Como ya se ha vuelto una costumbre demasiado bonita y que siempre me acelerara el corazón, mientras alguno de los dos conduce, nos tomamos de la mano y ponemos algo de música. Hace un tiempo hubiera dicho que me acostumbraría a esto, pero ahora lo que dice, es que ya estoy acostumbrado a esto, y me encanta, tanto que no es una costumbre, sino que es algo que hacemos porque sabemos que sin esto, ya no sería lo mismo.

El restaurante queda a las afueras del pueblo, y está mas bien ubicado en el centro de la ciudad, así que nos tardamos casi una media hora en llegar. Es un lugar demasiado bonito, es un edificio y en cada uno de los cinco pisos hay luces encendidas y mesas ubicadas frente al ventanal.

Entramos y mientras eso, llamo a mi padre para preguntarle que en donde se encuentra. Cuelgo y voy primero dirigiendo a Derek, como es habitual para mí, cada vez que salimos a un lugar juntos, las mujeres que hay por ahí se quedan embobadas mirándolo, pero él solo se fija en mí y me sigue sin mirar a nadie más. Busco el ascensor y le pico para que baje, Derek me aprieta la mano, alzo a mirarlo y me indica que mire atrás de nosotros. 

Detrás de nosotros, justo enfrente de un pequeño bar, ubicado en una mesa solo, esta Theo Raken. Volteo rápido, y alejo la mirada, pero Derek no. Él se queda mirándolo fijamente, veo en sus facciones como su expresión se torna en una de rabia auténtica. Se preguntarán que pasa con eso, bueno, hace unos tres años, Theo trató de salir conmigo, pero yo me negué, ¿qué sentido tendría? Mi corazón se había ido con Derek, así que sería una perdida de tiempo. El caso es que, el chico realmente intentó conquistarme, pero yo me negué todas aquellas veces, hasta que una vez me raptó saliendo de la preparatoria, si no hubiera sido por Scott, no sé lo que él me hubiera hecho.

Y una noche mientras ambos hablamos de si había habido alguien más en todo este tiempo, él me contó lo suyo, cosa que casi me saca canas verdes de la rabia, y yo le conté lo que había pasado con Theo, y como mi primer beso había sido con Scott cuando los dos queríamos dejar de ser perdedores por no haber besado a alguien aun. Derek se mostró molesto por lo que había pasado con Theo, pero el que él esté aquí, hace que todo sea demasiado tensionante e incómodo.

Gracias al cielo el ascensor llega pronto, así que no la pienso dos veces en picar el botón de la tercer planta y arrastrar a Derek conmigo, él se sube y busca mi mirada, la suya es turbia y demasiado molesta. Veo la tormenta que pasa por sus orbes verdes, le acaricio la mejilla y él se apoya en el toque cerrando los ojos tratando de encontrar paz, cuando los abre de nuevo, veo que está más calmado, me empino y le beso los labios suavemente. Nos separamos y el ascensor se abre, salimos y buscamos la mesa dieciséis. Veo a papá, y me acerco con Derek a él y a Lucy.

—Stiles, cariño, estás hermoso —Me saluda Lucy, su voz es muy suave y delicada. Le sonrío sincero y acepto el beso en la mejilla y el abrazo que me da —Hola, Derek, tu también te ves muy bien esta noche —Ella y Derek se conocieron hace algunos días cuando papá y ella llegaron a almorzar. Él sonríe y le da un beso en la mejilla a ella.

Papá le regala un apretón de manos a Derek, y en ese simple gesto ambos siguen demostrando quien es el que tiene más fuerza, Derek obviamente usa su fuerza humana. Las cosas entre ellos están bien, pero a veces siento que si no fuera porque yo estoy en la misma habitación que ellos, papá le dispararía descargando todas las balas de su arma. Tomamos asiento frente a ellos, y unos momentos después, una mesera viene y nos entrega las cartas. Después de una discusión algo fuerte esta tarde entre Derek y yo, él aceptó a la fuerza a ser yo quien pague la cena de ambos esta noche, pero ya que soy quien paga, él conduce, según él, tiene que ser algo equilibrado.

Después de ojear la carta por unos minutos, me decido por una carne asada, vegetales bañados en salsa zanahoria, arroz con especias y una copa de vino blanco. Derek pide lo mismo que yo, y mi padre y Lucy piden lo mismo, exceptuando los vegetales y cambian el vino blanco por vino tinto. Mientras la comida llega, comenzamos a hablar o más bien a escuchar de la vida de Lucy, de sus hijos, su difunto esposo y del trabajo soñado que tiene. A medida que habla, veo que ella le dedica miradas tiernas a papá y que él la mira algo embobado.

Siento cierta molestia por eso, pero a la vez felicidad por él, sé que lo que mamá hubiera querido es que él siguiera adelante su vida y no se estancara, y siendo sincero, Lucy parece una buena mujer. Trabaja en una floristería y ahora que habla de ella, recuerdo haber ido ahí unas dos veces por flores para llevarle a mamá y dejarlas encima de su lapida. 

La comida llega y todos comemos en silencio, la noche pasa tranquila entre bromas de papá haciendo reír a Lucy de una manera encantadora, y de toques de Derek cuando me ve pensando en papá y ella. Siempre asiento con cariño hacia él, y me convenzo de que papá merece ser feliz. Ya me ha dado todo su tiempo a mí, ahora necesita tiempo para él, solo espero que lo de ellos funcione, ambos han sufrido mucho y merecen ser felices con alguien que los entienda, y que más que ellos mismos.

Mientras pienso en como papá está recuperando su vida, pienso en que estos dos meses han sido muy distintos en mi vida, nunca hubiera pensado que estaría cogido de la mano con el hombre del que me enamoré apenas lo vi por primer vez, y gracias al lazo que ahora nos une, sé que él lo hace también, pero nunca ha sido bueno con las palabras, y lo entiendo, pero sé que cada vez que mira, el amor brilla en sus ojos verdes que se han vuelto lo que más amo ver al despertar.

Aquello Que Siempre Quise ©Where stories live. Discover now