar..., del hospital General de Cancún para informarme pues de un accidente. Describieron a Chris, me informan que está muy grave, es urgente la presencia de algún familiar pero Chris nunca ha mencionado a familia, así que iré yo, no sé si usted guste ir..., o en todo caso estaré informandole el estado de Chris. - sentí mi corazón errático. Ajeno a cualquier tipo de emoción más que la tristeza y el dolor punzante.

No podía mencionar palabra alguna, Chris, mi Mello había tenido un accidente. Quería verlo, estar con él, asegurarme de que ésta era una mala broma.

- Yo, yo iré con usted... Me... me comunicaré con usted cuando. Cuando... esté ahí... - comencé a llorar.

- No se preocupe, mantenga la calma señorita, estamos en contacto Evelyn. - cuelga el teléfono, mientras yo, continúo con mi llanto que en ese momento parecía incontrolable.

Un sueño increíble. © (En Edición) Où les histoires vivent. Découvrez maintenant