#10 - Está liviendo (mis verdaderos amigos)

4.3K 200 17
                                    


LUCA

Las clases habían acabado, pero yo no podía dejar de pensar en cosas todo el rato y cuando llegaba a ese punto mi madre me había recomendado parar un poco, respirar profundo y ordenar un poco mi mente. Los nervios a veces me jugaban malas pasadas y debía controlarme. Cuando era más pequeño, me entraban mini ataques de ansiedad por pensar demasiado, con el tiempo se volvieron a peor pero aprendí a controlarlos mejor. Me costaba bastante y a veces tenía, literalmente, que parar. Aunque fuera en mitad de la calle.

Por si alguien se preguntaba cómo eran mis ataques de ansiedad he de decir que no eran como los normales.
No entraba en pánico y podía respirar normal si me concentraba muchísimo, aunque cuando lo hacía, si me contenía mucho me podía desmayar, me había pasado demasiadas veces que lo había intentado disimular. Por eso ahora estaba sentado en la acera de una calle que ni sabía cual era pensando sobre todo en mi vida, e intentando ponerle un orden lógico. Respirando lo más hondo posible y cerrando los ojos para calmarme.

(...)

Le había pedido perdón a Cassandra por haberle dado plantón.

No había averiguado qué era lo que le pasaba a Alex para estar de bajón pero eso no me preocupaba del todo. Tarde o temprano acabaría por contármelo y por sentirse mejor. Era muy optimista en ese sentido.

Había hablado con J después de las clases y aunque hubiera querido preguntarle de qué conocía a Cassie preferí no parecer un acosador y le conté porqué ella había hecho eso en la cafetería, porqué estaba enfadada conmigo.

En resumen, necesitaba relajarme un rato, al menos relajarme en cuanto a mis relaciones, porque pensar en los demás me causaba estrés.

(...)

Dos horas después me encontraba en el sofá de la casa de uno de mis amigos, mis verdaderos amigos.

Los que tenía de toda la vida, algunos, los otros desde los 9 años.

No íbamos al mismo intituto ninguno, a excepción de Alex y yo, por eso estábamos siempre juntos; Adriana y Josh, que iban a primero de carrera en la universidad; y dos más que no iban al instituto pero que vivían juntos justamente en la casa en la que estábamos ahora, los primos.

En total éramos 8 personas. Todos nos conocíamos desde pequeños y éramos amigos desde mucho antes de saber qué era la amistad. Habíamos crecido prácticamente juntos casi todos.

Cris (Cristian), Adriana, Al (Alberto) y yo íbamos juntos a la guardería cuando éramos bebés. Sí, mi padre nos apuntó a Adriana y a mí al mismo año porque decía que era mas cómodo para todos. También porque por esa época no obligaban a escolarizar a los bebés y mi padre lo hizo por voluntad propia.

Mi madre suele contarnos que éramos tan amigos que cuando nos tocó cambiarnos de colegio a los 5 años estuvimos llorando durante horas porque sabíamos que nos íbamos a separar. Y que, después de eso, todas nuestras madres se llamaban entre ellas para organizar algún día que pudiéramos estar juntos jugando y quedarnos a dormir en la casa de alguno porque realmente nos habíamos hecho muy cercanos.

Y que bien me lo pasaba joder.

Aunque tenía 7 años y ahora tengo 18 aún me acuerdaba de esas noches, tanto como si fueran de hacía una semana. Mi hermano siempre venía, nos hacía reír con cualquier tontería y se iba. Era lo mejor del mundo. Después de unos años el primo de Al se mudó a nuestra ciudad y, como era nuevo, no tenía amigos así que siempre se juntaba con nosotros 4. Alfo (Alfonso) era un año menor pero parecía el más mayor, era super alto, y a día de hoy sigue siendo el más alto. Alfo no se parecía en nada a su primo Al, pues él era casi el más bajito de todos. Y donde Al era blanco como la nieve, Alfo era tan moreno que parecía vivir en verano todo el año. Eso sí, tenían la misma personalidad pasiva.

¿Gay?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora