Cómo ser un acosador en 90 días y no ser arrestado en el intento [FINALIZADA]

Paso 24º.

"Paso 24º: Esfuérzate por lo mejor, prepárate para lo peor.

~Hiray Near.

Near.

Me era fácil imaginarlo, riendo, riéndose de mí.

¿Pensó que me causaría gracia el jueguito de te persigo, te recuerdo lo que odias, me perdonas y volvemos a estar juntos? ¿Creyó que nos volveríamos más cercanos aún con todo lo que ha hecho para buscarme? Siempre fue alguien ridículo, pero me preocupaba la percepción que tenía sobre el cariño.

Nunca pensaba antes de hablar, quería todo de inmediato. Siempre fue así, un jugador, sin venganza. Me daba lástima, pero cada quien se limpiaba como podía.

La última vez que lo vi sostuvo mi brazo para hablarme de frente, yo estaba tan aterrado por el cielo que se caía a cántaros y su cabello negro que cubría las ventanas. Tomé aire para no ahogarme, extendió su otra mano pero lo empujé con fuerza. No sé quién huyó de esa escena primero.

No recuerdo rostros.

—¡Hiray, te estoy hablando! ¡Si vuelves a tocar a Either, juro que te mato! —Me amenazó Mike a gritos, intentando grabarme esas palabras en la cabeza. Ni que fuera estúpido para no entender, pero era una emergencia: ¡El hipo era una emergencia!

—Oye, no me trates como una maldita lisia...

—Me quitó el hipo solamente. —Intervino Ei con su gran indiferencia, tomándolo del brazo hasta hacer que este bajara y dejara de apuntar a mi nariz. Quiso hacerlo razonar.

—Wow, qué frío. Te besó y no dices más.

Todos miramos a Nath, quien seguía con enojo atado debajo del árbol, solo susurraba para sí mismo lo que alcanzaba a percibir. Rind suspiró, yo también. Probablemente pensaba en cómo escapar, pero hacía muecas al ver a Either como si este le perturbara, también a vándalo le hacía el feo: bueno, Rind era muy feo.

—¡Pero...! —Either tomó a Mike de la oreja y se lo llevó lejos, esperando sacarlo de allí mientras le reclamaba seguirlo a todas partes, dijo que eso merecía una denuncia o al menos una confesión con la madre.

Así se hace, mamá Ei.

Rind se sentó sobre sus propias piernas, en el césped a un costado de Gen. Parecían entenderse, miré de arriba abajo la cruz en las prendas de ambos.

Sabía bien quién era ella, y aunque no deseaba verla ni en pintura, tenía que fingir que era alguien más. Agh... Pensar que me habían dejado por una chica como esa me estresaba, el efecto mariposa de una pequeña decisión me había arruinado por completo.

Pero recuerda, mantén a tus enemigos cerca.

¿Ella cuenta como uno?

—Habla. —Pedí, soné algo fatigado.

Desaté mi cortaba pues no quería ver cómo sus muñecas se marcaban más debido a su esfuerzo por huir. Golpeé su mejilla al ver un mosco, después la mía, pero él solo pensó que quería golpearlo.

¿No puede quedarse quieto y hablar como la rata que es?

Ethan: ¿La rata no eres tú, Near?

¡Cállate, narrador!

Bajó sus brazos para darse un pequeño masaje. Me dejó en claro que no hablaría de Tide ni una palabra, aceptó que prefería terminar en otro país a que ese tipo le tomara rencor. Yo estaba harto de las personas que se hacían las difíciles solo por proteger a alguien que les daba miedo: Tide me parecía tener rasgos psicópatas, era bueno controlándose, cuando quería hacerlo.