Parte 12

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Dedicado a Ririchiyo99Acel espero lo disfrutes. Gracias por leer mis historias, comentarlas y votar.

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Durante las semanas siguientes Ary estudió dedicadamente enorgulleciendo a cada uno de sus maestros. Franz era el más contento de todos pues su alumna tenía gran talento en la cocina. Ary esperaba estar pronto al lado de su madre para poder enseñarle todas las cosas que estaba aprendiendo de los vampiros y esperaba que conociera a varios de ellos. Luka sería sin duda uno de sus favoritos, a Carmina la adoraría y Tristán y Janosh la asustarían pero después le caerían bien y confiaría en ellos así como lo hacía ella.

Ary recibía cartas de su madre todas las semanas, ambas ya sabían de qué cosas no debían hablar para no poner en peligro a aquellos que las rodeaban ni delatar su ubicación a otros. Ary se alegró de saber que tenía un hermano llamado Argos y según su madre él bebe tenía los ojos verdes y el cabello negro igual que ella, Ary moría por conocer a su hermanito, estas noticias alegraron un poco los rutinarios días de Ary quien seguía esperando por la época de nieve para poder conocerla y jugar en ella. Ángelo le había prometido una guerra de nieve, ella no imaginaba como sería aquello o si le gustaría. Ya no pensaba en los vampiros como seres no humanos y había dejado de importarle que pudieran leer su mente cada vez que la miraban a los ojos, trataba de ser feliz con la poca libertad y privacidad que tenía y rezaba todos los días para que las cosas cambiaran.

Le escribió muchas cartas a su madre, no todas tuvieron respuesta pero era claro que estaba siendo muy feliz en su nueva vida, Ary pedía a dios para que su hermanito tuviera una vida normal y feliz, Einar no era santo de su devoción pero era el padre de su hermano y esperaba que fuera un buen ejemplo para él y estuviera siempre cerca de Argos, deseaba de todos corazón que Einar amara realmente a su madre y la protegiera de cualquier peligro.

En las cartas que Ary y Sonia se enviaban ninguna se prometía verse pronto pues no sabían si aquello sería posible algún día. Ary cada vez sentía más como familia a los vampiros y se estaba acostumbrando a ellos a pesar de que la gran mayoría seguía sin aceptarla pues para ellos seguía siendo una cazadora y la posible causa de su destrucción y única culpable de quitarle la paz a aquel lugar que ellos llamaban hogar. Algunos vivían allí desde hace varios siglos y siempre había existido paz entre ellos y en aquel lugar, sin embargo ahora todo estaba mal y era por culpa de la hija de Markkus Leppala. Así pasaron los días y la rutinaria vida de Ary se vio alterada por la llegada de la nieve, antes de ir a acostarse vio como caía la nieve y se maravilló ante la vista, vio a Tristán, Enoc y otros parados a la entrada del bosque observando como la nieve poco a poco lo iba cubriendo todo. Ay vio la sonrisa de Tristán y supo que era genuina, él estaba disfrutando de aquel hermoso espectáculo tanto como ella, se dibujo una sonrisa instantánea en su rostro, él cambiaba muchísimo cuando no estaba gruñendo o molesto.

Estaba embobada mirándolo y así hubiera seguido si Dante no le hubiera gruñido y la hubiera distraído, al mirar nuevamente a Tristán él la estaba observando seriamente pero ella había visto su hermosa sonrisa, jamás la olvidaría. Jasiel se paró a su lado y le dijo que era hora de entrar, la miró desafiante esperando que ella lo contradijera o lo insultara pero ella solo agachó la cabeza y asintió, a regañadientes se fue a su cuarto pero estaba ansiosa por la llegada del día siguiente.

Durante la madrugada Ary despertó temblando de frió, la chimenea de su cuarto no se prendía por miedo a que ella se quemara o algún vampiro sucumbiera a la tentación y la arrojara al fuego para librarse de ella. En vez de ir por una manta para abrigarse, se quedó mirando por la ventana como la nieve resplandecía en el suelo y en todos lados. Todo estaba cubierto de blanco, se quedó allí hasta que ya no soportó más el frío, fue a la pieza de al lado por unas mantas y André salió de su cuarto para saber si todo estaba bien, ella jamás salía de su cuarto de noche. La acompaño a su cuarto y se dio cuenta de lo helado que estaba, juntos pusieron las mantas en la cama y luego se pararon a mirar por la ventana, cada cierto rato Ary sonreía y lo miraba, él veía sus pensamientos y se preguntaba cómo ella podía encontrar felicidad en cosas tan insignificantes, la nieve era hermosa pero él había perdido la sensación de asombro el mismo invierno que murieron sus hijos. Apegó a Ary a su lado y le dio un beso en la cabeza, la llevó a la cama y la arropó hasta el cuello, ella se durmió solo en un par de minutos, mientras André la observaba se preguntaba qué clase de vida tendría viviendo entre ellos, ahora era una niña pero ella crecería y no había duda de que sería una mujer muy hermosa, seguramente más de un vampiro la empezaría a ver con otros ojos en unos años más. Sonrió ante este pensamiento y se preguntó quién sería el primero en caer ante sus encantos. Salió del cuarto y volvió al suyo, Vicky lo esperaba en la cama y lo miró con curiosidad al ver su sonrisa, el vampiro cerró la puerta y se maravilló con el hermoso cuerpo de su mujer, había perfección en cada centímetro de su dorada piel. Ella le hizo un gesto de silencio y apunto hacia la puerta, el cuarto de Ary estaba frente al de ellos no podían hacer mucho ruido. Él la miró como el depredador que era y le guiñó un ojo, puso el cerrojo a la puerta y se arrancó la camisa para ir al encuentro de su esposa, llevaban juntos más de un siglo y seguía deseándola como la primera vez que vio su cuerpo.

Todos los vampiros con un compañero creado por ellos mismos estaban unidos eternamente, había un lazo único entre ellos, muy pocas veces una pareja unida bajo estas circunstancias se separaba, muchos vampiros ansiaban uniones como aquellas pero otros les rehuían como a la peste, Luka y su amigo Cronos eran algunos de ellos, amaban su libertad por sobre todas las cosas y se compadecían de los pobres idiotas amarrados a una hembra. Otros como Tristán y Shane habían dejado de buscar una compañera después de que las que habían convertido fueran brutalmente asesinadas por los cazadores. Ambos habían tenido esposa e hijos siendo humanos, tardaron mucho en volver a querer una compañera y cuando por fin la encontraron les fue arrebatada nuevamente y no importó lo mucho que lucharon por salvarlas. Después de aquella pérdida los dos se volvieron buenos amigos y endurecieron su corazón, compartían no solo la pérdida de sus seres queridos siendo humanos, sino también la pérdida de sus esposas inmortales. Ninguno volvió a ser el mismo después de aquello, no se volvieron a apegar a ninguna mujer, solo tenían aventuras pasajeras y sin importancia no se permitían tener un lazo con ninguna de ellas, ni dejaban que les importaran lo suficiente como para poner en peligro sus propias vidas.

CIUDAD SUBTERRANEA ( Libro III de  La Pequeña Ary)Where stories live. Discover now