Capítulo 39

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Eddie:

Como era de esperar, Fran me llevó directamente a su casa, En realidad supe desde el primer día que corría el peligro de ser secuestrado por él pero por muy raro que pareciera, en ningún momento me molestó eso, incluso podría decir que casi que me gustaba. La verdad es que a pesar de que tuviera un pequeño apartamento para mí me resultaba muy solitario estar encerrado en mi habitación estudiando así que más de una vez iba a su casa para estudiar y de paso, acostarme con él (sobretodo cuando estaba a rebosar de tensión por la semana de examenes)

Su lujoso apartamento decorado con muebles de tonalidades oscuras estaba perfectamente ordenado y su aroma a perfume caro inundaba el lugar. Recuerdo que una vez le pregunté cómo lo hacía para mantener un carísimo apartamento y sus gustos aun más caros y encuando supe que era dueño de una franquicia con más de treinta mil cafeterías llamadas cupcakes & café repartidas por varios países sentí cómo todo mi ser encogía a su lado y es que sus cafeterías eran una de las más caras que había visto pero nunca imaginé que fuera dueño de tantas.

Nada más cerrar la puerta, Fran guardó las llaves en un pequeño mueble con un cajón color granate al igual que la madera de la mesa. Ni siquiera tuve tiempo para bostezar cuando Fran me agarró de la muñeca para arrastrarme hasta sus labios.

-¿Cada vez que venga a tu casa vas a acostarte contigo?

Dije algo vacilón tras el beso. Fran acarició con delicadeza mi mejilla y sonrió levemente.

-No lo puedo evitar y por lo que veo, tú tampoco.

En ese momento me límite a sonreir y regalarle un beso que se alargó durante varios segundos. Tanto el ambiente como nuestros cuerpos no tardaron en calentarse hasta que Fran decidió agarrarme de nuevo por la muñeca para llevarme a su cama.

Su habitación se encontraba con las cortinas largas a juego con las sábanas color ceniza y los mueble negros creaban un ambiente elegante. Poco a poco me recosté sobre el colchón mientras mi cuerpo era el lienzo de sus besos y caricias que creaban excitantes curvas sobre mi pecho.

Fran comenzó besándome cada vez con más pasión y continuó lamiendo mi cuello, sentía perfectamente lo lento que iba, como si quisiera que este momento no acabara nunca. Por mi parte, intentaba saborear cada roce de su lengua que cada vez se movía más feroz sobre mi piel.

Fui el primero en alzar las manos para arrancarle la camiseta y poco después desabrochar sus pantalones pero solo hizo falta que él me plantara un apasionado beso para hacer lo mismo pero quitándome los pantalones y la ropa interior de un solo tirón. No hablábamos ni comentábamos nada, nunca lo habíamos hecho, quizás era por el frío carácter de Fran o por disfrutar del momento pero nos conformábamos con sentirnos cada vez más cerca.

El hombre me sentó sobre su regazo besando cada parte de mi pecho hasta llegar a mis pezones para hacerme un pequeño pellizco con los dientes para luego lamerlos con dulzura obligándome a ocultar un leve gemido. Rodeé su cuello con mis brazos y le acerqué más a él y  como si hubiera entendido perfectamente mis intenciones, volvió a tumbarme sobre el colchón para poder sacar del bolsillo de atrás de sus vaqueros un pequeño paquete plateado. En ese momento vi posiblemente la imagen más excitante de mi vida: Fran agarró el condón aún cerrado con los dientes mientras pegaba un pequeño saltito para quitarse los pantalones dejándome una perfecta y excitante vista de sus abdominales. Cuando terminó de desnudarse rompió el paquete con sus dientes de un tirón y escupió a un  lado el resto de plástico, después me aparté un poco para que pudiera ponerse el preservativo y en cuestión de segundos volví a ser recostado por él mediante besos y curiosas caricias que comenzaban a inspeccionar mi cadera con sus suaves manos pero antes de que pudiera introducir uno de sus dedos en mi entrada le agarré la mano para lamerla con abundante saliva y es que, por muy suaves que fueran era mejor si estaban lubricarlas con algún líquido.

Enamorado de un chico de compañía (Primera Parte)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora