7 - La Casa de Lucas

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- Que linda casa – dije.

Nos encontrábamos en la casa de Lucas para hacer el trabajo de biología, habíamos venido en metro, ya que el auto de Lucas estaba en reparaciones y su hermana había ido a casa de una amiga suya, su casa estaba ubicada en la zona alta de la ciudad, por lo que era bastante grande, la casa era de tres pisos, al entrar podías ver una amplia sala de estar, a la derecha estaban las escaleras y a la izquierda una puerta que supuse que daba a la cocina.

Seguí a Lucas hacía el segundo piso donde había cuatro puertas, nosotros entramos a la que estaba más cerca, en el lado izquierdo. Su pieza era bastante normal por decirlo así, una cama de dos plazas en el centro y estantes llenos de... espera, espera... ¿Eso son libros?

Caminé directamente hacia los libros y los empecé a inspeccionar, a los minutos me di cuenta de que él no era la clase normal de niños.

- ¿Tú lees? – le pregunté sorprendida.

- Si – respondió indiferentemente.

- Oh Dios – dije y me miro extrañado – pensé que estaban extintos, eres prácticamente un mito hecho realidad.

- ¿Tú lees? – me preguntó igualmente de extrañado.

- ¡Claro que yo leo!

- ¿Y por qué nunca te he visto con un libro en la mano?

- Por dos razones – le dije mientras empezaba a contar con mis dedos – la primera es la pobreza y la segunda es porque ya no me quedan libros para leer, me los leí todos.

- Eso es imposible.

- Eso me decía yo dos años atrás.

- No te creo. ¿Te leíste la saga Hush Hush?

- Por supuesto.

- ¿Harry Potter?

- Potterhead de corazón.

- ¿Las crónicas de la torre?

- Como siete veces cada uno. Me llegaron al corazón.

- ¿El Chico de las Estrellas?

- No me gusto el final.

- ¿La selección?

- En menos de un mes.

- Apuesto a que no te leíste todos los libros de Rainbow Rowell.

- Me leí hasta Carry On.

- O Dios, y pensé que yo era viciado – ambos nos echamos a reír – siéntate mientras traigo algo para comer – dijo, hice lo que pidió mientras el bajaba para buscarnos algo de comer. Empecé a sacar mis cuadernos con lo poco que tenía escrito cuando apareció con dos platos de pollo con arroz en la mano.

Comemos un rato en silencio hasta que yo hablo.

- ¿Dónde están tus padres?

- En alguna parte de Europa o Asia. No lo sé, sinceramente.

- ¿Cuándo vuelven?

- Dentro de unos meses, generalmente viene por unos días y después vuelven a irse por un par de meses.

- O sea, que prácticamente viven solo tu hermana y tú.

- Nunca lo había visto así.

- ¿Por qué viajan tanto?

- Son arqueólogos, se conocieron en uno de esos viajes.

- ¿Entonces por qué se mudaron?

- No lo sé, pregúntale a ellos – se veía un poco molesto por lo que no seguí hablando del tema y por un buen rato se vuelve a producir silencio hasta que terminamos de comer - ¿Quieres escribir tú o yo?

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