23.

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¿Has sentido alguna vez que hay cosas que por más que las mires jamás te cansaras de ellas? ¿O que cuando miras aquello que amas, a pesar de haberlo muchas veces y mucho tiempo siempre encuentras algo nuevo cuando vuelves a posar tus ojos sobre él?

Puede que haya repetido esto muchas veces antes, pero nunca me cansaré de mirarlo, de verlo en su forma de ser, en su forma de trabajar, en su forma de esforzarse por ser tierno y cariñoso conmigo, de mirarlo a los ojos mientras el la intimidad me dices cosas con el cuerpo que con la boca no puede. Pero hoy, hoy está más hermoso que todos los días. Trae puesto un traje elegante, corbata, camisa blanca, zapatillas lustrosas, chaqueta de gala, y el pelo más corto y la barba arreglada. Mientras camina para llegar al porche de mi casa, es como si fuera un actor super famoso lleno de parazzis tomándole fotos, su sonrisa es hermosa y su mirada está llena de amor mientras me mira a los ojos. Tengo mucha suerte, vaya que sí. Bendita sea la luna por hacer mis sueños realidad.

Cuando llega frente a mí, me acaricia la mejilla en ese gesto que ya se ha vuelto costumbre cada vez que nos vemos, y del cual nunca me cansaré. No puedo evitar la sonrisa, y eso le ilumina la mirada de felicidad. Me abrazo a su pecho y él también lo hace apoyando su cabeza contra mi coronilla.

—Debe de haber alguna clase de multa para que estés tan hermoso esta noche —Susurra en mi oído, el calor me sube por todas partes y se concentra en mis mejillas.

—Nada que decir de ti, amor —Se ríe, y alza mi barbilla con los dedos. Posa un pequeño besos sobre mis labios y luego sonríe de nuevo. Su sonrisa es algo que debería ser grabado y enmarcado.

—¿Tu padre? —Me pregunta, mirando hacia el interior de la casa.

—Ya se ha ido a recoger a Lucy a su casa. Me ha enviado la dirección del restaurante —Le tomo de la mano y entramos en la casa.

—Juro que si no me hubiera esforzado por verme bien esta noche, aquí mismo te tomo —Gruñe en mi oído una vez que cierra la puerta a sus espaldas. Sonrío y me apoyo contra su pechos, sus manos pasando por mi cintura haciéndome prisionero de él.

—¿Algo rápido? —Me ofrezco restregando mi trasero contra su prominente erección. Él me acaricia en ambas partes con sus dos manos, suspiro y le tomo del cuello pasando mi mano hacia atrás. Uno nuestros labios y gruñe mientras me da una palmada. Nuestro momento se ve interrumpido por mi celular que comienza a sonar y a vibrar. No le damos mayor atención y seguimos, pero rápidamente reconozco el tono de la llamada, y me aparto con las mejillas rojas y la respiración agitada. Saco el teléfono y veo que efectivamente es mi padre —Hola, papá —Hablo tratando de sonar lo más calmado y para nada excitado posible.

Hijo, ya voy en camino para el restaurante. ¿Derek ya llegó? —Mi respiración es demasiado forzosa para parecer normal, pero trato de hacer mi mayor esfuerzo.

—Está bien, y sí, ya llegó. Salimos enseguida —Derek parece un poco avergonzado, aunque su mirada no deja de mostrar hambre.

Okey, ¿está todo bien? Te escuchas un poco agitado —Me pongo la mano sobre la boca, y contengo la carcajada. ¡Por Dios! Esto es demasiado vergonzoso.

—Sí, papá, todo está bien. Ya vamos —Y cuelgo, Derek sonríe al igual que yo. Me acerco a él de nuevo y le arreglo la chaqueta. Nuestro momento candente queda para después. El me arregla la corbata y me ayuda con el cabello de nuevo. Esta noche me hecho una clase de peinado con el secador y me he aplicado fijador que Lydia me regaló desde hace como un año y que jamás he usado.

—Salgamos de aquí, por favor —Casi que me suplica, y yo siento los mismo que él. Si nos quedamos más tiempo aquí, nos saldremos a la cena.

Salimos y nos dirigimos a su auto que está estacionado afuera del garaje. Me subo, y él también lo hace, me aprieta la mano y me da un beso en el dorso guiñándome un ojo. O tal vez nuestro momento candente siga para esta noche. Saco el teléfono y abro el chat de mi padre, busco la dirección que me dio y se la muestro a Derek, la estudia unos segundos, y asiente.

Aquello Que Siempre Quise ©Where stories live. Discover now