Capítulo 23

112 11 0
                                    

Fue a apuntarla rápidamente en su libreta cuando se dio cuenta de que la pluma se le había roto al caer desde la terraza de aquel hotel.

-Daria, ¿tiene algúna pluma? -le preguntó, mientras seguía buscando en sus bolsillos.

-Sí claro, deben estar aquí -caminó hasta el escritorio y abrió un cajón, empezó a revolver, cada vez con más desesperación- Qué raro... Juraría que aquí siempre han habido.

-El asesino debió quitarlos para que no pudiera escribir su nombre, toma Lena, usa el mío

le dijo Sasha entregándole su bolígrafo, junto a una sonrisa peligrosa.

Lena y Sasha miraron la secuencia de números que ella acababa de escribir detenidamente, pero no tenia sentido, no hasta que Sasha se dio cuenta de que si seguías la secuencia de números del teléfono se formaban letras.

-Entonces... -susurró.-

*66....N *3....D *2....A *777....R *444....I *2....A *66....N *2....A*

-¡Ariana es la asesina! -gritó Daria- ¿Pero que significa ND?

-ND... ND... ¡¡Nessun Dorma!! -gritó Lena- A su marido le encantaba la música clásica, Nessun Dorma significa Nunca Duermas... Ariana volverá a matar.

-¡Vika! -gritaron todos.

Mientras corrían por las escaleras Daria llamó a los tres aprendices, pero Ariana no respondió. Todos salieron a buscarla pero no la encontraron y empezaban a asustarse.

-¿Dónde se habrán metido? -preguntó Hanzo.

-Escuchen, hace días vi una actitud sospechosa en ella -dijo Kirov- Cuando bajé al estudio la vi abrazando el cuadro de Oleg.

-Claro que abrazaba ese cuadro -dijo Ariana que había llegado con Vika Cargandola- Él era mi hermano.

Daria fue corriendo a buscar a su hija.

-Tranquila, ella está bien, no le he hecho nada, solo está durmiendo.

-¿Por qué? ¿Por qué lo has hecho? -preguntó Daria llorando.

-Él mató a mi hermano, lo vi con mis propios ojos, trucó las esposas que iba a usar en el escape del tanque de agua, pero no pudo salir y se ahogó, lo confesó todo después de que le dije que mataría a su hija. Pero no pensaba hacerle nada, ella es completamente inocente. Ese idiota cayó cuando le dije que iba a enseñarle mi nuevo truco al atar sus anillos, ni siquiera puso objeciones cuando se tomó la capsula que contenía el veneno. Dragunov, arréstame, no pienso continuar con esto, me siento mal por querer matar a Vika.

-Ariana, el maestro lo sabía todo, incluso que pretendías matarle, pero no dijo nada, él también te vio abrazando el cuadro de tu hermano, pero me dijo que no hablara hasta el momento en el que él no estuviera -dijo Kirov.

La policía se llevó a Ariana y muy agradecida, Daria los invitó a cenar, pero Lena se negó, no iba a provecharse, pero no le quedó otro remedio que aceptar una invitación al cumpleaños de la pequeña y a una función de magia.

Esta vez los dos volvieron caminando a casa.

No estaba lejos, tres manzanas a lo sumo.

Pero a Lena cada paso le parecía crucial.

Estaba nerviosa, quería ponerlo contra las cuerdas ya, quería quitarle la máscara que había formado.

Cuando ya habían llegado delante del despacho/casa de Lena lo miró a los ojos, que volvían a ser Azules y esta vez no sonrió.

-¿Cuánto tiempo pensabas que podrías engañarme? -preguntó muy seria.

-¿De qué hablas? -dijo Sasha fuera de lugar, y volvió a sonreír, una sonrisa de dientes blancos Colgate y que hacía endurecer más a Lena.

¿Cómo podía actuar así?... Dio dos pasos hacia delante y entrecerró los ojos apuntándole con un dedo acusatorio.

-Has sido muy inteligente, he de admitirlo, pero se te acabó la racha, Ases...

-¡SASHA! -gritó una chica desde el final de la calle, esta era rubia y con grandes ojos azules, como los de Sasha.

Cuando llegó, jadeó y se llevó las manos a las rodillas, recuperando el aliento.

Lena maldijo por lo bajo, todo eran interrupciones.

-Maldita sea...

Se quejó Sasha llevándose una mano a la cara y dando un fuerte suspiro.

-No te imaginas lo que he pasado buscándote... Oh, hola, tu debes de ser Lena, encantada, yo soy Alexandra.

-¿Alexandra?

Se preguntó Lena perpleja mientras recibía dos besos por su parte.

-Sí, la hermana de Sasha.

Una sonrisa curvó las comisuras de los labios de Lena de manera un tanto siniestra, ahora, era el momento.

-Oh, ¿su hermana? Pues bien, ¿que se siente al tener al Asesino de Nessun Dorma como hermano?

Tanto Alex como Sasha miraron a Lena extrañados, ¿qué dice esta loca?

-¿Mi hermano, el Asesino de Nessun Dorma? -preguntó Alex, estallando a carcajadas- Te aseguro que no, mi hermano es un vago, no tiene talento para eso, mamá siempre le pillaba cuando intentaba robar frituras y chucherías.

-¿Cómo explicas el olor a J'Adore de tu habitación? -le gritó Lena, empezando a ponerse muy mal.

-¿J'Adore? -murmuró Alex, desviando los ojos hacia su hermano, con una expresión divertida- ¿Sigues guardando ese cochino perfume? Bueno, es la perfume que usa mi madre, y se la dio para que se acordara de Odessa mientras estuviera en Moscu, ella adora esa fragancia.

-¿Y los pupilentes? ¿Eh?

-Llevo gafas, y el color de mis ojos me juega malas pasadas cuando salgo a la calle, me cuesta mantenerlos abiertos, así que aproveché y me puse pupilentes y además de color, para que no me molestara tanto la luz del sol.

Lena perdía la paciencia y casi se le echaba al cuello.

-Eres... Eres... -susurró entre dientes.

-Lena, vete a descansar, ese Asesinl te está estresando, olvidate de él, ya mañana le harás a Romanov la misma acusación ya verás, tranquila anda.

Lea suspiró volviendo a la calma, es verdad, todo esto ha sido una tontería, mira que confundir al asesino con el idiota de Sasha...

-¿Vamos a cenar o qué? -dijo Sasha, llevándose una mano al estómago.

Antes de que Lena contestara lo hizo Alex.

-Tú esta noche te vienes conmigo, hay tantas cosas que debo contarte... Y tú a mí también seguro, así que Lena, si me lo permites, te lo robo una noche -dijo picándole un ojo.

Lena se quedó allí plantada viendo como Alex y Sasha se iba por la calle y desaparecían de su vista.

El Asesino de Nessun DormaWhere stories live. Discover now