SHADOW (Zamasu y tú) Tomo I. (TERMINADA) (CORRIGIENDO)

31. Mamá.

3 Semanas después...

Todos los kaio - shin sentían la tensión de que la etapa final de su formación estaba a punto de comenzar. En apenas 1 semana tendría lugar el Congreso de los 12 Universos, el cual sería presidido por el mismíso Zeno - sama.

En él, todos los futuros kaios tendrían la oportunidad de demostrar las grandes dotes que habían ido adquiriendo para poder desempeñar sus funciones. Era una lucha por demostrar cual sería el mejor universo, y por primera vez, los futuros supremos tendrían un contacto con su dios destructor.

La rivalidad entre todos era más creciente que nunca, y los amigos empezaban a traicionarse, pues en esos momentos lo más importante era Zeno - sama. Los actuales supremios y kaio - samas estaban ultimando los preparativos de aquel encuentro tan importante. Y ellos tenían la gran misión de la observación: descubrir quienes eran los candidatos ideales, quienes sobresalían y poder hacer determinaciones sobre el futuro, era lo más importante.

Centrándonos en nuestros protagonistas, hubo cambios algo significativos. Zamasu terminó de abrir su corazón al amor que sentía hacia "su humana". Cada vez era más común verles reír y pasear juntos ante los ojos de muchos shin - jins que miraban anodadados una de las escenas más increíbles: aquel shin - jin de piel verde, que odiaba a los humanos por ir en contra de sus ideales de justicia, enamorado de __ , una de las representaciones de aquella raza que más daño había ocasionado en su familia.

Sin embargo, a pesar de todos los contratiempos, aquella pareja llevaba felizmente unida durante algo más de un mes. Gowasu, sorprendido y algo temeroso por las que podrían ser las verdaderas intenciones de su hijo, pasó a estar lleno de una gran felicidad ante aquella elección, aquella compañera que estaría con su hijo por el resto de la eternidad, unidos por el sello shin - jin, una de las uniones más fuertes del universo.

Aquella mañana de cielo azulado, la joven humana se encontraba sentada en uno de los tantos bancos del jardín junto a Fuwa y Yuka, la cual había demostrado un gran cambio en su actitud. La hermana de Zamasu, se había vuelto mucho más reservada y fría. Su expresión denotaba unos sentimientos de indiferencia y desprecio, que mezclados con la melancolía que sentía en su corazón, le hacían reflejar a través de sus ojos su verdadero estado de ánimo: dolor y envidia, poco a poco inundaban su corazón.

Las risas producidas por __ y Fuwa inundaban todo el ambiente en torno a ellas. __ se encontraba sumamente feliz desde que su relación con Zamasu comenzó, y no podía dejar de demostrarlo. Sin embargo, se había dado cuenta del cambio que Yuka estaba experimentando, y eso le preocupaba, pues no sabía que era lo que le sucedía, y no podía ayudarla.

__: Yuka, ¿Y tú que opinas? .- preguntó con la voz entrecortada, por culpa de aquellas ensordecedoras risas.

Yuka: No he escuchado lo que habeís dicho, ni me interesa .- comentó con total indiferencia.

Fuwa: Ya me estás hartando con tus contestaciones .- bufó mientras cruzaba los brazos.

__: Fuwa, tranquila.

Fuwa: Tranquila no .- cogió del brazo a Yuka .- Llevas días contestando de muy malas formas, como si nosotras te hubieramos hecho algo.

Yuka: Quizá si me habeís hecho algo .- retiró molesta el agarre, mientras miraba de una manera no muy amistosa a __ .

__: ¿Tienes algún problema conmigo? Es sencillo, dímelo.- la miró con preocupación.

Yuka: Simplemente me he dado cuenta de como eres realmente.

Fuwa: ¿Qué tonterías estás diciendo?

Yuka: Únicamente hablo con la verdad.

__ iba a responderla, cuando fue interrumpida por Fuwa .- Lo único que te sucede es que estás reventada porque Shin no te hace caso, y la pagas con __, que no tiene culpa de nada.