Capítulo XXII

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Ryan observó sus manos mientras las frotaba con nerviosismo. El silencio dominaba la habitación, como lo hacía usualmente. Estaba frustrado. Se había dejado llevar por el enojo y desató una guerra entre él y Jon, aunque aquello realmente no le importaba.  Le importaba la banda. Siempre fue su prioridad.  Pero no podía mantener un equilibrio en su vida si no tenía a Spencer, y ese era el mayor problema. 

Alzó su mirada, encontrándose con su compañero. Ambos estaban sentados en sus respectivas camas. El pelinegro estaba totalmente quieto, su miraba viajaba por toda la habitación y eso lo incomodaba. 

Y entonces, recordó lo que había hecho. Lo había arrastrado por cincuenta escalones, lo encerró en su habitación y no le dirigió la palabra. ¿Por qué había hecho eso? 

Suspiró frustrado, llamando la atención de Brendon. Ya no se entendía a sí mismo. Dudaba todo el tiempo y no pensaba antes de hablar. Miles de opciones llegaron a su cabeza, quizás... ¿estaba enfermo? ¿debía ir a hablar con un profesional sobre sus sentimientos? 

Observó su muñeca, el reloj marcaba las diez de la mañana y ya habían pasado al menos unos veinte minutos del incidente en el desayuno. 

  ―Brendon. ¿Cómo está tu novio?

El pelinegro lo miró confundido, frunciendo el ceño. Su boca se abrió ligeramente y empezó a rascar la parte trasera de su cuello. 

  ―¿Novio? ¿A qué te refieres?

Ahora Ryan estaba confundido. ¿Cómo podía ser que haya olvidado a su novio? Se lo había presentado hace sólo unas semanas. No sabía por qué preguntó eso, sólo quería comenzar una conversación.

  ―Tu novio, el de la librería. ¿Daniel? ¿Dillon? No lo recuerdo. 

Brendon comenzó a sentirse nervioso. Había olvidado completamente esa situación. 

 ―Oh... eh... Dallon. Es Dallon. Ya, eh, ya no somos eso. Y, la verdad, es que no quisiera hablar de eso. Lo siento. ―Bajó la mirada, intentando sonar creíble.

El ambiente se volvió diez veces más incómodo luego de aquello. Pero Ryan estaba decidido a intentar acercarse a él, después de todo, es su compañero.

Nunca lo entendió. Brendon era todo un enigma para él. Cuando lo conoció, era todo un descarado al que no soportaba. Al audicionar, seguía siéndolo. Pero cuando entró a la banda, se volvió alguien muy callado y tímido... 

¿Cuál es el verdadero Brendon Urie?

  ―Brendon, me agradas.―Admitió. Brendon continuó en silencio mientras observaba el desgastado piso de madera. 

¿Qué le estaba pasando a Ryan? Cada día actuaba más extraño y ya no sabía qué hacer. No supo qué contestar, así que mantuvo su silencio.

Al no conseguir una respuesta, continuó hablando. ―En este momento, eres la única persona con la que puedo hablar. 

Sus miradas chocaron, el pelinegro fruncía el ceño. 

  ―¿Estás tratándome bien sólo porque no tienes con quién hablar ya que discutiste con Spencer? Ryan, yo no-

Fue interrumpido abruptamente por el castaño.

 ―¿Qué? ¡No! no es eso. Me expresé mal, lo siento. Sólo quería decir que me agradas y que me gustaría conocerte mejor. Llevamos poco tiempo como compañeros de banda pero creo que deberíamos saber más el uno del otro ya que podríamos pasar muchos años juntos y, bueno, supongo que entiendes... ― Aclaró rápidamente, ya no sabía qué palabras usar.

Brendon levantó las cejas en sorpresa.

  ―Oh... bien, creo que tienes razón.― Fue todo lo que pudo decir, con algo de torpeza. 

Ryan hizo una mueca, pensando qué podría preguntarle. ¿Cómo conoces a una persona? Dudoso, comenzó a preguntar cosas al azar.

  ―Eh... ¿Cuál es tu color favorito? 

Era extraño para él, ya que nunca había tenido una conversación así. Pero realmente le interesaba conocer a Brendon. Había perdido demasiado tiempo frustrándose por cosas pequeñas.

El pelinegro rió por lo básico de la pregunta, pero al menos lo estaba intentando. 

  ―Rojo. Mi color favorito es rojo, pero en realidad, me cuesta un poco decidirme. Todos los colores son hermosos. ― Contestó con una pequeña sonrisa.

Ryan también rió, estaba funcionando.

   ―Oh, sí, entiendo. Es tu turno.

Brendon frotó su barbilla, formulando una pregunta en su cabeza.

  ―¿Cómo te sientes? 

El castaño se acomodó en la cama. No esperaba ese tipo de pregunta y realmente no sabía qué decir. Sería muy bueno para él hablar sobre sus sentimientos, pero siempre le había costado abrirse con las personas. Sólo podía hablar con Spencer. Suspiró.

 Brendon se acercó a él.

―Hey, no es necesario que respondas sí no te sientes lo suficiente en confianza conmigo, lo entiendo, puedo cambiar la pregunta...

   ―No, está bien, quizás sería bueno hablar de ello... ―Dirigió su mirada al piso, con la intención de no cruzar miradas con el pelinegro ―La verdad, nunca estuve tan confundido como ahora. Mi cabeza da mil vueltas por segundo y ya no me siento en paz conmigo mismo. No puedo comprenderme, no puedo comprenderte, no puedo comprender a nadie. Pienso en demasiadas cosas, en su mayoría, negativas...

Podía sentir las lágrimas formándose en sus ojos, pero no quería dejarlas salir. Brendon lo observaba con atención. Respiro profundo y continuó.

  ―Estoy a un paso de cumplir mi sueño, debería estar feliz pero sólo pienso en lo malo y eso está destruyéndome. Y a todas las personas a mi alrededor. Lamento mucho haberte maltratado, sí es que lo hice. La verdad es que tu presencia me confunde― Confesó. Seguía mirando el suelo, lo que provocó que una lágrima cayera en él. 

  ―No tienes que contestar, con escucharme es suficiente. 

 Brendon no sabía qué decir. Sólo lo observó fijamente. Se acercó un poco más y tocó su hombro, provocando que sus miradas se encontraran.  

  ―Ryan, yo- 

  El golpeteo en la puerta interrumpió nuevamente al pelinegro. Se puso de pie y abrió la puerta, encontrándose con Jon allí. 

―Stump llamó, debemos verlo a las cinco en EMI. Nos vemos en mi habitación en veinte minutos, tenemos que hablar urgentemente.









Hola! sé que ya pasó mucho tiempo, entré en un bloqueo y no podía seguir escribiendo. Pensé en cancelar la historia, pero no podía dejar todo así. Lamento haberles hecho esperar tanto. Realmente quiero intentar actualizar más seguido, pero el colegio es más exigente cada año y no tengo tiempo, tampoco inspiración para escribir. 

Pero no la voy a dejar de escribir, me gusta hacerlo y tengo un futuro planeado para ella. Así que pueden quedarse tranquilos, hay seventies para rato.

Además, quería agradecer los  4k leídos! nunca creí que esto llegaría a tanto, muchas gracias por seguir leyendo aunque actualice cada un siglo, realmente voy a intentar escribirles más seguido, al menos tres veces al mes. 

Les dejo "always" porque es una canción preciosa y me inspiro bastante para poder escribir hoy.

Espero que volvamos a leernos pronto!<3

seventies ; rydenWhere stories live. Discover now