DIECIOCHO🍃BAR

3.1K 514 182
                                    

-¿Yoongi? -pregunté sorprendido, vi a Jin tomar al pequeño de mis brazos e ir a dejarlo en su pequeña habitación.

-Hola, Hoseok. -Yoongi tenía ojos cansados, pero a la vez transmitían preocupación.

-¿Q-qué haces aquí?

-¿Que qué hago aquí? ¿Eres idiota?

-Lo siento -él asintió. Nos fuimos a sentar en el sofá y me sorprendí al ver cinco tazas de café sobre la pequeña mesita de centro, las cuales sólo dos estaban llenas. Al parecer Yoongi había estado aquí desde un largo rato. Se acercó a la mesa y después me tendió una taza. -Gracias -susurré, observando el tibio líquido entre mis manos.

-¿Cómo esta él? -preguntó sin alguna expresión, tomando una taza para sí mismo y volviendo a sentarse a mi lado en el gran sofá.

-El doctor nos aconsejó visitar un psicólogo. -dije mirando sus gatunos ojos, él realmente se veía cansado pero aún así estaba aquí, dándome fuerzas tan solo con su presencial, al igual que Jin.

-¿Y tú? ¿Qué piensas hacer?

-Sabes que odio los psicólogos. -fruncí ligeramente el ceño, recordando mis experiencias de cuando era niño, mientras bajaba mi cabeza mirando el suelo.

-Lo sé, recuerdo que odiabas visitarlos después de la muerte de tus padres. -asentí y él dio un largo trago a su café, para después hablar firmemente. - pero esta vez no se trata sólo de ti, él lo necesita.

-Tienes razón. -vi cómo dejó el café a un lado.

-Hoseok. -llamó y levanté mi cabeza, dejando ver mis húmedos ojos -¿Lo harías por él? -finalmente llevó una mano a mis ojos secándolos con su dedo pulgar, y asentí.

-Claro que sí. -vi como se formaba una ligera sonrisa en su rostro.

-Eso me enorgullece, Hoseok.

-Yoongi.

-¿Sí?

-Disculpame, amigo.

-Sabes que no puedo enojarme contigo, tremendo idiota. -ambos soltamos una fuerte risa y nos abrazamos amistosamente, pero no duró mucho ya que sentí cómo alguien se lanzaba encima de mi.

-¡Yo también te perdono, Hopito! -sonreí al ver al mayor abrazándome fuertemente.

-Gracias, chicos.

Y desde ese día, aprendí a tomar decisiones que no sólo me beneficiaran a mí, sino, a todos los que me rodean

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Y desde ese día, aprendí a tomar decisiones que no sólo me beneficiaran a mí, sino, a todos los que me rodean. También era sorprendente el cómo pasaba tan rápido el tiempo, y para ser específico, un mes.

O U R • B A B Y - HopeV🐝Donde viven las historias. Descúbrelo ahora