24 - Todo Por Celos

32 2 1
                                    

No me he podido concentras en toda la bendita clase.

"Mmm... Sí, un poquito".

Esas palabras no dejan de resonar en mi cabeza.

¿Qué es lo que significan?

Me han tenido de mal humor todo el día y parece como si nunca fuera a acabar.

¿Y saben que es lo peor?

Él no para de mirarme.

Sí, por "él" me refiero a Blond Boy.

Por lo menos solo tengo que aguantar esta semana y luego vacaciones, aunque sea son dos semanas.

Los exámenes de fin de semestre no han sido tan difíciles como yo esperaba.

Suena el timbre para salir de clases y yo me apresuro en salir, mezclándome entre la multitud. Intento llegar lo más rápido que puedo a mi casillero, pues tengo que pasar por nuestro lugar de encuentro y no quiero toparme a nadie, ni siquiera con Sam.

- ¡Por las barbas de Merlín! – exclamo cuando Sam me asusta por detrás - ¡¿Qué demonios estás haciendo?! – comienzo a lanzarle manotazos.

- ¡Ey! – reclama él tapándose la cara con las manos – era solo una broma.

- Una de muy mal gusto – digo mientras le sigo pegando, finalmente él me termina agarrando los dos brazos bien fuerte. Se acerca mucho y comienza a ser incómodo.

- Hola – dice Sam, siento su aliento en mi cara.

- Hola – respondo nerviosa, logro zafarme de su agarre y meto mi cabeza en el casillero para calmarme.

- ¿Qué estas haciendo? – me pregunta intentando meter la cabeza por mi casillero.

- Nada – digo sacando bruscamente la cabeza y cerrando con un portazo la puerta que me hace sobresaltar.

- ¿Por qué andas tan nerviosa? Has estado así todo el día – dice él.

- No pasa nada – digo haciéndome la indiferente.

- Muy bien – dice – entonces vamos a tomarnos un café.

- No puedo Sam – contesto – mañana es mi último examen y es el más difícil – miento.

- Vamos, será corto. Sólo un café. Yo invito.

Sólo asiento con la cabeza y caminamos hacia la salida, no sin antes ver la cara triste de Lucas.

Cuando llegamos vemos que la fila no es tan larga, por lo que no tenemos que esperar mucho tiempo.

- ¿Nos sentamos? – me pregunta Sam.

- No, vamos a la plaza de al lado – contesto.

Al llegar nos sentamos en una banca y nos quedamos en silencio, comiendo.

Una niña pequeña está jugando con unas muñecas sentada en el pasto, no puedo evitar recordar a como era yo de pequeña, amaba jugar a las muñecas, no por el hecho de coleccionarlas, si no por el hecho de crear historias, historias tan asombrosas que todos se sorprendían, me encantaba. Mis pensamientos son interrumpidos cuando la niña se levanta y comienza a correr hacia una mujer, supongo que debe ser su madre, detrás de la niña va un hombre con todas las muñecas de la niña en brazos, al ver a la mujer se ve feliz, los tres se ven felices, como una familia debiera ser.

- ¿Caty? – dice Sam haciendo que lo mire - ¿Qué tienes? Sabes que puedes hablar conmigo.

- No pasa nada, no te preocupes – respondo evitando mirarlo a los ojos.

Sam se acerca y toma mis manos – Caty, yo quiero estar contigo, quiero que vayamos a la graduación juntos, porque eres una chica increíble, aunque no lo creas, pero si no me cuentas las cosas que pasan por tu cabeza no podré ayudarte.

Miro los ojos verdes de Sam e intento buscar las palabras en mi cabeza para intentar decirle todo, pero al parecer es más fácil hacerlo estando borracha, claro, todo es más fácil estando borracha, todo lo que he logrado en mi vida lo he hecho borracha.

- No puedo Sam – digo mirando hacia otro lado – hay cosas de las que simplemente no puedo decirlas en voz alta, me duelen decirlas.

- Sí, claro – contesta con un tono diferente, como si estuviera enojado – no puedes decirlas.

- ¿Por qué usas ese tono?

- Quiero que estés conmigo Caty Mason – de pronto su tono se volvió más agresivo y sus manos me apretaban más y más – que seas sólo mía.

- Sam, me estás asustando – digo intentando calmarme - ¿Por qué estás diciendo todo eso?

- ¡Porqué no quieres hablar conmigo! – grita sobresaltándome - ¡Prefieres andar contándole todo a Lucas que a mí! – quedo en estado de shock - ¿O no es cierto lo que estoy diciendo? Crees que no los he visto a los dos hablar, la cara de felicidad que pones cuando estás con él, Caty, hemos salido por casi un mes y no me has dicho nada de lo que pasa por tu cabeza.

- Sam, ¿Estás celoso por Lucas?

- ¿Cómo no voy a estar celoso por ese tarado si siempre anda contigo? Yo veo como siempre hablas y hablas con él, a mí no me dices nada.

- ¡¿Cómo voy a hablarte de mí si siempre hablas de ti?! – ya no podía contenerme más.

- Yo no hablo solamente de mí.

- ¿Ah no? Entonces explícame como yo sé de cada casa que tú has vivido, cuantas consolas de juegos has tenido y tú con suerte sabes que mis padres se separaron, que tenía un gato y que tengo solo un exnovio.

- Eso es porque tú no hablas conmigo.

- Yo lo intento, ¿Okey? Pero no puedo porque sé que a ti dentro de dos meses no te vas a acordar, por lo menos Lucas lo intenta.

- Claro, Lucas lo intenta porque está enamorado de ti.

Se produce total silencio.

NO.

NO.

NO.

ESTO NO PUEDE ESTAR PASANDO.

Mi respiración se vuelve más pesada y mis manos comienzan a sudar.

Estoy teniendo un ataque de pánico.

Me paro, tomo mis cosas y salgo corriendo del lugar, apenas soy consiente de lo que estoy haciendo.

Tengo que detenerme y apoyarme en una pared para no caerme, todo mi mundo gira.

Ese no es él Sam que conocí.

Tampoco Lucas lo es.

¿Acaso hice algo?

¿Estoy separando a todos?

¿Todo lo que me hapasado, todo lo que he hecho, ha sido totalmente mi culpa?    

---------------------------------------

Holaaaa

Ya sé que el capítulo es super dramático y cursi, pero... quien me conoce sabe que son las cualidades con las que me describen y me encanta escribir cosas dramáticas y cursis.

Espero que les haya encantado.

Siempre me lo pueden dejar saber poniéndolo en los comentarios o dándole a la estrellita.

Nos leemos luego.

Ale, Fuera.

Pd: acabo de empezar el colegio, tenganme paciencia con los capítulos plis

This is the Real LifeWhere stories live. Discover now