Capítulo 5

3.9K 392 89
                                    

Llego a la fiesta con los nervios a flor de piel, pienso en el lió en el que me he metido al llegar a un lugar así como si nada, incluso cuando Isabella me invitó. Pero ya es tarde para regresar, porque después de uno minutos hemos llegado a nuestro destino.

El señor que esta en la entrada abre el portón y el novio de Isa no pierde el tiempo en entrar, el lugar es como una casa-finca bastante grande como es de esperarse, lo que alzando a ver en mi neblina de ansiedad es la gran casa y un quiosco. El chico aparca el auto y se baja invitándonos a salir, aunque tampoco tenía pensado quedarme adentro. Cuando me bajo no veo a nadie, el lugar se ve tan tranquilo que lo primero que hago es pensar que quizá nos hemos equivocado de sitio, o que somos los primeros en llegar. Isabella a mi lado me da una sonrisa emocionada como tratando de transmitirme confianza, ni siquiera soy capaz de devolvérsela, lo único que obtiene de mi es un amago de sonrisa que más bien parece una mueca despectiva. Decido relajarme, sé que no puedo llegar a donde los demás con mi cara de amargada o poniéndome a la defensiva.

—¡Chicos!  —Un chico sale de no-sé-donde con los brazos abiertos saludando.

Nicolás lo saluda con la mano mientras bromean sobre algo y luego saluda a Isabella. Es guapo.

—Él es Santiago.

 —Feliz cumpleaños. —Lo felicito después de que Isabella ha hecho las respectivas presentaciones. Le tiendo con algo de reserva la botella que tengo en la mano y no sé porque, pero de repente me siento avergonzada—. Yo...

—Muchas gracias. —Me interrumpe con una sonrisa—. Y esta bien, Isa me dijo que traía a alguien, no te sientas cohibida, eres más que bienvenida. 

—Gracias.

Él me guiña un ojo con confianza para después invitarnos a seguirlo. Él y Nico se adelantan mientras la rubia se queda a mi lado.

—¿Ves que no pasa nada? —Con una sonrisa me golpea levemente en el costado con su codo—. Ya le caíste bien. ¿Trajiste vestido de baño?

—No. —Niego con la cabeza.

—No esperaba que lo hicieras. Yo tampoco traje nada así que nos hacemos compañía.

Ella engancha su brazo con el mio y me empuja a caminar a su lado. Llegamos a donde al parecer estaban todos: la piscina. Tampoco es que haya muchas personas, hay apenas tres chicos hablando ruidosamente a un lado en el Kiosco, aunque Isabella me había contado que la mayoría de sus amigos eran hombres, me pongo un poco incomoda ante la idea de que las únicas mujeres que estemos en el lugar seamos ella y yo. La llegada de nosotras hace que se haga un silencio sepulcral, los chicos que antes estaban hablando nos ven y después de un momento uno de ellos se acerca a saludar de una palmada en la espalda a Isabella.

—Tú debes de ser Catalina. —Me extiende una mano y se la recibo con una pequeña sonrisa. No puedo evitar mirar a Isabella preguntándome que tanto le ha hablado de mi a estos desconocidos—. La enana nos ha hablado mucho de ti.

Isabella me mira negando con la cabeza como diciéndome que no me crea lo que sea que me digan.

—¿Verdad que sí? —vuelve a hablar el chico.  Mira a la rubia y le pasa un brazo por el hombro atrayendola hacia él.

—No.

— Aléjate, hijo de...

—¡Cuanta confianza cuñado! —exclama el castaño ante la demanda de Nicolas que no tardó más de dos segundos en aparecer entre ellos.

Si he oído bien, Isabella y el castaño son hermanos, pero viéndolos bien no se me hacen tan parecidos físicamente. Observo como el novio de Isa empieza a hablar con el otro chico pero esta vez más animado mientras hace gestos con las manos. La rubia se acerca sigilosamente a mi lado.

—A estas cosas me refería —me dice Isabella señalando a su hermano y a su novio que rien sobre algo. Me hace una seña para nos alejemos de allí—. Él es mi hermanito, su nombre es Isaac, te lo iba a presentar pero ya ves...

—¿Hermanito?  —inquiero divertida.

—Sí, puede que no lo parezca, pero tiene 17 años.

...

Las siguientes horas no son tan aburridas como pensé que serian al compartir con personas de poca confianza. Isabella y yo estamos cerca a la piscina donde nos da la sombra mientras los chicos están metidos en la piscina.

El anfitrión de la reunión también se ha acercado a traernos aperitivos e incluso se ha sentado a charlar sobre cosas triviales o mostrando curiosidad sobre mi.

—Se nota que le gustas a Santi —susurra Isa con una mirada pícara.

—No me interesa —le respondo después de tomar un sorbo de mi bebida.

No soy ciega, me he dado cuenta de la manera en que Santiago ha centrado su atención en mi, se me hizo un poco incomodo al principio, pero he logrado relajarme. Él es un chico bastante amable. Y tiene un cuerpo de infarto, justo en eso me estoy fijando cuando veo que el chico mira con un especie de mueca y sonrisa hacia la entrada del lugar, casi por instinto hago lo mismo y volteo a ver que fue lo que llamo su atención. Tan rápido como volteo a ver, aparto la mirada rápidamente con ganas de esconderme. Isabella que me mira con una expresión confundida por mi comportamiento, pero luego ve lo mismo que yo y sonríe. Yo también hubiese sonreído, pero de repente se me hace difícil siquiera alzar la vista mientras mi corazón late acelerado. 

Entonces lo escucho y de repente me dan ganas de llorar de los nervios, no es lo mismo haberlo visto de espaldas en el restaurante que verlo entrar por esa puerta, fue apenas un segundo pero lo suficiente para que se me quedara grabada la escena. Su voz suena tan fuerte y agradable como siempre, apenas con escucharlo hablar por unos segundos se me viene a la cabeza todas las cosas que él solía decirme cuando estábamos juntos, su expresión y voz traviesa cuando bromeaba conmigo o la manera en que susurraba palabras en mi oido cuando me abrazaba.

—¡Max! —el grito de Isabella que esta al lado mío hace espabilarme.

Observo expectante como hace una seña al chico para que se acerque.

No quiero que se acerque, ahora no quiero que me vea, sobre todo cuando recuerdo la imagen de él agarrado de la mano con una chica pelinegra. El haber estado equivocada con respecto a Isabella y Max fue casi un alivio. Pero al final no fue con la rubia sino con otra con quien esta saliendo.

¿Alguien más quiere que Max ya la vea?

[Des]conectadosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora