Capítulo 3

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LUKA:

Cuando abrí los ojos me sentía muy relajado, como si estuviera renovado y es que había dormido como un bebé, de verdad que lo de anoche anterior lo necesitaba...

Bostezando miré la hora en mi móvil. Todavía quedaban veinte minutos para que sonara la alarma pero aún así me levanté y comencé a prepararme para entrar a la universidad.

Cuando fui a desayunar vi a Sara preparándose animadamente un café.

-¡Buenos días bello durmiente~!-Dijo con cierto tono cantarín y una sonrisa pícara.-¿Qué tal fue lo de anoche?

Pasé una mano por mi rostro y suspiré.

-De verdad que nunca vas a cambiar...

-¡Claro que no! Eres como mi hermano y los hermanos cotillean sobre sus vidas sexuales.

-¿¡Qué tiene que ver!?

-No sé, me suena de haberlo escuchado antes.-Entre risas me dio una taza de café y se sentó a mi lado en la mesa de la cocina.

-Me da mucha vergüenza admitirlo, pero... no estuvo mal.-Esto último lo dije levemente avergonzado.

-Sabía que lo necesitabas. ¿Le contrato otra vez?

-¡Sara!

-Vale, vale...-Terminó su café de un trago y salió de la cocina.-Tenemos que irnos ya o llegaremos tarde.

-Ya voy.-Dejé mi taza al lado de la suya y juntos salimos de casa, camino a la parada de autobús.

Cuando me bajé del vehículo todo era igual, todos los grupos estaban es sus respectivos sitios y los profesores corrían por el pasillo para llegar a tiempo a clase.

El resto del día pasó normal y es que desde hace meses mi vida se había convertido en una rutina. La carrera de bellas artes no se me hacía pesada, era como practicar mi hobbie favorito todos los días, cosa que amaba y el trabajo de medio tiempo en la cafetería era fácil, tenía una paga ordinaria y tampoco tenía quejas pero comenzaba a aburrirme.

Sentía como si necesitara un cambio, algo que me hiciera perder la cabeza, algo que cambiara toda esa perfecta rutina para convertirla en un perfecto desastre. Quizás por eso sabía que en lo más profundo, el desafortunado encuentro de ayer con el rubio me había gustado.

Nada más salir de clase me compré un sándwich de atún y lechuga con mayonesa en un puesto de comida rápida que estaba cerca de la universidad y me dediqué a saborearlo en el autobús.

Nada más llegar me lave los dientes y abrí los libros para ponerme a estudiar.

Un carraspeo de llaves me desconcentró.

-¡Luka!¡Ya he llegado!¿Dónde estás?-Mi escandalosa compañera entró a mi habitación.

-Estaba estudiando antes de ir a trabajar.

-¿Vienes conmigo esta noche a un bar que han abierto nuevo?

-¿Un lunes?

-¿Qué hay de malo?

-No sé si saldré tarde del trabajo...-Mentalmente repasé cuánta gente podría ir hoy a la cafetería.

-Seguro que no ¡Anímate!

-Está bien, cuando termine mi turno.

-¡Bien! Por cierto ¿A qué hora entras a trabajar?

-A las cinco.

-Entonces creo que alguien va a llegar tarde~.-Tras ese tono cantarín desapareció de la habitación y yo miré angustiado el reloj. Tenía cinco minutos para recorrer tres calles hasta la cafetería.

Enamorado de un chico de compañía (Primera Parte)Where stories live. Discover now