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Al llegar a casa, Raquel se excusó para retirarse a su habitación. Sus padres la despidieron no sin antes felicitarla nuevamente por el "compromiso". Ella fingió una sonrisa ya en lo alto de las escaleras para luego adentrarse en su cuarto.

¡MALDITO DONGHYUN! —dio un grito ahogado tratando de contener la furia mezclada con lágrimas de impotencia, se encontraba en una depresión que hizo que cayera sobre sus rodillas débilmente—, esto no se va a quedar así, juro que no se quedará así.

Recostada en su cama, no podía evitar pensar en los recuerdos que tenía con el que creyó era el amor de su vida, había pasado tantas cosas juntos y a pesar de todo lo que estaba pasando, ella aun lo amaba como el primer día, lloró lamentándose por aquel sentimiento hasta que el cansancio la hizo quedarse dormida.


[Martes – 15h20]

—No te olvides de avisarme, por favor Susan.

—Descuida, apenas lo vea te mando un mensaje—sonrió su amiga. Raquel se retiró a su salón.

La música la distraía y lograba sacar de ella lo mejor, era su vida y su consuelo en momentos como los que estaba pasando. Tomó su violín y comenzó a interpretar una de sus obras favoritas, La Ronde des Lutins de Bazzini.  Pronto sonó su celular y se aproximó para confirmar que efectivamente él había llegado. Dejando a sus alumnos ocupados en los ensayos salió para encararlo.

—Hola linda —saludó con cinismo, como si las cosas no pudieran estar mejor—¿dormiste bien?

—¡No! ¡tuve pesadillas! ¿quieres dejar de fingir que te importo? me das asco—dijo exaltada—quiero hablar contigo, eso es todo.

—Primero, déjame decirte que sí me importas ¿crees que me casaría si no?, en segundo lugar, no te vuelvo a permitir que me trates así—. La tomó del brazo para llevarla a su salón. Ella se soltó y caminó adelantándose.

—¿Te importo? —sonrió irónicamente cruzándose de brazos—, ahora cuéntame una de vaqueros.

—Amor mío, por favor, llevemos la fiesta en paz... ¿quieres que cambie? Pues, no es algo que me agrade pero en serio lo intentaré para hacerte feliz—se acercó lentamente a ella—. Yo nunca sentí esto por alguien más... es verdad te engañé, pero los hombres somos así.

—Tú y tus tonterías ¿me crees tan ingenua?

—No son tonterías, en verdad te quiero... te quiero mucho mi niña—, acarició su mejilla. Raquel intentó apartarlo pero él tomó su mano entrelazándola con la suya —, ¿no te das cuenta? Mi corazón es solo tuyo.

—Pero tu cuerpo es de todas ¿no? ¿debería conformarme con eso? —resopló dejando caer unas lágrimas de dolor sin poder evitarlo, él las secó con sus dedos.

—Te dije que voy a intentar cambiar, pero ya dejemos esta discusión... todo el mundo sabe que somos el uno para el otro.

—Ya no sé si creer eso Donghyun—, se apartó, —no me quiero casar, no quiero siquiera estar en una relación contigo. Lo perfecto que fuiste para mí, se fue con tus actos.

Raquel...

—Esta es la última vez que te pido hablar, lo pensé bien y si quieres despedir a mis padres hazlo, yo veré qué hacer, pero no me vas a volver a ver la cara de tonta, no más.

Salió de la Academia hacia su auto para estar sola y calmarse. Dejó que las lágrimas cesen antes de volver a las clases. El dolor punzante no abandonaba su cuerpo, ella aún lo quería y eso era evidente, aquella caricia hipócrita que le brindó le había fascinado, pero no estaba dispuesta a ser burlada de nuevo.

Después de las clases, salió rápidamente para no encontrarse de nuevo con aquel insolente. Llegó a su auto y dejó sus cosas en los asientos traseros rápidamente, cuando se dio vuelta dio un gran brinco del susto.

—Lo siento, no era mi intención.

—¿Lo sientes? ¡casi me matas del susto!, pero dime ¿qué haces aquí? ¿cómo me encontraste?

—No fue difícil, ya que eres una violinista famosa—sonrió  dejándola asombrada, había descubierto sobre ella.

—Vaya, bueno... yo me tengo que ir así que...

—Quiero recibir clases de violín—explicó rápidamente antes de que ella entre a su auto.

—Hay cientos de Academias en todo el país ¿por qué aquí Namjoon? ¿estás tramando algo? —  preguntó levantando una ceja, pero sonrió al notar su nerviosismo.

—Pues... eres la mejor es esto—soltó con simpleza. Sonrió mostrando sus maravillosos dientes blancos.

—Mañana, 14h00 en punto, 1 minuto de atraso y estás muerto —, subió y cerró la puerta del coche—, como amiga soy una cosa, mañana descubrirás que soy muy distinta como profesora.

—Me encantará averiguarlo—tentó, ella se despidió con un gesto.

Condujo hacia su casa recordando el encuentro con Namjoon, alguien a quien conocía poco pero que le agradaba, no pudo evitar sonreír, pero luego recordó las palabras de Donghyun, el sentimiento de dolor mezclado con desengaño volvió, pensó que tal vez los hombres en general son unos playboys. Así que no estaba segura de poder volver a confiar en alguien.

My Music is You [Kim NamJoon] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora