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—Y tu ¿dónde andabas? te llamé un millón de veces—, soltó Jimin desde el sofá donde estaba comiendo un aperitivo, pero su amigo no contestó—¡HEY!—gritó haciéndolo saltar del susto.

—¡Ah! oye ¿por qué gritas? ¡no estoy sordo!—vociferó tapándose los oídos, para después sentarse al lado de su amigo.

—Yo creo que sí estás sordo, no contestas mis llamadas, no respondes cuando te hablo y traes una cara de bobo ¿qué te tiene en las nubes?

—Idiota—, masculló—, ando distraído, lo siento.

—¿Por alguien?—se acercó para analizar la mirada de Namjoon—sí es por alguien... ¿una chica?

—Voy a recibir clases de violín—, explicó rápidamente tratando de evadir las preguntas.

—¿¡QUÉ!?—se atoró con la uva que acababa de comer—, a ver wey, ¿qué te hace creer que tienes talento para eso?—. Namjoon lo fulminó con la mirada.

Para tu información soy bueno para lo que sea si me lo propongo—se excusó caminando hacia la cocina para buscar algo de comer.

—Si tu lo dices... pero lo cierto es que yo podría hacerlo mejor que tu, mi talento natural desborda—. Hizo una pose que mato de risa a Namjoon.

—¿Talento natural? trasero natural, eso si—, bromeó—Quién no te conoce que te compre, eres tan antipático, no sé cómo puedes tener fans—continuó riendo después de que Jimin le lanzara una pantufla.

[Miércoles – 13h57]

—¿Puedo pasar?—preguntó Namjoon después de golpear suavemente la puerta del salón de Raquel. Estaba listo para su primera clase.

—No lo sé ¿puedes?—, dijo levantando una ceja y con una divertida sonrisa, no había nadie excepto ell.

—Tu y tu sentido del humor—, sonrió—pero... ¿seré tu único alumno?

—Aún no eres mi alumno, primero veré si tienes talento... No me gusta perder el tiempo enseñando a inútiles.

—Auch—, puso una cara de cachorro apaleado que sacó una sonrisa divertida a Raquel.

—Lo siento, no hablo por ti... pero en general la música no se aprende solamente, debe nacer—se sentó e indicó al chico a sentarse también—¿tu violín?

—De hecho no tengo—Hizo una sonrisa rectangular que le provocó risa.

—Vale... pero si vas a tomar esto en serio tendrás que comprarte uno.

—Ok, ¿cuánto cuesta uno?

—Si quieres de buena calidad puedes encontrar entre $2.000 y $4.000.

—¿¡Qué!?—se sobresaltó él haciendo que ella se ría nuevamente por su reacción—Esta bien, lo compraré pronto.

Raquel le hizo una audición de admisión, no fue fácil para él, pero puso todo su empeño y a ella le pareció que la dedicación que demostraba lo convertiría en un buen aprendiz, así que lo aceptó. Verlo concentrado en aprender le causó estragos en su interior, en más de una ocasión esbozó una sonrisa a sus espaldas, Namjoon le había parecido una persona increíble, y en ese momento deseó que Donghyun hubiese sido de la misma forma. Al finalizar las clases, se despidió indicándole que tendría que asistir los sábados.

Terminada su jornada, salió para ir a casa, no tenía ganas de hacer nada y a la vez no quería ir a deprimirse en la soledad de su habitación. El recuerdo de Donghyun asaltaba constantemente su cabeza. Al llegar al parqueadero se encontró nuevamente con Namjoon.

—Voy a creer que eres un stalker—, soltó con una leve sonrisa.

—En realidad... quería saber cómo estás—se acercó con timidez.

—Bien ¿por?

—Espero que no te vuelva a molestar—dijo incómodo—¿me permites invitarte un café?— Ella lo pensó un poco y asintió.

Caminaron hasta una cafetería donde ordenaron tus lates favoritos, él le retiró la silla para que ella se sentara dejándola admirada por su caballerosidad. Su mirada que inevitablemente estaba puesta en él, analizaba su manera de ser y su forma de vestir, en su mente ambas cosas no cuadraban.

—Perdona que te pregunté esto ¿Tu forma de vestir tiene alguna razón en especial?

—¿A qué te refieres?—la miró confundido.

—Esos jeans aguados y la chaqueta enorme con capucha, además de toda la ferretería que llevas puesta—, esbozó una sonrisa ante la alegoría.

—Espera ¿qué?—comenzó a reír por la descripción—escucha, soy rapero, supongo que no lo sabías porque no te gusta ese tipo de música.

—Tienes razón—continuó mirándolo—, otra pregunta, por favor no te ofendas ¿Todos los raperos... tu sabes consumen...?

—¿Drogas?—, interrumpió levantando una ceja y luego rompió en risas—, ¿también tú crees en esos estereotipos?

—Claro que no—frunció el ceño—es solo que no sé nada de tu mundo y pues... es lo que se escucha, pero tu risa me respondió un NO.

—Así es, el rap no es solo un género urbano de música—, explicó en pose de erudito.

—Perdón pero yo considero a eso todo menos música—. Atacó haciendo que Namjoon se bajara de su nube.

—¡Hey!—, sonrió a verla relajada y divertida, se dio cuenta que adoraba su sonrisa más de lo que imaginaba—, hay mucha gente que ama lo que hacemos, no es solo ruido, es una forma de expresarse— Bebió del café que acababan de pasar a la mesa —Nació como una forma de protesta en Estados Unidos hace ya más de siglo y medio.

—Eso no sabía, que interesante—, bebió un sorbo de su capuccino—, dime, y ¿de qué trata lo que cantan o recitan?... o lo que sea que hagan—. Esto hizo reír a ambos

—Varios temas de hecho, es más complejo de lo que parece porque hay varios tipos de rap—  Agachó la cabeza por un momento—para que lo comprendas mejor, ¿quieres venir este viernes a un concierto?

—La verdad no creo que sea de mi agrado—sonrió nerviosa.

—Solo por esta vez, luego de eso sacarás tus propias conclusiones—, animó. Ella asintió resignada, la forma de ser de Namjoon fue lo que realmente la convenció.


My Music is You [Kim NamJoon] Where stories live. Discover now