No Sound 【NYONGTORY】

Capitulo 3

Cuando entré en la clase vi que había muchos estudiantes. Nadie le tomó importancia a mi llegada, todos siguieron con lo suyo y no levantaron la vista para mirarme, por suerte.

Daesung me tomó la mano y me llevó hacia un chico, quien supongo, era su novio Seunghyun, quien estaba sentado al fondo de la clase.

Seunghyun tenía algo parecido a un copete, solo que más pequeño. Cuando llegamos a su asiento Seunghyun miró hacia arriba rápido y le sonrió a Daesung. Él hablaba a velocidad normal, una velocidad que podía entender.- Hola Daesung. ¿Quién es tu amigo? -Preguntó Seunghyun. Me volteé hacia Daesung para verlo mover sus manos, hace eso mucho. Me hizo reír un poco. Daesung habla muy rápido así que no sé qué estaría diciendo, y ni siquiera me molesto en intentarlo.

Seunghyun sonreía cada vez que Daesung terminaba de decir lo que sea que decía, luego él se volteó y me habló con señas.-Hola, Seungri. Soy Seunghyun. Veo que ya conociste a mi novio. Yendo al grano, ¡bienvenido!

Wow, Daesung tiene a alguien que lo protega. Él se ve como un buen chico y sabe lenguaje de señas. Sonreí y miré a Daesung que nos miró confundido y empezó a hablar.

Miré a Seunghyun y señalicé.- ¿Qué está diciendo?

-Él no sabía que manejo el lenguaje de signos y se siente fuera de la conversación.-Señalizó de vuelta.

Reí.-Bueno, en cierto modo él sí está fuera de la conversación.-Señalicé a Seunghyun, miré a Daesung quien tenía el ceño fruncido, yo reí y le di un golpecito juguetón en la espalda.

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Me agrada mucho este chico, Seungri. Nada más que un amigo, por cierto. ÉL ES BUENA PERSONA. Daesung me dijo que era sordo, y me sentí apenado por él. Nunca podrá escuchar su voz, o la mía, o la de Daesung, ni si quiera la de su madre.

Por suerte para ambos, yo sé usar lenguaje de señas. Daesung parecía un poco sorprendido por eso, ya que nunca le dije que manejaba esto.

-Necesitas enseñarme a hacer eso, también me gustaría hablarle a Seungri, ¿sabes?- Me dijo Daesung, yo reí y asentí.

Seungri, Daesung y yo la estábamos pasando bastante bien hasta que llegó el profesor de matemáticas.- ¡Silencio, clase! -Gritó el señor Jung mientras caminaba lentamente por la clase, tirando sus portafolios al suelo.- Lamento mi tardanza.-Daesung, Seungri y yo nos volteamos para ver al profesor leyendo un papel que estaba en su escritorio. -Ah, veo que tenemos un nuevo estudiante. ¡Seungri! -Él escaneó la clase en busca del chico nuevo, hasta que sus ojos se pararon en el chico de cabeza azabache que nunca había visto.-Tú debes de ser el chico nuevo. Bienvenido.-Dijo sonriendo. Supongo que Seungri sabía que el profesor le hablaba a él porque su cara estaba roja, y se puso aún más roja cuando los estudiantes quisieron ver quién era su nuevo compañero.

El señor Jung se quedó ahí mirando a Seungri esperando una respuesta. Luego suspiró, tal vez creyendo que Seungri era muy tímido para responder. Por lo que creo no está enterado de que Seungri es sordo.

El resto de la clase fue muy aburrida, me quedé dormido y hablé un poco con Daesung. No le presté mucha atención a Seungri durante la clase.

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Cuando el profesor me miró sabía que probablemente me había hablado. No estaba seguro de qué decir, ¡porque no tenía ni idea de qué putas me había dicho! Ugh, me avergoncé a mí mismo en mi primer día de clases, excelente.

Durante el resto de la clase me senté ahí jugando con mis dedos y sin levantar la cabeza, porque si lo hacía iba a avergonzarme a mí mismo de alguna manera, otra vez.

Pero fui interrumpido por Seunghyun tocando mi hombro, él señalizó.- Hora de historia.

Sonreí y me levanté de mi asiento. Cuando estábamos en el pasillo, me volteé a ver a Seunghyun.--¿Qué clase es la de historia?- dije en señas.

-Sala 38.-Respondió, también en señas, y yo asentí.

-Los veo allí, voy por algo de agua.-Señalicé, él estaba a punto de responderme pero una manada de estudiantes saliendo de sus clases aparecieron entre nosotros.

Suspiré y me volteé. No veía un bebedero por ningún lado, tal vez fue por los estudiantes bloqueando el camino.

Me apoyé en una pared para esperar a que los pasillos se vaciaran.

Luego de 5 minutos no había ningún un alma en los pasillos, o al menos eso pensaba yo.

Para mi sorpresa vi el bebedero justo al otro lado del pasillo. Solo sonreí y caminé hacia éste.

Me agaché y comencé a beber. Cuando terminé sentí dos manos fuertes en mis hombros, y fui sacudido de adelante a atrás contra la pared. Sentí dolor en mi espalda, fui sacudido tan fuerte que mi vista se volvió borrosa.

Cuando mi vista volvió a la normalidad pude ver a quién me había estado golpeando contra la pared.

Era el hijo de mi vecina, el chico que había visto esta mañana.