El amor llena el momento

7.5K 441 35
                                    

Lo que vino luego fueron felicitaciones, abrazos, fotos, alegría... El matrimonio se celebró en total tranquilidad y se le entregó la connotación mágica que todos deseaban. Fue privado pero muy significativo.

El oficial civil muggle regresó a través de la Red Flu, por donde había llegado, acompañado del profesor Slughorn —más tarde le tendría que borrar la memoria— y la Directora invitó a los presentes a un almuerzo en el comedor del colegio. Todo, tal y como lo había querido Hermione, sobrio y austero, la intención era mantener la mayor privacidad posible.

Bajaron las escaleras mientras Draco traía de la mano a Hermione, quien estaba radiante luciendo su anillo de mujer casada y él, orgulloso de haber tomado la mejor decisión de su vida. Por fin tenía a alguien a su lado, y esa era la mujer que amaba.

En la planta inferior estaba Ginny y Blaise, quienes giraron al advertir que la ceremonia había concluido, sonrieron alegremente. Ginny corrió a abrazar a su amiga cuando esta asomó por la escalera junto a su esposo.

—Me perdí la ceremonia civil, pero palabra que no me perderé el matrimonio religioso —dijo al oído.

—O el bautizo de nuestro primer hijo —Draco la había escuchado y la pelirroja lo abrazó fuertemente.

—Me has caído mal desde primer año pero ahora creo que eres lo mejor que le pudo pasar a Hermione —Draco estaba un poco confundido, una Weasley lo abrazaba y extraño en él, se sentía bien. Era como que de un momento a otro tuviera una familia novia: esposa, primas, primos, tíos, ¡todos! porque hasta Molly y Arthur Weasley lo habían felicitado y llamado «hijo», eso sí era extraño, pero realmente le gustaba. Era agradable estar en medio de tanta gente que de corazón le deseaban lo mejor.

Luego de recibir los abrazos de todos, ingresaron al comedor. Ahí se encontraron con que varios Aurores custodiaban en el castillo. Era evidente que existía riesgo y que muy posiblemente el convicto de su padre quisiera atacar.

—Señora Malfoy... —Hermione giró hacia Draco que estaba a su lado, mirándola—. ¿No escuchas? —los presentes que no fueron a la ceremonia les pedían que se besaran.

—¿Y qué espera, señor Malfoy? —preguntó con una desafiante y sensual sonrisa—. Draco la tomó nuevamente de la cintura, pero esta vez cruzó sus brazos en la espalda de ella—. Esto es para que les dé envidia—. Besó a su esposa demostrando todo su amor. Hermione perdió sus dedos en el sedoso cabello blanquecino de su marido, y le correspondió aquel beso. No le importó que todo el mundo la viera, ahora, y tal como dijo la profesora McGonagall, lo podían hacer sin mayor cuestionamiento.

Harry miró a su amiga y, a pesar de haberla visto besarse antes con Malfoy, (iba a evitar llamarle el hurón malcriado u oxigenado o el ex – mortífago, por respeto a Hermione), aún le parecía que aquello no estuviera ocurriendo. Por su mente, en fracciones de segundos, pasaron cientos de imágenes en donde Draco era la persona menos querida por ellos, aquella que, haciendo alarde de su apellido y dinero, intentó causarles daño. Y decía «intentó», porque en el fondo, Draco fue tan víctima de Voldemort, como ellos mismos. Sufrió en silencio el poder de un padre autoritario y torturador... viéndose obligado a realizar cosas que para niños de su edad, eran inimaginables. Draco, desde muy pequeño fue maltratado, y visto desde esa perspectiva, ¿qué repercusión podría tener eso en su vida? La respuesta saltaba a la vista: un muchacho solitario, engreído y dispuesto a desquitarse con el que se le cruzara en su camino.

Lo bueno de la historia, es que, aparte de las huellas físicas, Draco supo encausar su camino y hoy lo demostraba a todo el mundo. Amaba a Hermione, amaba a la persona más querida por Harry, amaba a la que él, en más de una oportunidad llamó como su «hermana» y si así lo decía era porque así lo sentía.

Ojos de Angel I - El Inicio (Draco & Hermione)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora